PLANETA CANARIO
El actor argentino Darío Grandinetti es uno de los protagonistas de la serie Hierro, en la que encarna el papel de Díaz, un empresario del sector platanero con turbios negocios y principal sospechoso de la primera muerte que debe esclarecer la jueza, interpretada por la actriz Candela Peña.
Como el resto del equipo que rodó esta exitosa producción de Movistar+, que está ya en su segunda temporada, Grandinetti confiesa su encanto con El Hierro, tras rodar dos años seguidos en la isla.
«Cuando se interrumpió el rodaje por el confinamiento debido a la pandemia, estábamos todos deseando volver a El Hierro, porque la isla no solo es un personaje más para nosotros, sino que se transformó en un lugar entrañable para quienes hicimos la serie», afirma, entrevistado por Casa de América, un consorcio público que tiene como objetivo estrechar los lazos entre España y el continente americano, especialmente con Iberoamérica.
El actor, que ha rodado casi medio centenar de películas y 25 series o producciones para televisión y ha participado en 23 obras de teatro, señala que el rodaje de esta segunda temporada «fue accidentado por la pandemia, pues llevábamos algo más de un més rodando cuando tuvimos que parar, aunque finalmente con la suerte de que pudimos terminarla, porque la isla nos permitió una especie de burbuja sanitaria por los pocos contagios que había allí y por las medidas de seguridad que se tomaron».
Rodar en El Hierro le permitió conocer la isla muy bien: «Mi mujer me decía a veces que por dónde me estaba metiendo con el coche, porque ya conocía por dónde acortar camino».
Tanto les gustó la isla que «hubo gente del equipo de Hierro que pasó allí los dos meses que duró el confinamiento, y otros compañeros se fueron a pasar el fin de año en El Hierro». «Porque la isla se convirtió en un sitio nuestro, era como un gran vecindario», señala.
Y apunta que le gustaría ver esta serie en el cine, «porque el sitio es precioso y en pantalla grande se puede ver mucho mejor todo eso».

Durante su estancia en la Isla del Meridiano para rodar la segunda temporada, la gente ya lo conocía y lo saludaba: «Y nos pasó algo llamativo: nos agradecían mucho la serie, porque dio a conocer la isla y empezó a ir turismo, buscando los lugares que aparecen en la serie».
Grandinetti opina que el rodar en una isla pequeña generó «una empatía con los ciudadanos, una relación de acercamiento con las personas que no es habitual cuando ruedas en un sitio grande».
Sobre la segunda temporada de la serie, considera que «es mucho mejor que la primera», aunque admite que fue una gran sorpresa la repercusión positiva que tuvo la primera entrega.

Destaca el actor argentino que el 90% del equipo de la primera temporada repitió en esta segunda, «lo que quiere decir que la experiencia había sido buena y eso habla de una manera de trabajar y de convivencia».
Aparte de Hierro, rodó el pasado año una película en Tierra del Fuego (Argentina), en abril empieza a grabar en su país una serie sobre Eva Perón, titulada Santa Evita y tiene previsto este año además participar en otro filme.
Preguntado si la pandemia de Covid-19 cambiará a mejor como sociedad, dijo ser «escéptico», porque «el mundo vivió la mal llamada fiebre española y después eso la civilización no cambió, la gente no fue más buena, y eso que murió entonces muchísima más gente que ahora y que ya había pasado la primera Guerra Mundial, y aún así vino la segunda».
Desde su punto de vista, «lo único que no puede hacer que mejore la vida es votar bien, ejercer nuestro derecho cívic , estar atentos a ver cómo se porta cada cual y elegir a quien pueda capitanear bien el barco».
En relación a la Covid-19, lamenta que la cultura haya sido de las actividades más perjudicadas por la pandemia, pues «ha sufrido de manera terrible» las restricciones para frenar los contagios. «Hemos llegado tan a fondo que, parafraeando a Serrat, solo queda ir mejorando», apostilla.

Grandinetti nació en la ciudad argentina de Rosario, provincia de Santa Fe. En 1980 debutó en una serie de televisión, Donde pueda quererte. En 1984 se estrenó en el cine con el filme Darse cuenta. Su primer trabajo para una producción extranjera fue en El día que murió el silencio (en 1998), del director italiano nacionalizado boliviano Paolo Agazzi.
En 2001 recibió el Premio Konex (Diploma al Mérito) como uno de los cinco mejores actores de cine de los años noventa en Argentina. Ha trabajado en otras películas y series españolas.
Lo dirigió Pedro Almodóvar en la película ganadora del Óscar al mejor guion original Hable con ella. En 2012 recibió el Premio Emmy Internacional como mejor actor por su participación en el ciclo televisivo Televisión por la inclusión.