VICENTE PÉREZ
La decisión sobre si financiar o no y cuándo una depuradora comarcal prevista en el polígono industrial de La Campana (en el El Rosario) se ha convertido en un asunto tan turbio políticamente en el Cabildo de Tenerife como las propias aguas que se pretende tratar para que no dañen el medio ambiente.
El pleno de esta Corporación aprobó este viernes, 31 de julio, tras un farragoso debate, y contra la voluntad del gobierno insular (PSOE-CS), una enmienda de CC-PNC para que se destinen 1,5 millones de euros en el presupuesto del Cabildo este año a la construcción de una depuradora comarcal, compatible con la inversión que ya ha realizado el Ayuntamiento para resolver de forma provisional el problema con una depuradora municipal.
El acuerdo fue en este sentido porque se abstuvio Sí Podemos y votó a favor el PP, que cambió de postura in extremis, ya que poco antes había dicho que se abstenía (lo cual se contradecía claramente con la moción que promovió en junio su propio concejal en El Rosario para que el Cabildo se implicara con esta necesaria obra de saneamiento comarcal)-
El debate plenario se desarrolló a trompicones y con inusual tensión, porque salta a la vista que el PSOE y Cs, por falta de sintonía política con el gobierno rosariero (IR-Verdes-SSP) no están por la labor de financiar, al menos con prioridad, la estación depuradora de aguas residuales industriales (EDARI) cuyo proyecto ya está redactado por encargo, en el pasado mandato (con un gobierno insular CC-PSOE), del Consejo Insular de Aguas de Tenerife, organismo dependiente del Cabildo, y para el cual en 2018 el Ayuntamiento, a petición de aquella institución, ya cedió un terreno valorado en más de 2 millones de euros.

La premura de esta EDARI se debe a que en diciembre pasado se rompió un pozo en la urbanización de Costanera y las aguas residuales llegaron al mar, lo que obligó a cerrar zonas de baño, y el motivo fue una conducción desde el polígono de La Campana, adonde de manera ilegal en tiempos en que gobernaba el municipio el PSOE, se derivaron los efluentes de la zona industrial. La solución para La Campana estaba en marcha, entre el Ayuntamiento y el Cabildo, desde el pasado mandato, pero este suceso precipitó todo y la entente cordiale de entonces ya no existe.
Y es en esa emergencia cuando el actual gobierno insular se desmarcó de los trámites administrativos ya hechos y ha sido el Ayuntamiento el que ha tenido que afrontar en solitario la solución, con una depuradora de ámbito municipal y tras casi medio millón de euros gastado en llevar las aguas negras en cubas hacia la depuradora de Buenos Aires, en la vecina capital tinerfeña.
Pues bien, en el pleno de este viernes, por segunda vez el actual gobierno insular sale derrotado en una votación, y sobre este mismo asunto. Se da la circunstancia de que CC en El Rosario, partido que está aliado con Vecinos por El Rosario (la formación fundada y liderada por Ana Lupe Mora, la exconcejal de Urbanismo condenada por el escándalo urbanístico del caso Varadero) había emitido una nota de prensa en la que criticaba a sus compañeros del Cabildo por presentar esta enmienda presupuestaria dado que discrepan del procedimiento de emergencia seguido por el Ayuntamiento rosariero para instalar una depuradora.

La realidad es que entre diciembre y enero pasados los vertidos fueron una emergencia de primer orden, que motivaron incluso denuncias de Sí Podemos contra el Ayuntamiento ante el Seprona, que llegó a un Juzgado y este ha abierto diligencias, por lo que el alcalde reclamó entonces el amparo del Cabildo para que ejecutara la EDARI prevista, con un coste de unos 10 millones.
Ante la falta de respuesta urgente, pues el Cabildo no le ha dado prioridad a esta inversión, el Consistorio ha tenido que resolver el problema por su cuenta, sin esperar a la depuradora comarcal. Incluso en PLANETA CANARIO el consejero insular de Transición Ecológica, Javier Rodríguez, llegó a decir que este era un problema municipal y que no había ningún trámite anterior hecho para una depuradora en El Rosario, cuando lo cierto es que desde 2018, a petición del Cabildo, esta corporación insular ya tiene incluso el solar cedido por el consistorio.

En cuanto a la alianza Sí Podemos, el apoyo a El Rosario proviene en realidad solo de Sí se puede (SSP), que tiene una consejera de los tres miembros del grupo en el Cabildo, los otros dos son de Podemos. Pues bien, en febrero votaron diferente en una moción similar, puesto que SSP no puede permitir que el Cabildo deje tirado a su concejal en El Rosario, que lleva el área de medio ambiente, y a quien ahora toca resolver el problema, incluso dar la cara ante el Jugado por las diligencias que tiene abiertas sobre este vertido a raíz de la denuncia de Podemos.
Lo cierto es que este punto en el orden del día del pleno del Cabildo este viernes 31 no era cualquier asunto. Mucho trasfondo político, entre cuyas claves conviene no olvidar que gobiernan El Rosario IR-Verdes quienes denunciaron un caso de corrupción urbanística del PSOE tan sonado como el de Varadero, lo que impidió una urbanización ilegal de casi mil viviendas entre Tabaiba y Barranco Hondo, junto al mar, en terrenos protegidos por el Cabildo de Tenerife.
Durante el debate plenario, el interventor del Cabildo manifestó que el acuerdo que planteó CC-PNC era a su juicio nulo de pleno derecho porque la partida que se daba de baja para dar de alta esta inversión en El Rosario es insuficiente, por lo que, en estricta aplicación de la ley, si no hay crédito disponible, no debería aprobarse la enmienda. No obstante, el propio interventor afirmó que en cuando hubiera disponibilidad presupuestaria, el acuerdo tendría validez, y no antes.
En todo caso, el PP planteó que CC había indicado que si no había presupuesto suficiente, se dispusiera el necesario de aquellas partidas no ejecutadas en el capítulo de inversiones, asunto que el interventor indicó que se puede reconducir pero en una moción en otro pleno siguiente, con los informes favorables preceptivos.
De hecho, CC-PNC ya anunció que volverá a presentar otra iniciativa en una próxima sesión, para tratar de que no haya cabos sueltos para el objetivo que persigue: que la depuradora de La Campana sea incluida entre las obras prioritarias con inversión del Cabildo, al tratarse de un servicio de carácter comarcal, tal y como se hace con otras infraestructuras de este tipo.
Sin embargo, el secretario del Cabildo no puso objeciones a que el acuerdo fuera votado.
El debate de este punto tuvo avatares de todo tipo, como cuando el PP rectificó su voto, primero abstención y luego favorable, porque, según dio a entender por su reacción espontánea de su jefa de filas, Zaida González, tenían que cambiar de postura tras recibir una orden de su partido.
Esto provocó el enfado de la portavoz de Sí Podemos, María José Belda, quien protestó porque «una cosa esa equivocarse en el voto y otra cambiar de opinión porque se recibe un mensaje por Whastapp o Telegram, y esto se puede convertir en un tenderete».

El secretario le aclaró que la rectificación hecha por el PP es reglamentaria siempre y cuando no se haya pasado a otro punto ya del orden del día.
La consejera del PSOE Berta Pérez, responsable de Hacienda, expresó que no entendía «cómo se puede aprobar una moción que es inviable, pues es una enmienda de contenido imposible y nula de pleno derecho, ya que las modificaciones de crédito, alta y baja, deben estar totalmente compensadas», reflexión a la que asintió el presidente del Cabildo, Pedro Martín.
Desde el PP, Zaida González se quejó de que «es imposible que la oposición conozca exactamente en cada enmienda al presupuesto qué partidas están disponibles en cada momento, y poner ese requisito haría totalmente imposible la labor» de la bancada opositora para enmendar las cuentas del Cabildo.
En un debate que parecía interminable y por momentos confuso, la portavoz de Sí Podemos, María José Belda, le preguntó al grupo de CC-PNC si iba a seguir adelante con esta enmienda en contra de la opinión de su partido en El Rosario, que cuestiona la adjudicación de la depuradora municipal¡ por parte del Ayuntamiento por el procedimiento de emergencia.

Carlos Alonso, que hizo caso omiso a esta pulla de Sí Podemos, explicó que el sentido de su propuesta es que la depuración de aguas en La Campana se resuelva por fases, y que la futura instalación comarcal sea compatible con la municipal ya adjudicada. A esto respondió el consejero de Transición Ecológica, Javier Rodríguez, que no las ve compatibles.
Desde el PP, Valentín González, en el mismo sentido aclaró que la EDARI municipal es transitoria porque se debe construir una comarcal que cuesta 10,5 millones, por lo que la intención de los populares es que ambos proyectos puedan coexistir.
Lo cierto es que más allá de las cuestiones de legalidad sobre el acuerdo aprobado, son ya dos las ocasiones en que el Pleno del Cabildo expresa su voluntad política de que esta institución se moje presupuestariamente con El Rosario en un asunto que viene de viejo, los problemas con la gestión del agua residual en el polígono de La Campana, y para cuya definitiva solución las desavenencias políticas entre unos y otros están influyendo sobremanera.