VICENTE PÉREZ
Más de 16.000 personas ha firmado ya en la plataforma digital Change.org contra el plan previsto por el Gobierno de Canarias para intervenir en 117 charcos de marea en todo el Archipiélago con una inversión cifrada en 29,4 millones de euros para hacerlos más atractivos al turismo.
La recogida de firmas, con el lema «los charcos no se tocan», la ha promovido Pablo Martín, un biólogo marino tinerfeño quien fue el primero en alertar, junto al también biólogo Adrián Flores, en las redes sociales sobre el riesgo de que las actuaciones que se lleven a cabo en algunos de esos charcos puede hacer que pierdan parte de sus valores naturales.
Entrevistado por PLANETA CANARIO, Pablo Martín quiere agradecer el apoyo que han recibido en estas semanas pues «ha sido increíble comprobar que a mucha gente le preocupan el presente y el futuro de la naturaleza en Canarias». Tras sus denuncias en las redes sociales, son ya numerosoa colectivos ecologistas y partidos políticos los que han mostrado también sus discrepancias con el plan, que tramita la Consejería de Turismo del Gobierno canario.
«Hay que cambiar el trato que le damos al mar»

«Estamos contentos porque la repercusión que ha tenido este tema ha puesto en la mesa de debate la biodiversidad y conservación de la naturaleza en Canarias, pues sin duda es el momento de exigir un cambio en el trato que reciben nuestra tierra y nuestro mar; necesitamos que la clase política deje de mirar por un futuro sostenible y lo cambie por un presente sostenible, respetuoso y natural», afirma este biólogo.
Pablo Martín destaca que los charcos se forman en una zona intermareal, y «su función principal es la servir de guarderías, de criaderos, de peces e invertebrados», como el sargo, la vieja o el mero. Así, subraya, lo puede comprobar cualquier persona que se ponga una gafas y mire bajo el agua en el litoral de Punta del Hidalgo, en La Laguna (Tenerife).
El motivo de que ambos biólogos hayan dado la voz de alerta sobre este plan radica en que se trata de espacios costeros que son «fuente y un refugio de biodiversidad», ya que en estos charcos, pese a que muchos son pequeños, «vive una gran variedad de especies, cientos de algas, peces, cangrejos, moluscos, equinodermos… y un sinfín de animales».
Una «llamada de atención porque ya hay suficiente costa artificial»
Además, apunta Pablo Martín, «hay estudio que han demostrado que el cambio climático afecta a los charcos la presencia humana podría acelerar ese proceso o alterarlo».
El biólogo afirma que en realidad no tienen una plataforma organizada para oponerse a este plan, sino que se trata de dos jóvenes con estudios relacionados con el medio ambiente que han querido dar su opinión sobre este proyecto del Gobierno canario, y cuyos vídeos se volvieron virales. «Solo queremos hacer una llamada de atención para que las cosas se hagan bien con estos valiosos ecosistemas», subraya.
Desde su punto de vista, «hablar de preparar estos charcos para que los disfruten los turistas es un error, porque en realidad ya hay muchos turistas que vienen buscando esos rincones naturales, que ya se patean todas las islas e incluso la conocen mejor que la gente de aquí». «Ese tipo de turismo», añade, «es el que hay que fomentar, turismo de naturaleza, sin masificar los espacios naturales; pues ya hay suficientes playas artificiales como para también hacerlo con los charcos naturales que nos quedan».
«Los charcos son refugios de biodivesidad»
Para este estudioso y amante de la naturaleza «convertir estos puntos del litoral ahora libres de turismo masivo y cemento en áreas turísticas, los dañaría de manera irreparable, porque son un refugio para la biodiversidad marina y terrestre de las islas».
En el texto que acompaña a la recogida de firmas en Change.org, se defiende que «se realicen informes de impacto ambiental por cada zona de charcos que se pretende modificar y que se tengan en cuenta los estudios científicos publicados sobre la importancia del intermareal canario», al tiempo que se enfatiza que el plan previsto por el Gobierno canario, tal cual ha sido diseñado, «no es el camino para conservar y proteger estos lugares de gran importancia ecológica».
La Fundación Telesforo Bravo-Juan Coello se ha sumado a este rechazo al plan oficial, con un vídeo del artista Fran Baraja; textos de Marta Sansón, profesora titular de Botánica de la Universidad de La Laguna y realización de Kevin Videomaker:
El propio autor de un estudio sobre los charcos para el Gobierno canario pide «reconducir el plan»
El propio autor del estudio en el que se ha basado el Gobierno canario, el arquiteto Albergo Luengo, ha cuestionado la iniciativa de la Consejería de Turismo. En declaraciones a Canarias Ahora, Luengo ha manifestado que el plan director “está un poco desenfocado y tiene excesivo nivel de intervención y, por tanto, de inversión” por lo que opina que «hay que reconducir la propuesta». En concreto, para ejecutar todas las acciones planteadas, se han presupuestado 29,4 millones de euros. “Hay que reconducir la propuesta”, añade.
Según explicó en nota de prensa en su momento la consejera regional de Turismo, Yaiza Castilla (ASG), el plan tiene como objetivo “consolidar un modelo específico de intervención en el litoral y continuar con una labor ya iniciada por Turismo de Canarias de conservación e integración en la oferta del destino”, a través de la señalización, la mejora o dotación de equipamiento, como solárium y zonas de sombra, y la accesibilidad y seguridad, entre otras actuaciones susceptibles de realizar en estos espacios.
La iniciativa de Pablo Martín ha tenido tanto eco social que ya se han reunido con él, a fines de julio, la viceconsejera de Turismo, Teresa Berástegui (Cs)y el director general de Infraestructura Turística, Fernando Miñarro, y le han asegurado que se va a priorizar la conservación medioambiental en cualquiera de las actuaciones que se puedan llevar a cabo para cubrir las necesidades detectadas.
En esa reunión, le han mostrado su total predisposición para recibir todas las aportaciones que tenga como biólogo marino especializado en Biodiversidad y Conservación, tanto en referencia al plan inicial o a los futuros proyectos de ejecución, ya que, en palabras de ambos cargos públicos divulgadas en una nota de prensa, «de lo que se trata es de llevar a cabo un proyecto sostenible, estratégico y territorial que mejore la relación de las personas con el medio natural, y concienciar de la necesidad de conservar estos parajes y evitar, a través de cubrir las necesidades detectadas, el uso de forma inadecuada».
Tras la polémica, el Gobierno promete consenso y respeto a la naturaleza

Lo cierto es que tras la polémica suscitada, en fines de julio pasado, la Consejería de Turismo anunció que había mantenido una reunión con la Consejería de Transición Ecológica el Plan Director de Charcos en Marea, y en un comunicado mostraba un lenguaje más medioambientalista, pues aclaraba que priorizaría en estas actuaciones en los charlos «la integración y el respeto a la naturaleza» y prometía «consenso».
Esta reunión estuvieron presentes Teresa Berástegui, Fernando Miñarro y el viceconsejero de Lucha contra el Cambio Climático y Transición Ecológica, Miguel Ángel Pérez.
Al respecto ambos departamentos del Gobierno de Canarias acordaron la creación de un equipo multidisciplinar en el que se analizarán los charcos que requieran de algún tipo de intervención para su mejora en su entorno, así como dar a conocer su biodiversidad de forma que sus usuarios o visitantes, tomen conciencia sobre estas zonas del litoral.
Intervenir en charcos «degradados y obsoletos»
De acuerdo con la memoria del plan director, el mismo se justifica en la necesidad detectada de realizar actuaciones para mejorar la calidad de unos espacios públicos identificados que se encuentran «degradados y obsoletos», entendiendo que “es responsabilidad de la administración mantenerlos en las condiciones adecuadas de seguridad y salud y de manera sostenible e integrada en el paisaje”.
En este sentido, el director general de Infraestructura Turística también defiende en un comunicado la necesidad de proteger los charcos. “Conociendo bien sus atributos y la manera correcta de disfrutar de ellos, porque hoy por hoy se están usando de manera inadecuada y si seguimos así perderemos la riqueza que los caracteriza”, dijo.
Además añade que “muchos de estos lugares ya están siendo visitados de forma frecuente y necesitan de la adecuación de algunos de sus elementos, de forma que se pueda sustituir, por ejemplo, una escalera en mal estado o se mejore la información de seguridad, o se eliminen elementos de cemento anteriormente instalados en su entorno, sustituyéndolos si fuera necesario por otros más sostenibles e integrados”.
El Gobierno dice que actuará solo en charcos antropizados
Por su parte, el viceconsejero de Lucha contra el Cambio Climático y Transición Ecológica, Miguel Ángel Pérez, avanzó en nota de prensa que su departamento tiene el propósito de que no se actúe en ningún charco que no haya sido antropizado anteriormente, es decir, que se limitará este plan a los entornos que hayan experimentado algún tipo de actuación previa.
Del mismo modo, asegura compartir con Turismo la necesidad de que cada intervención se consensue con los ayuntamientos correspondientes y con la propia Consejería de Transición Ecológica para su revisión, desde el punto de vista de su viabilidad medioambiental.