PLANETA CANARIO
Se acabaron las «injustas e inhumanas» esperas por fuera de una parte de los ambulatorios de la sanidad pública en Tenerife, situación que había continuado a pesar de que ya no era una medida generalizada por la mejora de la situación de la pandemia, según ha anunciado la Alianza de Vecinos, que denunció esta situación en junio.
Si un paciente llegaba más de quince minutos antes de su cita, se le impedía entrar en el centro sanitario, y se les hacía esperar en la calle. Hiciera, sol, frio o lluvia o tuviera el paciente 80 años, como además demuestran las imágenes divulgadas en su día por la Alianza en las que se observa a personas de todas las edades esperando por fuea del Centro de Atención Especializada (CAE) de Tomé Cano, en la capital tinerfeña. Sin duda, se trataba de pacientes en todos los sentidos de la palabra.
Pero el referido movimiento vecinal se puso manos a la obra para que fuera suspendida este medida, al considerarla «innecesaria y deshumanizadora» en este momento de la pandemia, pues basta el uso de la mascarilla, higiene de manos y ventilación.
Se trata de una medida dispuesta por la Gerencia de los ambulatorios de Tomé Cano, en la capital tinerfeña, y Sur de la isla, cuya responsabilidad recae en la gerente del Hospital de la Candelaria, Natasha Sujanani.
«Era imposible o muy difícil, en vista de la situación de los transportes públicos y privados, llegar puntualmente a las citas médicas, por lo cual los vecinos, por precaución llegaban antes de los quince minutos. Y con el miedo de llegar quince minutos tarde, lo que hacía perder su cita», afirma la Alianza de Vecinos en un comunicado.
Pero este colectivo ciudadano lo ha logrado y ahora se podrá llegar hasta una hora antes e ir acompañado por una persona de la confianza del enfermo, y se esperará dentro del ambulatorio, cómodamente.
Hay que tener en cuenta que los ambulatorios dependientes del Hospital Universitario (HUC), en el Norte de la isla, cuya gerencia corresponde a Mercedes Cueto, no seguían ya este procedimiento, y los pacientes podían aguardar en las salas de espera su cita con el especialista.
Para intentar solucionar esta discriminación entre pacientes de un mismo servicio público, la Alianza de Vecinos contactó con el director insular del Servicio Canario de Salud en Tenerife, Ignacio López Puech, que, según esta agrupación ciudadana, «comprendió la situación e inició el cambio de protocolos de los servicios de espera en los ambulatorios afectados».
No es la primera vez que la Alianza de Vecinos de Tenerife logra mejoras en las instalaciones y el trato a los pacientes de la sanidad publica, pues se trata de una de sus constantes reivindicaciones. «La humanización de los establecimientos sanitarios es imprescindible, pues deben tener la consideración debida a los usuarios y enfermos y no someterles a sufrimientos y molestias innecesarias», afirma el coordinador de la Alianza, Abel Román.
La filosofía de estas reivindicaciones no es otra que la ética aplicada a los servicios públicos y a las relaciones humanas en general. «En las acciones que llevamos a cabo en el transcurso de una vida», apunta este grupo de ciudadanos, «es importante controlar que no se creen sufrimientos innecesarios, ni a uno mismo ni a los demás, pues se cae en falta de ética e inmoralidad, y mucho más cuando esas acciones las ejecutan responsables públicos, pues su trascendencia es mayor en comparación con la que puedan realizar personas de manera individual».