PLANETA CANARIO
La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Santa Cruz aprobó este lunes el largamente esperado proyecto para la rehabilitación del cementerio de San Rafael y San Roque, declarado Bien de Interés Cultural (BIC) con la categoría de monumento.
El alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, explicó en un comunicado que la aprobación del proyecto pone fin a un largo proceso jalonado de diversas vicisitudes y que permitirá el acondicionamiento de este BIC y su incorporación al patrimonio cultural visitable de la ciudad.
El camposanto, donde yacen los restos de decenas de miles de personas, quedó en desuso desde la segunda década del siglo XX y estuvo décadas abandonado, e incluso sus defensores han denunciado que se maquinaba en los años 80 su desaparición para que un empresario privado explotara un parking publico en ese solar, aunque su declaración como BIC frustró esta intención contraria al patrimonio histórico.
La Asociación Pro Parque Funerario de San Rafael y San Roque, impulsada por Isauro Abreu y Teresa Laborda, lo rescató hace unos años del olvido con múltiples denuncias públicas, manifestaciones y actividades culturales reivindicativas. El Cabildo de Tenerife, a principios de siglo, convocó un concurso de ideas para rehabilitarlo, y lo ganó José Antonio Pinto, que durante años estuvo guardado en una gaveta porque el Ayuntamiento rechazaba su propuesta de derribar parcialmente un muro lateral con la intención de que el cementerio se viera desde la calle para evitar el vandalismo que se cometía en su interior y poder convertirlo en un parque público, dado que consideraba que los muros no tenían valor. En vistas del bloqueo a su idea, Pinto mostró su predisposición a modificar el proyecto, pero este siguió arrumbado.
En el pasado mandato (gobierno CC-PSOE) se realizaron algunas obras de carácter menor y llegó a abrirse al público, e incluso se planteó una inversión de más de 5 millones de euros, aunque en el presente mandato el nuevo equipo de gobierno (CC-PP) decidió su cierre alegando motivos de seguridad hasta su rehabilitación, y se restauró la capilla anglicana.
El proyecto aprobado ahora por el gobierno municipal cuenta con un presupuesto base de licitación de 588.401 euros y un plazo de ejecución de doce meses, según explicó en la nota de prensa el sexto teniente de alcalde y concejal de Obras e Infraestructuras, José Alberto Díaz-Estébanez. “A partir de ahora se pondrá en marcha el proceso administrativo para la aprobación de los pliegos y la posterior adjudicación de la obra”, subrayó.
Por su parte, la concejal de Patrimonio Histórico, Yolanda Moliné, se felicitó por la aprobación de un proyecto “que por fin permitirá la reapertura al público de este importante enclave histórico en condiciones dignas y a la altura de su condición de BIC”. En este sentido, recordó que el Ayuntamiento ha recuperado y actualizado el proyecto original elaborado en su momento por Pinto.
La obra será acometida por el propio Ayuntamiento, en cofinanciación con el Cabildo en el marco del Programa de Patrimonio Histórico del Marco Estratégico de Desarrollo Insular (MEDI).
El Ayuntamiento pretende recuperar el diseño original de los portones, católico y anglicano y, mediante la separación, poder enfatizar y distinguir los dos cementerios desde el exterior. Se contempla, además, la eliminación del estanque, y la transformación de dicho espacio en una explanada en la que se puedan concentrar las personas para la celebración de cualquier acto socio-cultural relacionado con el recinto.
La rehabilitación interior consiste en la recuperación de las edificaciones existentes dentro del recinto, que se encuentran en mal estado, respetando su diseño, materiales y sistema constructivo. No obstante, como espacio que se rehabilita para abrir al público, tendrá que cumplir con los requisitos necesarios y obligados por normativa para este tipo de recintos, con la salvedad que conlleva ser un BIC.
Para poder resolver los condicionantes mínimos de accesibilidad y servicios públicos, el proyecto aprovecha los cuartos traseros al portón católico que se rehabilitan, y se dota de una rampa que conecta de forma accesible los dos cementerios.
Del mismo modo, el proyecto prevé la demolición de la edificación construida en los años 80, consistente en varios cuartos en mal estado, para servicios y almacenamiento, pero que nunca llegaron a ponerse en funcionamiento.
El resto del proyecto se complementa con la potenciación de la vegetación y la jardinería, mediante un proyecto específico, así como la iluminación nocturna y mobiliario urbano necesario en este tipo de edificación abierto al público.
El cementerio abrió sus puertas como camposanto en 1810, y las cerró de forma oficial en 1916, después de 106 años de funcionamiento, con la inauguración de Santa Lastenia. Se trata del primer cementerio civil de Canarias, de tipo romántico, y cuenta con dos ámbitos diferenciados: el católico y el anglicano, y cuenta también con tumbas judías.