VICENTE PÉREZ / FOTOS: MOISÉS PÉREZ (AGENCIA NOTICIA)
La magia de las alfombras del Corpus Christi de La Orotava vuelve a suceder. El tapiz de la Plaza del Ayuntamiento ya está terminado y, como siempre, asombra la gran creatividad y el detallismo de estas auténticas obras de arte hechas de arena, elaboradas con 15 colores naturales, del Parque Nacional del Teide.
El director de esta singular obra es Domingo J. González Expósito, que elabora la Asociación de las Tradiciones Culturales Artearena, presidida por Miguel Ángel García.
El proceso de elaboración lo ha retratado el fotoperiodista Moisés Pérez de la Agencia Noticia, autor de las imágenes que ilustran este reportaje.
En el diseño de la alfombra se puede ver un único tapiz que representa el cielo con diferentes colores y tonalidades. Todo este cielo está dentro de un entramado de once espacios formados por líneas blancas (símbolo de pureza).
En el espacio central se encuentran la esencia de la fe y de la humanidad. Por un lado, la Trinidad formada por Dios-Padre, Dios- Hijo y Dios-Espíritu Santo; y, por el otro lado, la esencia de la humanidad entendiendo que todos somos iguales, que todos somos finitos y que seremos recordados por cómo hemos sido, cómo nos hemos comportado y lo que hemos hecho, según informa el Ayuntamiento orotavense.
En la parte baja de este centro, en la zona más oscura, se encuentra una flor distinta, posiblemente inventada, y también está representada la muerte, que recuerda que forma parte de nuestra vida.
Las figuras de la Trinidad miden desde los 7 metros de altura de Dios Padre hasta los 5 metros de la representación de la muerte. Los 2 ángeles laterales miden 11 metros de alto, y los 7 Ángeles pequeños miden entre 80 centímetros y 5 metros. Y algunos de estos serán realizados por los jóvenes alfombristas del grupo. Las flores del marco miden entre 6 y 3 metros de alto.
El 15 de mayo de 2007 y mediante decreto del Gobierno de Canarias se declaró Bien de Interés Cultural, con categoría ámbito insular, las Alfombras del Corpus de La Orotava, sobresaliente muestra de arte efímero.
El origen de las primeras se sitúa a mediados del siglo XIX, en relación directa con la primera alfombra floral con la que la familia Monteverde tributó al paso del Santísimo Sacramento a las puertas de su mansión.
Poco a poco familias fueron sumándose a la iniciativa hasta formar un itinerario integrado por cuatro calles (Colegio, Carrera del Escultor Estévez, Tomás Pérez e Inocencio García) y tres plazas (Casañas, Patricio García y Ayuntamiento) en las que se disponen más de una treintena muestras florales, alternando tapices y corridos.
El recinto, incluso con anterioridad a 1919, fecha de la primera alfombra en honor al Santísimo Sacramento, ya había sido testigo de la confección de alfombras (1905 para honrar la visita de la Marina Española y 1906 para dar la bienvenida al Rey Alfonso XIII), por lo que era cuestión de tiempo que tal manifestación se incorporase a la festividad del Corpus Christi.
La tradición la inició el alfombrista Felipe Machado. Su nieto, el arquitecto Tomás Machado Méndez, modificó un estilo de hacer alfombras ya que, además de que ocupó toda la plaza, introdujo las múltiples posibilidades de la perspectiva y aplicación de la corrección óptica. La riqueza cromática fue una aportación de Pedro Hernández Méndez. El alfombrista José González Alonso, continuó arte. A este le sucedería el célebre imaginero orotavense Ezequiel de León, de quién tomaría el testigo el actual director del tapiz, el citado Domingo González Expósito.