RUBÉN EXPÓSITO
Decreto 81 de 2014. Hace tan sólo un lustro que el gran complejo conventual situado en el emblemático municipio tinerfeño de Garachico fue declarado BIC (Bien de Interés Cultural). Se sitúa en el centro neurálgico de la villa y rodeado de algunos de los inmuebles civiles más representativos de su casco urbano, como La Casa de los Marqueses de Adeje y la Quinta Roja.
Tiene sus orígenes en la cesión por parte de Cristóbal de Ponte a la orden franciscana de unos terrenos de su propiedad donde se levantaba una ermita consagrada a Nuestra Señora de los Ángeles.
Su organización responde a los esquemas propios de la arquitectura conventual del Archipiélago, elevándose sobre un podio al que se accede por medio de una escalinata.
Cristóbal de Ponte decide fundar en 1524 un convento franciscano, existiendo previamente en dicho lugar una ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, del año 1502, levantada por él mismo.
Lo promueve con el fin de utilizarlo como panteón familiar y lo financia, facilita además a los frailes las ropas, alhajas y los vasos sagrados para el culto.
Su hijo Pedro de Ponte se encargó de concluir la obra gastando grandes sumas de dinero en el remate de la capilla mayor y en el retablo, convirtiéndose uno de los conventos más grandes de Canarias y el más antiguo de los cinco conventos que posee Garachico.
El convento se vio afectado por la erupción de 1706
El barrio de los Morales, del que lo separaba tan sólo una calle, fue completamente sepultado por la lava. Las coladas afectaron a una parte del convento y a la iglesia, el resto se consumió por el fuego.
Tanto los retablos como el monumento funerario de mármol que representaba al fundador y a su esposa desaparecieron con el incendio. También se destruyeron la mayor parte de las obras pictóricas, aunque afortunadamente se pudieron rescatar las imágenes.
El edificio fue reconstruido con celeridad. Se aprovecharon todos los elementos posibles de la estructura anterior. En el plano de la ciudad levantado por el ingeniero militar Antonio Riviere (1741) ya aparece con su configuración actual de doble claustro e iglesia adosada hacia el costado norte.
En 1822 el convento fue cedido al ayuntamiento, acogiendo las Casas Consistoriales, la cárcel pública y una escuela de Primaria, entrando en una fase de deterioro considerable. Habría que esperar hasta 1980 para una meticulosa restauración que lo convertiría en Casa de la Cultura. Sus salas se utilizan en la actualidad para albergar exposiciones temporales. La biblioteca, incluida por el Cabildo en el Plan Insular de Bibliotecas, se ha realojado en una sala de mayores dimensiones dentro del propio recinto.
En otra dependencia contigua, en la planta alta, tiene su sede el Archivo Municipal. Una de las salas de la galería baja es utilizada como sala de conferencias.
Tras la restauración por la erupción del Teide, también se recuperaron los claustros de madera de tea alrededor de 2 patios gemelos y otro mayor destinado a un huerto.
La carpintería muestra un depurado trabajo de gárgolas y columnas. La fachada correspondiente al Ayuntamiento muestra influencias neoclásicas, habiendo sido profundamente reformado en su interior.
La iglesia tiene planta de cruz latina y una sola nave, con dos capillas laterales. La capilla mayor está cubierta por un artesonado mudéjar. La nave por una cubierta en madera en forma de artesa con 4 faldones.
A modo de capilla lateral pero de extraordinario desarrollo -casi una segunda nave-, la capilla de la Vera Cruz fue construida a principios del siglo XVII por la cofradía homónima y acoge numerosas imágenes pertenecientes a la célebre escuela de Andújar.