VICENTE PÉREZ
La iniciativa que el verano pasado tomó una adolescente sueca, Greta Thunberg, de faltar a clase los viernes para ir a manifestarse frente al Parlamento de su país para exigir medidas contra el cambio climático, ha dado la vuelta al mundo. Y se ha contagiado a jóvenes de todo el planeta, que, con el lema Viernes por el futuro (Fridays for Future) este viernes han llevado a cabo una jornada de huelga en los centros de enseñanza y, a su llamamiento, se han celebrado manifestaciones en más de 60 ciudades españolas, así como en otros 90 países.
En la capital tinerfeña, unas 3.000 personas, la mayoría estudiantes de la Universidad y de Secundaria, han participado en una marcha que partió en la tarde de este viernes desde la plaza de Weyler hasta la plaza de la Candelaria, con una pancarta en la cabecera de la manifestación que rezaba «Jóvenes por el clima. En pie por el planeta».
En medio de un ambiente de activismo medioambiental como no se veía desde hacía tiempo en las calles santacruceras, los jóvenes portaban carteles con lemas como «pretender que el cambio climático no es real no hará que desaparezca», «todavía podemos pararlo, ¿a qué esperamos para cambiar?», «sin planeta no hay futuro», «el amor está en el aire», «hay más plástico que sentido común» o «el imperio de los combustibles fósiles ha acabado. Uno de los lemas coreados fue: «No hay planeta B».

Por la mañana de este viernes también se celebró un acto de protesta en La Laguna, a las puertas de su edificio central. Igualmente han tenido lugar marchas medioambientalistas en Las Palmas de Gran Canaria y en Los Llanos de Aridane (La Palma). En Madrid han participado 4.500 personas, según la policía, y 50.000, según el Sindicato de Estudiantes. Sigue aquí el desarrollo en directo de la jornada.
Existe un amplio consenso en la comunidad científica internacional sobre la influencia de la contaminación con gases de efecto invernadero de las actividades humanas en la tendencia al aumento de temperatura en el planeta en el siglo XX y lo que vamos de siglo XXI, lo que podría elevarla en 1,5 grados centígrados en 2030.

Además del derretimiento del hielo de los polos, con el consiguiente aumento del nivel del mar , el cambio climático puede traer consigo efectos meteorológicos como un aumento de riesgo de fenómenos extremos (sequías e inundaciones), con daños para las poblaciones humanas en forma de escasez de alimentos.
Si, según la teoría del caos, el aleteo de una mariposa puede provocar un efecto devastador como un tsunami, lo ocurrido con Greta Thunberg se ha demostrado en su vertiente positiva, que su pequeña acción en las condiciones iniciales ha acabado generando una oleada de protestas estudiantiles en todo el mundo para que los gobiernos apliquen las políticas que eviten que se cumplan los pronósticos de los científicos y que la sociedad en general tenga una mayor conciencia por el medio ambiente.

