El número uno de trasplantes de páncreas del mundo, el reconocido profesor Hans Sollinger, ha visitado Tenerife para encontrase con uno de sus pupilos en trasplantes, Antonio Alarcó, quien, aunque también es conocido por su actividad política, como cirujano de profesión tiene en su haber una larga experiencia en esta disciplina (hizo el primer trasplante de páncreas en Canarias).
Durante el encuentro, Sollinger hizo partícipe al cirujano tinerfeño de las novedades acaecidas en torno al programa de tratamiento de la diabetes con células madre de pacientes tratados para que sean productores de insulina. En este sentido, recalcó su interés en que el Complejo Hospitalario del Hospital Universitario de Canarias (HUC) y el equipo del profesor Alarcó, sean parte imprescindible de este revolucionario proyecto.
El especialista de fama mundial en el trasplante de páncreas anunciaba que regresará próximamente a Tenerife para ofrecer un ciclo de conferencias sobre sus avances en este campo.
Sollinger ha sido recientemente galardonado por la Sociedad Americana de Cirujanos de Transplantes (AST) con el Premio de Honor 2019 a la Innovación Quirúrgica (2019 AST Pioneer Award).
Este premio supone el mayor reconocimiento en EE.UU. que se puede otorgar a un cirujano de transplantes. También han recibido el mismo reconocimiento, grandes profesionales de la cirugía como el Prof. Starzl, Belzer, Shumway, Murray, Najarian.
Canarias, con una de las tasas de diabetes más altas de Europa
La falta de una hormona es lo que genera la diabetes, una enfermedad que en su tipo más peligroso “puede provocar ceguera, fallo renal o amputaciones traumáticas”, explicó el reconocido cirujano, que se remontó a principios de los 80 para recordar que desde entonces se busca una cura para la enfermedad. Según Sollinger, la diabetes mellitus tipo 1 afecta en Estados Unidos a 1,7 millones de personas, mientras que en España la prevalencia es de entre 60.000 y 70.000 personas. Canarias tiene una de las tasas más altas de enfermos de diabetes de toda Europa.
La intención del equipo liderado por Sollinger es conseguir que el propio organismo del enfermo vuelva a generar insulina. Para ello “se crea en el laboratorio un promotor de insulina que se inyecta en el paciente para que actúe en el hígado”, señala el doctor, quien añade que “el hígado pasaría a funcionar como el páncreas”.
Una vez que concluyan los estudios preliminares en perros diabéticos de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Wisconsin, comenzará la fase de prueba en humanos.