PLANETA CANARIO
Canarias empezará a aplicar un proyecto piloto de una aplicación móvil de rastreo de contagios por coronavirus COVID-19, según ha informado el Gobierno regional. Este tipo de herramientas registran los movimientos de las personas que han contraído el virus y avisan a sus usuarios de que han podido estar expuestos a un posible contagio, lo que, según el Gobierno canario, ayudará a controlar la expansión de la pandemia. Al ser una app que puede funcionar en toda la Unión Europea y que compartirá bases de datos a escala europeo, el rastreo de los casos contribuirá a conocer el estado de la pandemia en cada región.
Esta nueva aplicación móvil, que, según el Ejecutivo que preside Ángel Víctor Torres, ya funciona en otros países como Corea «con buenos resultados y aceptación por la población, al advertir a una persona de su posible contacto con un positivo en COVID-19», facilitará la actuación de los equipos sanitarios que podrán tomar las medidas de aislamiento y diagnósticas oportunas, contribuyendo a reducir el impacto de la pandemia.
Conocer cómo se mueve el virus en una determinada región ayuda, en primer lugar, a poder tomar medidas en la desescalada y el retorno a la normalidad, pero también a atajar rápidamente posible rebrotes del virus, al aislar rápidamente a los posibles contagiados, expone el Gobierno autonómico.
En Canarias, en su condición geográfica de Archipiélago y como destino turístico reconocido a nivel mundial, ha sido el lugar elegido por el Gobierno central para la puesta en marcha de este proyecto, que contribuirá a convertirlo en un destino seguro, pues la app permitirá controlar los movimientos del virus y, por tanto, que se vayan aliviando las restricciones de movilidad exterior a medida que los datos epidemiológicos y de control así lo indiquen.
Desde ambos gobiernos se destaca que este tipo de herramientas serán respetuosas con la identidad y la intimidad de las personas rastreadas, garantizando siempre el cumplimiento de la Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal.
Proyecto piloto en Tenerife para rastrear en transporte público a los viajeros con COVID-19
También con relación a aplicaciones tecnológicas para el seguimiento de la pandemia, el Cabildo de Tenerife ha informado de que la isla ha sido seleccionada por el Gobierno de Canarias para ser la primera en implantar el proyecto DATALAI, una herramienta que genera información en tiempo real a través de datos de viajeros del transporte público que ya tiene el Cabildo de Tenerife a través de sus dos empresas Titsa y Metrotenerife, que se cruzarán con la información del Servicio Canario de Salud y permitirá realizar un seguimiento de los itinerarios seguidos por personas que hayan resultado positivas a la COVID-19.
Así lo explica el vicepresidente primero del Cabildo de Tenerife y consejero de Carreteras, Movilidad e Innovación, Enrique Arriaga, que señala que “la puesta en funcionamiento de esta herramienta contribuirá a controlar la situación actual y prevenir futuras situaciones similares a la experimentada con esta pandemia para poder actuar con antelación y minimizar sus consecuencias”.
“El Gobierno de Canarias ha seleccionado a Tenerife para poner a prueba este sistema porque ya tenemos una parte del trabajo muy avanzada, al contar con gran cantidad de datos procedentes de nuestra labor para mejorar la movilidad en la isla, que nos permitirá analizar los desplazamientos de las personas, y que va a resultar de gran utilidad para vigilar tanto la propagación como los efectos que puede tener el virus sobre la población”, añade Arriaga. Asimismo, señala que la detección precoz y control de la propagación del virus colocará a la isla en una buena posición para la recuperación turístico, al dotar al destino de una mayor seguridad.
Dada la envergadura de este proyecto, además de las empresas de transporte público del Cabildo de Tenerife, el Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) y el Servicio canario de la Salud, participan la Universidad de La Laguna (ULL), a través del Instituto de Enfermedades Tropicales y Salud Pública y de la Cátedra Cajasiete Big Data, Open Data y Blockchain, el Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria y Cajasiete
A través de este proyecto, el Cabildo de Tenerife pondrá a disposición del Gobierno de Canarias los datos obtenidos a través de la telefonía móvil y que desde hace tiempo tiene el área para tomar decisiones acerca de la frecuencia y las líneas de transporte público. Además, se cuenta también con datos específicos del periodo de desescalada recopilados recientemente.
De esta manera en el caso de detectarse un nuevo brote de la COVID-19, los datos de este estudio permitirán conocer los sectores afectados, detectando las zonas y la población de riesgo, dado que si se confirma un positivo se podrá comprobar cuál ha sido el recorrido de la persona en cuestión y tomar las medidas de control y prevención que se estimen oportunas en dichas zonas determinadas, siempre con las garantías de anonimato legalmente establecidas.
Además, el Cabildo pone a disposición de esta iniciativa un equipo de trabajo multidisciplinar y su infraestructura de cómputo y almacenamiento en el superordenador TEIDE HPC tanto para albergar los datos de toda la Comunidad Autónoma de Canarias como para su procesamiento a través de los modelos basados en inteligencia artificial que se lleven a cabo.
Lo que ha hecho Corea del Sur

En Corea del Sur, la app permite al Gobierno tener localizados y controlados a todos los casos positivos, además de comunicarse con ellos para que puedan reportar síntomas o problemas que necesiten de atención médica durante sus cuarentenas. Igualmente, la aplicación informa tanto a paciente como a administración si el primero se salta el asilamiento y también reporta casos cercanos gracias a la localización GPS, evitando así contactos innecesarios.
Según ha explicado EFE, hay dos modelos principales de rastreadores, los basados en el geolocalizador GPS y bases de datos centralizadas que son más invasivos, como los que se utilizan en China y Corea del Sur, y los que usan la tecnología Bluetooth como los de Singapur o Australia. La clave para defender la privacidad, según los expertos, es que el sistema sea descentralizado.
Gracias a su experiencia con un tipo de coronavirus anterior, en 2003, Singapur fue uno de los países que antes reaccionó ante la Covid-19 y el primero en lanzar un rastreador basado en la tecnología Bluetooth -el 20 de marzo-. La aplicación, llamada TraceTogether, intercambia códigos identificatorios entre usuarios que estén en un radio de 2 metros de forma automática y encriptada a través del Bluetooth que tienen la mayoría de los teléfonos móviles.
Si un usuario contrae la neumonía Covid-19, causada por el coronavirus Sars-CoV-2, puede compartir su información con las autoridades y el sistema avisará a las personas que estuvieron en contacto con él o ella para romper las cadenas de contagios. En un vídeo explicativo, la app asegura que el proceso requiere la autorización del usuario y la aplicación no recopila datos de geolocalización.
¿Qué prevé la ley sobre este tipo de tecnologías?
Según ha informado El Heraldo.es, el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea contiene reglas para permitir legítimamente tratamientos de datos personales en situaciones de emergencia sanitaria; concretamente, el artículo 6.1.e de la norma que reconoce explícitamente que el manejo de datos personales es «lícito» en casos excepcionales como el control de una epidemia y su propagación. En consecuencia, según esta normativa, la protección de datos «no debería utilizarse para obstaculizar o limitar la efectividad de las medidas que adopten las autoridades, especialmente las sanitarias, en la lucha contra la pandemia», especialmente si estos datos pueden ayudar a prevenir contagios.
Por tanto, según la legislación europea, sería posible desarrollar una aplicación que informe de los casos detectados en una zona, al menos mientras los datos sean «mínimos» y «agregados», es decir, que se limiten a informar del número de contagiados en una zona pero nunca «individuales» con datos personales que desvelen la identidad, porque eso sí podría vulnerar los derechos de los afectados por el virus.