VICENTE PÉREZ
El presidente del Partido Nacionalista Canario (PNC) y diputado del Parlamento autonómico en alianza con CC y AHI, Juan Manuel García Ramos, ha afirmado que a Fernando Clavijo lo persigue la Justicia española, como a su juicio ha ocurrido antes también con otros presidentes del Gobierno canario nacionalistas, en concreto Manuel Hermoso, Adán Martín y Paulino Rivero, y, aún más hacia atrás en el tiempo, otros líderes del nacionalismo canario como Secundido Delgado, Antonio Cubillo y Fernando Sagaseta.
«Todos ellos perseguidos por la Justicia española», sentencia el parlamentario en un post que ha colgado en Facebook porque aduce que no cree que los periódicos publicados en Canarias «estén desvinculados de las servidumbres» que denuncia en esta red social.
Y advierte de que el nacionalismo canario «es el más peligroso» del Estado español, porque en cualquier momento podría pedir la descolonización de Canarias en la ONU.
Cabe recordar que Clavijo, ahora presidente del Grupo Nacionalista en el Parlamento canario y antes presidente del Gobierno regional, está investigado en el llamado caso Grúas, por hechos relativos a su etapa de alcalde, a raíz de una denuncia de Unidas se puede y el entonces partido de la oposicíon en La Laguna XTF-NC (su exlíder Santiago Pérez, ahora está al frente de la agrupación electoral Avante).
En la fase actual, aunque el caso fue archivado en su día, está reabierto en un Juzgado lagunero por orden de la Audiencia Provincial, y se le imputa a Clavijo delitos de prevaricación, malversación y tráfico de influencias, con una posición de la Fiscalía Anticorrupción bastante coincidente con la de los denunciantes.
Una causa en la que fue polémica también la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Canarias de trasladar el caso a un juzgado al quedar Clavijo desaforado por la entrada en vigor del nuevo Estatuto de Autonomía, y también desde CC-PNC se cuestionó la imparcialidad de dicha instancia judicial porque, según trascendió, llegó a haber un borrador de un fiscal subordinado del fiscal jefe que era favorable al archivo del caso por segunda vez. Sin embargo, las nuevas pruebas testificales han complicado las expectativas que tienen Clavijo y su partido de librarse de esta imputación a corto plazo.
García Ramos, en su post, tiene como punto de partida las mociones de censura que han prosperado contra CC-PNC. «Han caído en manos peninsulares los cabildos de Tenerife y La Palma», asevera, en alusión a los partidos PSOE , CS y PP. «La democracia es así y nada que objetar», escribe el catedrático de Literatura Hispanoamericana en la Universidad de La Laguna, que a reglón seguido añade: «Uno piensa que los partidos españolistas asentados en Canarias tienen todos una aversión especial contra el nacionalismo canario en general, aunque sea de la baja intensidad que practica Coalición Canaria, acaso con la complicidad de nuestro partido, el Partido Nacionalista Canario, el más antiguo de Canarias, y el tercero más antiguo de España, después del PSOE y del PNV».
Y es en este punto cuando hace un repaso de los que juzga como ataques del Estado español a los líderes nacionalistas canarios: «Siempre ha sido así, desde Secundino Delgado, que defendió a Canarias como territorio soberano y fue atacado por el Estado español, que luego tuvo que indemnizarlo con las doce mil quinientas pesetas de la época por haberlo encerrado en la cárcel Modelo de Madrid sin pruebas; desde Antonio Cubillo, indemnizado con veinticinco millones de pesetas por crimen de Estado en Argelia; desde Sagaseta, ridiculizado por todas las fuerzas españolistas de la época; desde Manuel Hermoso, desde Adán Martín, desde Paulino Rivero, todos perseguidos por la justicia española, como ahora Fernando Clavijo Batlle».
Tras esta crítica reflexión contra el Poder Judicial español, el jefe de filas del PNC atribuye al soberanismo canario una cualidad diferenciada con respecto al de otros en España: «Somos el nacionalismo más peligroso del Estado español porque mañana podemos acudir a Naciones Unidas y reclamar nuestro estatus de pueblo descolonizado, lo que no pueden invocar ni vascos, ni catalanes ni gallegos».
Y concluye así su alegato el diputado de CC-PNC: «Por eso es tan fácil poner de acuerdo a los españolistas asentados en Canarias, llámense PSOE, PP, Cs, PODEMOS, o lo que ustedes quieran. Todos contra cualquier obediencia canaria a secas, todos de acuerdo en que los jefecillos deben ser de fuera. Debemos seguir siendo cautivos de decisiones foráneas. Debemos de seguir siendo subalternos».