VICENTE PÉREZ
Los primeros documentos hechos públicos por el Gobierno canario para planificar emplazamientos donde reconstruir los barrios que fueron destruidos por la erupción del volcán Tajogaite reflejan que no se puede construir ni a corto ni medio plazo sobre gran parte de las coladas, porque tardarán en enfriarse hasta niveles seguros 10 o más años.

Solo algunas franjas situadas en los extremos del nuevo malpaís este proceso de solidificación completa tardaría entre 6 meses y un año, o menos de dos años, con otras que tardarían entre 5 y 10 años, según el mapa elaborado por el Instituto Volcanológico de Canarias (INVOLCAN).
De ahí que algunos suelos susceptibles de albergar de nuevo viviendas en un corto plazo se localizan sobre todo en la zona de La Laguna (Los Llanos de Aridane) y, en la parte sur, Las Norias-La Majada.
Con estas limitaciones de carácter científico, las personas afectadas que han participado en talleres organizados por el Gobierno de Canarias han mostrado sus preferencias de ubicaciones para reconstruir sus viviendas. Solo en esas zonas aledañas o próximas a La Laguna y a Las Norias esos nuevos asentamientos estarían sobre la lava de esta erupción.
Sin embargo, el nivel de participación de personas afectadas en estos talleres resulta muy bajo, ya que solo han participado 157 de las 883 personas invitadas, apenas el 18%.

El Gobierno canario, a través de la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, ha hecho públicos estos mapas, con escasas explicaciones, así como un escueto documento sobre las preferencias de personas damnificadas para el emplazamiento de la reconstrucción de barrios.
Ha culminado así la primera fase del, en palabras de este organismo público, «marco territorial para la recuperación de la normalidad» tras la erupción de La Palma, en la que se han celebrado más de 40 reuniones y talleres vecinales para analizar las necesidades de la ciudadanía afectada y recopilar propuestas parea este proceso de reconstrucción.

El objetivo general de este trabajo, según la Consejería regional, es “la definición de los diferentes escenarios de intervención urbanística posibles, de manera participada a través del desarrollo de un proceso de escucha e intercambio de información que integre a todas las partes implicadas de cara a la reubicación final de las viviendas y núcleos de población que fueron afectados por la erupción del volcán en La Palma y la ordenación de su territorio, basándose en criterios de sostenibilidad”.
Otros objetivos de estos talleres han sido Informar sobre las primeras indicaciones jurídicas y actualización de resultados científicos, así como trabajar las características de las bolsas de suelo propuestas que forman el escenario general de reubicación.
En el mapa que se muestra a continuación, según explica la Consejería, aparecen las bolsas de suelo modificadas teniendo en cuenta criterios técnicos y los resultados de los talleres participativos. Además están diferenciadas en dos colores, donde el color más intenso representa las bolsas con mayor preferencia de ocupación en los talleres participativos y el color menos intenso la menor preferencia de ocupación.
El consejero responsable de la Consejería autonómica de Planificación Territorial José Antonio Valbuena, ha mantenido tres encuentros en los municipios de Los Llanos de Aridane, El Paso y Tazacorte para compartir las conclusiones del trabajo desarrollado desde el mes de marzo, exponer los mapas y bolsas de suelo que se han definido de la mano de la ciudadanía palmera implicada, atender las dudas que aún puedan existir sobre este procedimiento y explicar los próximos pasos que se darán en lo que resta de año.
“Experiencias pasadas de otros territorios similares nos revelan que las construcciones que se erigen sobre coladas de más de cinco metros tienen un serio riesgo de afección para su estructura”, expone Valbuena en un comunicado. El la documentación que ha publicado el Gobierno canario, con un mapa elaborado por el INVOLCAN, se puede apreciar cómo gran parte de las coladas de esta erupción tienen más de 20 metros de espesor (color violeta), entre 10 y 20 metros (color rojo) y entre 5 y 10 (color naranja)T
Entre las personas damnificadas ha surgido una Plataforma, la de Pampillo-Todoque que reivindica su derecho a volver al lugar del que fueron desalojados, y han mostrado su intención de encargar informes geológicos alternativos a los que elaboren las Administraciones públicas, al tiempo que han reclamado que se estudien todas las tecnologías y técnicas de construcción sobre coladas volcánicas.
Este grupo de personas afectadas defiende que en la nueva planificación se recoja la reconstrucción del camino del Pampillo, que antes de la erupción se localizaba junto al flanco sur de la montaña de Todoque, una zona que en el citado mapa aparece con coladas de más de 10 y más de 20 metros de espesor y con un enfriamiento que puede durar 10 años.

En cualquier caso, esta plataforma invoca una dimensión ética de sus peticiones, ya que no creen justo que se les expulse para siempre de sus propiedades y del lugar donde han vivido desde hace siglos, en el caso de algunas familias, originalmente también coladas volcánicas que fueron pobladas y transformadas en campos agrícolas por sus antepasados.