VICENTE PÉREZ
Una casa terrera de arquitectura tradicional canaria del siglo XVIII ha aparecido totalmente tapada por una lona publicitaria que anuncia su venta.
El inmueble se encuentra en el número 36 de la calle del Doctor Allart, en pleno corazón del conjunto histórico del Antiguo Santa Cruz, y, según ha confirmado el Ayuntamiento de la capital tinerfeña y el Cabildo de Tenerife, consultados por PLANETA CANARIO, este gigantesco anuncio carece de los permisos administrativos pertinentes. En un conjunto histórico, competen tanto al consistorio como al Cabildo tinerfeño, y ninguna de estas administraciones lo ha autorizado.
El concejal de Urbanismo, Carlos Tarife, ha confirmado a PLANETA CANARIO que ha enviado este miércoles un inspector, porque este cartel «no cumple con la normativa, y se hará, por tanto, un requerimiento al propietario». La consejera de Patrimonio Histórico del Cabido, Josefa Mesa, ha indicado a este diario igualmente que se llevará a cabo la correspondiente inspección.
La Ley de Patrimonio Histórico de Canarias restringe la cartelería publicitaria en un Bien de Interés Cultural (BIC), que es la categoría que tiene un casco histórico, como este, la zona fundacional de la capital tinerfeña.
Tarife aclara que además, mientras no esté aprobado de forma definitiva el Plan Especial de Protección de este conjunto histórico, es preciso también el visto bueno del Cabildo a este tipo de instalaciones.
En cualquier caso, el edil recuerda que está en tramitación un ordenanza de publicidad exterior, cuyo contenido se puede consultar en la web municipal, porque se trata de una materia que «no está bien regulada» en el municipio.
Se da la circunstancia de que la casa terrera, si bien no tiene ningún grado de protección legal y se encuentra descuidada, es una de las más de 500 construcciones que el Cabildo de Tenerife propone proteger desde 2006, en sucesivos informes del Servicio Insular de Patrimonio Histórico, con ocasión de la anterior revisión del Plan General de Ordenación (PGO) del municipio.
En la actualidad, y tras las quejas ciudadanas en defensa del patrimonio colectivo y de partidos de la oposición, el Ayuntamiento ha procedido a suspender las licencias de demolición en esos 500 inmuebles susceptibles de catalogación, mientras se lleva a cabo el proceso de revisión del catálogo arquitectónico de protección, de forma paralela a la actualización del PGO también en curso, motivada por su anulación judicial debida a la falta de un nuevo trámite de evaluación ambiental.

Uno de los 500 casos que enfrentan al Cabildo y al Ayuntamiento
Esta casa, según constatan en sus informes los funcionarios del Cabildo especializados y competentes en la materia, forma parte de un grupo de «ejemplos de arquitectura tradicional, modificados en fachada a lo largo de la segunda mitad de los siglos XVII y XIX sin incorporar elementos ornamentales, pero mostrando una composición simétrica en fachada, amplias ventanas de guillotina y remate mediante parapeto ciego, y, en algún caso, conserva la cubierta de tejas a cuatro aguas».
El plan especial de protección del Antiguo Santa Cruz fue redactado inicialmente por funcionarios de la Gerencia de Urbanismos hasta el año 2015, y ya habían alcanzado un acuerdo con el citado servicio del Cabildo, cuyo criterio en un casco histórico es vinculante para aprobarse esta planificación.
Sin embargo, tras las elecciones de mayo de ese año, y tomar posesión el PP de la Concejalía de Urbanismo, la redacción de este plan se adjudicó por concurso a un equipo de arquitectos externo, que ha cambiado de criterio y se ha distanciado de los funcionarios del Cabildo, al punto de que decenas de inmuebles que antes iban a ser protegidos, o ya lo estaban, en la nueva propuesta (salió a exposición pública el verano pasado) ya no lo están y podrían ser demolidos.