VICENTE PÉREZ
Tres perros localizados con drones en lo que queda del barrio de Todoque se hallan desde el inicio de la erupción en La Palma refugiados en un estanque al que los equipos de emergencia y seguridad no pueden acceder debido a que la lava lo rodea por todos lados.
El veterinario César Bravo, vocal del colegio oficial de esta profesión en la provincia occidental, coordina la atención a los animales rescatados del infierno de la erupción, labor que ha sido dura e intensa porque el domingo en que comenzó el proceso eruptivo se evacuó a la población pero no dio tiempo de hacer lo propio con los animales.
Desde entonces, cientos han sido rescatados, aunque un número indeterminado por donde pasó la lava y se acumuló la ceniza han perdido la vida.
Bravo explicaba a PLANETA CANARIO esta semana cómo se está alimentando a los tres perros, podencos, gracias a drones, que les llevan agua en forma de gelatina y alimentos. Y ponía de relieve que la estrategia ahora es mantenerlos así con vida hasta que se pueda acceder al lugar, bien por una compleja vía aérea, bien por tierra, pero lo cierto es que el acceso más próximo está a 300 metros pero sobre la lava.
Pero días después de hablar con este periódico, una empresa gallega, Aerocamaras, ha informado de que está preparando contrarreloj el rescate de estos perros (que cifra en cuatro). Para ello se propone utilizar un dron de carga que transportará un sistema propio de logística adaptado a las características de los animales. Junto a otro dron de apoyo, el piloto encargado de la operación podrá planificar el vuelo del rescate con seguridad.
Aerocamaras espera poder llevar a cabo el rescate de los animales una vez que estos se habitúen a la presencia de sus drones y la logística y los pilotos vean adecuado realizar la operación.
Al tratarse de una operación única en España y debido a que conlleva el riesgo de transporte aéreo de animales vivos, es necesario un permiso especial por parte de las autoridades competentes, que la empresa asegura que está tramitando, así como la logística necesaria para que la operación sea exitosa.
El veterinario aclaró que los perros no están en realidad atrapados en el estanque, sino que se han refugiado allí porque de las edificaciones que quedan en pie son las que tienen paredes más gruesas y hay sombra. «Están sobreviviendo, cuando le descargamos avituallamiento ya van directamente a comer y beber», atestigua César Bravo.