PLANETA CANARIO
Los trabajadores de la empresa de astilleros de capital canario Tenerife Shipyards han vuelto a pedir públicamente que el apoyo al dique flotante por parte de la Autoridad Portuaria de la provincia «no se quede únicamente en palabras, sino que se convierta en hechos».
Y es que esta industria se queja de que el expediente para instalar un dique flotante en el puerto de Santa Cruz de Tenerife que creará entre 700 y 1.000 empleos cualificados se halla «paralizado» desde hace tres años, según asegura la directora de Recursos Humanos de Tenerife Shipyards, María Name.
Así lo manifestó al término de una reunión celebrada con el presidente de la Autoridad Portuaria, Pedro Suárez, quien, según un comunicado de estos astilleros, se mostró favorable a la idea de traer el dique flotante y crear todos esos puestos de trabajo, priorizando el talento canario «como siempre hace Tenerife Shipyards».
Los trabajadores de esta empresa «lamentan que el trámite medioambiental no se eleve a Madrid, que sería el siguiente paso en esta solicitud, algo que lleva paralizado en la Autoridad Portuaria desde el año 2017». “Nos han confirmado su apoyo a traer el dique flotante, pero a día de hoy el trámite sigue en la Autoridad Portuaria. Los trabajadores temen por sus puestos de trabajo, y eso genera mucha inquietud en el astillero”, apunta Name.
Desde el organismo portuario se han comprometido a elaborar un cronograma de trabajo sobre este tema que será entregado a la empresa esta semana.
En declaraciones a los periodistas tras este encuentro, Pedro Suárez confirmó que apuesta de firme por la reparación naval en Tenerife, porque genera empleos y economía en la provincia, y sobre este caso indicó que existe un procedimiento en el que hay que responder a las alegaciones a la solicitud de ampliación de la concesión (la lámina de agua para el dique flotante), un trámite que es necesario cumplir.
Las quejas de esta empresa ya fueron motivo de una noticia en PLANETA CANARIO en mayo pasado, cuando varios directivos no dudaron en denunciar las «trabas injustificadas» a una ampliación que ya estaba contemplada en el momento en que les dieron la concesión administrativa para establecerse en el puerto chicharrero. Tal es así que desde Tenerife Shipyards se atribuía tales retrasos al entonces director de la Autoridad Portuaria, Luis Santana Ríos, que fue relevado ese mismo mes del cargo, y se tachó lo ocurrido de «boicoteo» administrativo a la empresa. Hace unas semanas fue sustituido por Aitor Acha Bedialauneta.
Es más, en esa entrevista, hasta tres directivos de Tenerife Shipyards ( director de Operaciones Estratéticas, Mario Suárez; la citada directora de Recursos Humanos, María Name; y Aidynomar Correa, directora de Marketing y Comunicación) expresaron que el interés de Santana parecía «el de asegurar que salga bien el puerto de Granadilla, de cuyas obras fue director como consultor de una empresa, y los intereses de otra de astilleros radicada en Las Palmas de Gran Canaria».
Entonces, PLANETA CANARIO ofreció dar su versión sobre este asunto al aludido, a través del servicio de prensa portuario, aunque finalmente no hubo réplica.
Esta industria de astilleros de capital canario está tan contrariada por esta situación que lleva meses con una campaña en las redes sociales, y una recogida de formar en Change.org, que ha recabado 3.000 apoyos.