VICENTE PÉREZ
Una investigación realizada por 12 científicos del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) ha localizado dos fallas tectónicas activas en el Valle de Aridane y Cumbre Vieja, que facilitaron el ascenso del magma en la erupción de 2021 y continúan moviéndose a un ritmo de hasta 2,8 milímetros por año.
Los autores de este estudio, publicado en la revista Applied Sciences (Ciencias Aplicadas, en español), advierten de que ambas fallas «tienen el potencial de provocar terremotos moderados» y además están produciendo deformaciones y daños estructurales en viviendas e infraestructuras, por lo que recomiendan tener en cuenta esta información en la planificación de la reconstrucción de la zona afectada por la catástrofe.
Precisamente la evidencia de que estas fallas continúan activas la aportaron los propios vecinos afectados, cuando en marzo de 2022 atestiguaron que sus casas, aunque habían resultado indemnes por la erupción de 2021, comenzaron posteriormente a tener grietas en la zona norte de las recientes coladas de lava.
Y otra prueba reveladora la constituyó el hecho de que en algunas viviendas las grietas que siguen abriéndose en la actualidad surgieron después de la década de 1980, cuando estas construcciones se edificaron, y ya tuvieron que ser reparadas antes de la erupción de 2021. No obstante, sus propietarios no han podido determinar los intervalos de tiempo en que se agrandaron estas grietas.
Los investigadores del IGME, instituto integrado en el Centro Superior de Investigaciones Científicas (SCIC), han denominado a estas dos grandes fracturas de origen tectónico como Tazacorte, con orientación Noroeste-Suroeste, y Mazo, con tendencia Este/Noreste-Oeste/Suroeste.
Este artículo científico está firmado por Miguel Ángel Rodríguez-Pascua, Raúl Pérez-López, María Ángeles Perucha, Nieves Sánchez, Julio López Gutiérrez, José F. Mediato, David Sanz-Mangas, Gonzalo Lozano, Inés Galindo, Juan Carlos García-Davalillo, Carlos Lorenzo Carnicero y Marta Béjar.
El camino para la salida del magma en ¿1949?, 2021…
Uno de sus autores, Raúl Pérez López, ha explicado a la Televisión Canaria que estas fallas “pudieron tener que ver con la erupción del San Juan (1949) y son el camino que utilizó el magma para salir a la superficie en 2021, y es lo que explicará por qué fue tan rápido su ascenso”. Además, este geólogo experto en riesgos naturales conjetura que “en futuras erupciones [el magma] pudiera volver a utilizar este plano de falla, porque, a diferencia de un dique, [estas grietas en el subsuelo] no se han rellenado ni solidificado, sino que las fallas continúan moviéndose y pueden seguir siendo un camino libre” para futuras erupciones.
En este punto enfatizó que esas grandes grietas “se siguen abriendo, por desgracia, con un movimiento lento y continuo, y afectado a las casas que tienen encima”. “Ese movimiento es tres veces mayor que el de las fallas tectónicas de la Península Ibérica, pero al ser continuo hace que no lo acumule para soltarlo en forma de terremoto”, expone el científico del IGME-CSIC.
Fallas tectónicas para prever futuros centros eruptivos
Asevera el geólogo que “estas deformaciones van a continuar, por lo que tenemos que medirlas y ver los efectos que hacen estas fallas” pues, además, pone de relieve que “en países con fallas activas se delimitan y se avisa siempre de cuál es su localización para futuras planificaciones”.
En el artículo publicado en Applied Sciences se propone la utilización del análisis estructural de campos de tensión tectónica en regiones volcánicas activas para pronosticar áreas con una alta probabilidad de ser puntos de salida de magma y posibles orientaciones de emplazamiento de diques.
Los investigadores concluyen que la falla de Tazacorte “permaneció activa durante toda la erupción, generando respiraderos paralelos a esta ruta en la zona de respiradero principal y área norte de los flujos (pero sin sismicidad significativa a partir de octubre de 2021)”.
“La falla de Mazo se activó a partir del 1 de octubre [2021], con la aparición, el 25 de noviembre [2021], de respiraderos eruptivos distales [lejos de los principales focos eruptivos] ,alineados según las fallas escalonadas normales contenidas en esta falla”.
No construir encima, el consejo del experto
Otro de los autores del estudio, Miguel Ángel Rodríguez Pascua, ha hecho un llamamiento a la tranquilidad de la población de la zona en declaraciones a Canarias Ahora / Eldiario.es: “No es el apocalipsis, lleváis toda la vida con esas fallas, pero no lo sabíais, así que no es problemático, […] y lo que hay que tener en cuenta es no construir encima, porque se va a rajar la vivienda».
Los científicos continúan monitorizando estas fracturas para ver cuánto se mueven y para ello han colocado en viviendas botones de acero perforados fijados mediante resina epoxi.
Al tratarse de fallas tectónicas, los autores de esta investigación han vinculado las orientaciones de estos agrietamientos del terreno con fenómenos a mayor escala en la corteza terrestre bajo el Atlántico: al orientado al NO-SE lo han denominado Campo de Deformación Atlántica, relacionado con la apertura de la Dorsal Atlántica, y al orientado NE-SW lo han llamado Segundo Campo de Deformación Local, “relacionado con fallas de componente principalmente normal y que son perpendiculares a la primera”.
Una de la hipótesis apunta a que las fracturas eruptivas del volcán San Juan tienen la misma orientación NW-SE que la falla de Mazo, por lo que la erupción de 2021 podría estar relacionada con una propagación de esta falla hacia el noroeste.
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