VICENTE PÉREZ
SEO/BirdLife, organización no gubernamental que tiene como objetivo la conservación y el estudio de las aves y sus hábitats, ha señalado la necesidad de hacer una evaluación del impacto en la avifauna silvestre de los grandes incendios que han afectado a Gran Canarias en las últimas dos semanas, y que han quemado en total cerca de 10.500 hectáreas.
Una de las especies bandera que más preocupaba es el pinzón azul. Esta ave tiene unas densidades muy bajas (las más bajas de todo el paleártico occidental – una región amplísima que va desde los Urales en Rusia hasta el Sáhara, aproximadamente) y cuenta con una población muy pequeña de solo unos 280 ejemplares.
Afortunadamente, según SEO BirdLife, «su principal núcleo poblacional que se encuentra en la Reserva Integral de Inagua no se ha visto afectada porque el fuego no llegó hasta este espacio; sí parece que se ha visto afectado parte del hábitat potencial de esta especie en la cumbre y, puesto que está trabajando por aumentar sus efectivos, esto podría ser una mala noticia a falta de evaluar los daños reales a los ecosistemas».
Suministrar comida para el invierno
Así, considera «prioritario» la situación en que han quedado los ecosistemas de la zona para determinar la necesidad de que las aves dispongan de comida y alimento en aquellas áreas donde estos recursos han desaparecido por el incendio, para garantizar que pueden obtenerlos durante el invierno.
También recomiendan determinar, mediante los estudios pertinentes, la importancia de proporcionarles refugios y lugares de nidificación en las zona donde hayan desaparecido si se estima necesario. Para ello, SEO/BirdLife estima preciso que se hagan censos de aves en los pinares que no han sido quemados para evaluar si las aves se han desplazado comparando con los censos anteriores
Esta organización conservacionista señala que «aunque la mortalidad directa generalmente no suele ser un problema para las aves, porque pueden escapar volando, la exposición al humo, igual que en los seres humanos, puede afectar a las vías respiratorias» de estos animales, y añade que, «por otro lado, el fuego, en la medida en que introduce mosaicos de hábitats diferenciados, puede beneficiar a algunas especies de aves».
Menor mortandad por estar en el final de la nidificación
Cierto es que las crías habrán perecido, pero SEO BirdLife explica que «afortunadamente, estamos acabando el periodo de nidificación de la mayoría de las aves que podrían verse afectadas con lo que el impacto sería menor»
En cualquier caso, este grupo ecologista insiste en que es «necesario hacer un seguimiento de las especies tras el incendio, ya que habrá habido un desplazamiento de los ejemplares que pueden volar hacia zonas seguras dentro de su rango de distribución para determinar el impacto real» del fuego.
Recuerda la SEO BirdLife que los principales impactos de un siniestro de este tipo en la biodiversidad son la destrucción o alteración del hábitat natural, la pérdida de especies de flora y fauna silvestres (también en invertebrados y fauna edáfica – del suelo -, de lo que se habla poco), la muerte y desplazamientos de especies animales, la ruptura de la cadena alimentaria y alteración de la sucesión ecológica, un posible escape de especies exóticas invasoras (muy dañinas para los ecosistemas porque desplazan a las especies nativas), y además, los fuegos pueden pueden promover el establecimiento de especies exóticas que arden con mayor facilidad con lo que se promoverían nuevos incendios.