Las reglas están claras. Se opina dentro de un marco perfectamente delimitado, las ideas transgresoras (esas que dicen que están fuera de la ley) están prohibidas, tales como que un ex presidente tenga una paga vitalicia. Suena a demagogia, pero también a golpe de verdad, que está por llegar, puede que la plebe se aburra de aguantar a tanto idiota. La garantía de certeza moral, tan usada en el discurso político como garantía de verdad absoluta, no siempre acompaña a la justicia o a la ética, las leyes acompañaron a la esclavitud dándole validez en su día, o a la prima notte, ese privilegio real que consistía en pasar la primera noche con el rey de la recién casada con un plebeyo, mientras el marido esperaba como un subnormal apaleado mutando en republicano o en un psicópata sin saberlo. La idea de basarse de manera viciosa y contínua en lo escrito, jode a dos niveles: uno, un texto no vale para siempre, esto no son los 10 mandamientos, y dos, la sociedad evoluciona, pero siempre tiende a hacerlo a base de cañonazos al poder establecido, la gente que vive bien no quiere moverse, les toca a los otros. España puede ser tan válida como nosotros queramos organizarla, pero es ridículo pensar en que no evolucionaremos, hay que hacerlo. Igual el problema no es hacer un referéndum en la esquina superior derecha, seguramente es que no hacemos tantos como debiéramos, puede que debiéramos hacer tantos como autonomías que somos. Si tenemos miedo a votar o te lo inducen, tenemos miedo a cambiar, y no es eres menos español por decir cómo quieres organizar tu país, faltaría más. Buscar nuevas maneras de organizarnos, estados federales, kioscos de carnavales o guachinches off shore, todo lo que se nos ocurra vale siempre que haya consenso. Pero eso sí, jamás he visto un matrimonio o familia que funcione a golpes en la mesa, se habla, se reflexiona y se aguanta, porque si te pones en ese plan (plan cuñado extremo), cuando te levantes, además de ser el ofendido, perdiste un apoyo, el de todos. La sociedad de un país merece el respeto de que alguien organice su mundo pensando en que la desigualdad es una constante, pero no un impedimento. Yo mismo quiero mucho a mi único hermano aunque seamos personas muy diferentes, nos une que queremos a nuestra madre. Nuestra patria. Si nosotros podemos hacerlo, los demás también. Si el soporta que soy más guapo e inteligente y vota por mí, y yo por él, porque es la persona más generosa y lista que conozco, no me digas que llevar un país es más difícil que lo tuyo con tu familia, es exactamente igual, todo es como lo veas y basando tu vida en el respeto, y en el humor, algo muy de nuestra tierra. Todo es cuestión de adorar las virtudes, y solucionar los defectos. La solución es siempre equilibrar porque sólo una balanza en igualdad de peso es un placer de mirar.
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