VICENTE PÉREZ
El esquisúchil o árbol del Hermano Pedro es una especie con flores aromáticas y medicinales que se encuentra en peligro de extinción en su región centroamericana original. El ejemplar más famoso se halla en un jardín público de Antigua (Guatemala), y, según la tradición, fue sembrado por el santo tinerfeño, Pedro de San José Betancur, en 1657, y todavía sigue vivo.
Desde hace años botánicos guatemaltecos como Miguel Torres se afanan por conseguir su reproducción, y los vínculos entre Guatemala y Canarias han hecho que algunos ejemplares hayan cruzado el Atlántico, como si fuera un viaje de regreso de Hermano Pedro, para intentar su aclimatación en el Archipiélago.
Con esa finalidad cultural pero también botánica -la salvación de esta especie- este martes se han sembrado dos esquisúchiles en Tenerife, uno en el caserío tradicional de El Hoyo, Ifonche (municipio de Vilaflor), otro en Granadilla de Abona, localidades una natal del santo y otra en cuya costa llevaba el ganado en la época de la trashumancia, a través del camino que las conectas, por donde se celebra la Ruta del Hermano Pedro; y un tercero en el patio del antiguo convento de Santo Domingo, en La Laguna.
La siembra se enmarca en los actos previos a un seminario Internacional sobre modelos de cooperación patrimonial entre Europa y América, en el que expertos de España, Guatemala, México e Italia expondrán diversas experiencias en la gestión de los bienes de patrimonio cultural.
Precisamente para participar en este seminario se encuentra en Tenerife el citado etnobotánico de Guatemala, Miguel Torres, que ha supervisado la plantación de estos árboles, de nombre científico Bourreria huanita. Académico numerario de la Academia de Geografía e Historia de Guatemala, microbiólogo y etnobotánico, es estudioso de esta especie e impulsor de su compleja recuperación, y con ese empeño hace diez años trajo empleares a esta isla, en cuyo jardín botánico se han aclimatado.
En Vilaflor, el acto de la siembra contó con la asistencia de medio centenar de vecinos, y la intervención de la alcaldesa, Agustina Beltrán, quien destacó la dificultad para la reproducción de esta especie y la importancia de poder disfrutar de un ejemplar en este punto de Vilaflor, en unos terrenos que han comprado los propios lugareños, precisamente en el municipio natal del santo que en Guatemala realizara una labor humanitaria y evangelizadora tan importante, con la fundación de hospitales, que hoy en día se le sigue honrando allí con gran admiración y cariño.
El párroco chasnero Emiliano Rodríguez bendijo el arbolito, en una sencilla ceremonia en la que también estuvieron presentes varios concejales el Ayuntamiento de Vilaflor, entre ellas la responsable del área de Cultura y Patrimonio HIstórico, Montserrat González, y expertos venidos de América que participan en el seminario como ponentes, cual es el caso del propio Torres, así como de Javier Gaitán, especialista en Ciencias Geológicas e investigador de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, entre otros.
Igualmente tomaron parte en este emotivo acto los profesores canarios de este seminario, José Juan Cano, profesor de la Escuela Universitaria de Turismo de Santa Cruz de Tenerife, académico e la Academia de Geografía e Historia de Guatemala y profesor-tutor de la UNED, y Felipe Monzón, profesor Titular de Universidad, Departamento de Técnicas y Proyectos en Arquitectura e Ingeniería Universidad de La Laguna.
Igual ritual tuvo lugar posteriormente en Granadilla de Abona, con la siembra de otro esquisúchil en los jardines del cementerio municipal de esta Villa Histórica, con la asistencia del alcalde, José Domingo Regalado, y el primer teniente de alcalde, Marcos González, y otros miembros de la corporación municipal. El cura José Ventura bendijo el joven esquisúchil.
El tercer esquisúchil se plantó este miércoles en el patio del antiguo convento de Santo Domingo, en el casco histórico lagunero, con la presencia e la rectorara de la Universidad de La Laguna, pues se trata de una actividad complementaria a uno de los seminarios que forman parte del Campus América, acompañada por el director general de la fundación CICOP, Miguel Ángel Fernández Matrán. Una labor en la que, como en las dos siembras anteriores, puso su cariño y conocimiento el botánico Miguel Torres.
El esquisúchil es un árbo ligado a los ritos de los mayas de Copán, que usaban su flor en templos y entierros reales. En México, los cronistas del siglo XVI dejaron constancia del aprecio de los monarcas aztecas por este árbol pues lo cultivaban en sus jardines botánicos.
En la jornada de este 3 de julio se presentó el XX Cuaderno de Divulgación Patrimonial: Los Caminos del Hermano Pedro: de la Comarca de Chasna en Tenerife al Valle de Panchoy en Guatemala, en la sede de la fundación CICOP, ubicada en la histórica Casa de los Capitanes. Las conferencias comienzan el jueves 4 de julio, en programa ya publicado por PLANETA CANARIO. El lugar de celebración será la sala de juntas de la Escuela Politécnica Superior de Ingeniería, edificio de Arquitectura Técnica e Ingeniería Civil, dentro del Campus Anchieta de la Universidad de La Laguna (ULL).