VICENTE PÉREZ
«Sería absurdo no reconocer que la quiebra de Thomas Cook va a tener una repercusión económica importante en todos los sectores económicos de Canarias». Así de claro se ha expresado el delegado del Gobierno, Juan Salvador León, sobre la bancarrota de uno de los turoperadores mayores del mundo, el más antiguo (nació en 1841) y uno de los que más turistas británicos trae al Archipiélago. Por lo pronto, unos 30.000 visitantes de esa nacionalidad tienen ahora que regresar a su país con vuelos alternativos al que habían comprado.
«Todos somos conscientes de que va a tener una repercusión importante; pero si al problema con Ryanair nos viene este sobrevenido con Thomas Cook, indudablemente no corren buenos tiempos ni para Canarias ni para el resto del Estado», subrayó el máximo representante del Ejecutivo estatal en el Archipiélago.
En cuanto a la repatriación de los turistas que se han quedado sin vuelo de regreso por esta quiebra mientras estaba de vacaciones en Canarias -la patronal hotelera grancanaria, FETH, los cifra entre 25.000 y 30.000, León indicó que «están dando todos los pasos el Gobierno de España y el de Canarias para que los turistas afectados que ya están en nuestra isla puedan regresar sin problemas hacia sus lugares de destino, una coordinacion fundamental entre las Administraciones».
El Gobierno británico está habilitando vuelos con otras compañías para el retorno de sus compatriotas que están de vacaciones tras contratar los servicios de turoperador, medida que adoptará hasta el 6 de octubre. La página web de Thomas Cook advierte ya de que la compañía ha cesado su actividad y redirige a otra web de las autoridades británicas en las que se informa a los afectados: https://thomascook.caa.co.uk/.
El presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres, tachó de mala noticia lo ocurrido con esta compañía y afirma que «inevitablemente habrá pérdidas económicas», pues además «hay plantas hoteleras que prácticamente tienen sus servicios exclusivamente con Thomas Cook, por lo que se va a intentar arbitrar fórmulas para transferirlos a otras compañías y evitar que se cancelen las ofertas que ya se habían planteado».
El presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, estima que este cierre empresarial supondrá una pérdida de 13.000 turistas en la isla este invierno, el 7 % del total previsto para la temporada alta en el Archipiélago, que comienza en octubre.
Morales advierte de que, «al contrario de otros destinos y otras islas, Thomas Cook en Gran Canaria no solo operaba con turistas británicos, sino también con escandinavos y alemanes», por lo que su cese de actividad «va a afectar al mercado de invierno».
UGT ha alertado de que esta situación afecta a la estabilidad laboral de más del 10% de los trabajadores del sector de la hostelería en Canarias. “La quiebra de este gigante turístico es un problema de índole social que exige la implicación no solo de las empresas del sector, además es necesaria la de las instituciones públicas y agentes sociales”, señala el responsable de Hostelería de la FeSMC UGT Canarias, Francisco González.