VICENTE PÉREZ
Las asociaciones de vecinos de la costa de Arico se han unido para presentar alegaciones en contra del parque eólico marino que se pretende instalar muy cerca del litoral de este municipio, que, según estos colectivos, «ya viene siendo castigado» por la proliferación de aerogeneradores, a lo que suman el impacto del vertedero insular.
Encabeza este frente común la Asociación de Vecinos Aguaviva, de Tajao, que teme que la pesca artesanal, importante actividad en esta zona, se vea «gravemente afectada» por este proyecto de energías renovables, y, con ello, el sector de la restauración, actividades de las que, alega este vecindario, dependen muchos empleos de forma directa e indirecta.
La solicitud de autorización para este proyecto y su estudio de impacto ambiental se publicó en diciembre pasado en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Los aerogeneradores se ubicarán dentro del dominio público portuario, perteneciente a la Autoridad de Santa Cruz de Tenerife, en aguas definidas como Zona II del puerto de Granadilla, que se extiende desde el puerto actual hasta la punta del Sordo hacia el noreste y dos millas mar adentro hacia el sureste.

Aerogeneradores de hasta 130 m de alto y 103 millones de inversión
Esta instalación de renovables la promueve Parque Eólico Marino Granadilla SL, que invertirá 103,7 millones de euros. La instalación tendrá una potencia total de 50 MW, y estará formada por aerogeneradores dispuestos en dos alineaciones. La más próxima se situará a 1.850 metros (m) del dique del actual puerto (alineación sur) y la alineación más alejada (norte) a aproximadamente 3.650 m, en profundidades comprendidas entre los 15 y 55 m.
Para conseguir la potencia objetivo la empresa se plantea dos opciones. Una sería instalar 5 aerogeneradores de 10 MW de potencia cada uno, con un diámetro del rotor de 164 m y una altura del rotor estimada de 107 m sobre el nivel del mar. La alternativa serían 4 aerogeneradores de 12,5 MW de potencia cada uno, con diámetro del rotor de 220 m, altura del rotor estimada en 130 m sobre el nivel del mar y longitud de las palas de 107 m.
Las turbinas propuestas se instalarán sobre estructuras de gravedad con la tecnología ELISA desarrollada en España y testada con éxito a escala real en Gran Canaria en el área de PLOCAN.
Consiste en una cimentación con una base circular de unos 40-45 m de diámetro y una altura de canto de unos 8 a 10 m, sobre la que se asienta una torre híbrida, de hormigón hasta la plataforma de acceso, que se situará una vez emplazada en su posición final, entre 10 y 15 metros sobre el nivel del mar, y que sirve de transición entre el hormigón de la cimentación y la torre de acero. Con estas dimensiones, cada cimentación en el fondo marino ocupara en torno a 1.590 m².

La conexión del parque eólico marino a la red de transporte de Red Eléctrica Española (REE) se prevé a través de la subestación Abona 220kV. Se estima que el cable terrestre tendrá una longitud aproximada de 1.400 m, mientras que el cable marino estaría entre 4.850 a 5.800 metros dependiendo de la disposición final.
El órgano competente para resolver la solicitud de la autorización previa es la Dirección General de Política Energética y Minas, perteneciente al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y la tramitación del expediente le corresponde a la Dependencia de Industria y Energía de la Subdelegación del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife. El órgano ambiental competente para emitir la declaración de impacto ambiental es la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental del citado Ministerio.
Las razones de los vecinos de Arico para estar en contra

Las asociaciones de vecinos de Arico recuerdan que de la pesca artesanal depende el sector de la restauración, en el que Tajao es «líder indiscutible de toda la comarca, con su pescado fresco y productos del mar durante todo el año».
A juicio de la población que ha presentado alegaciones, este parque eólico marino «viene a realizar un impacto brutal para los visitantes y vecinos de los núcleos de la costa de Arico, especialmente Las Maretas, La Caleta, Las Arenas o el propio Tajao que tendrán unos aerogeneradores prácticamente alineados con la costa, frente a sus viviendas».
La presidenta de la Asociación de Vecinos de Tajao, Pilar Dolores García, lo manifiesta de forma muy rotunda en un comunicado: “Tenemos una costa que es un reclamo para la gente que nos visita, que siempre busca la naturaleza y los productos frescos del mar, no viene buscando instalaciones industriales que perjudican el medioambiente marino, del que viven muchas familias directa e indirectamente, porque Tajao da empleo a mucha gente”.
En estas alegaciones ciudadanas se pone de manifiesto que “no se puede perjudicar a unos vecinos, al medio ambiente y a la economía de tantísima gente, por una inversión de una empresa particular”. Por ello, piden la paralización del proyecto y que se busquen alternativas «respetuosas con el medioambiente, la biodiversidad, el paisaje y la economía local e insular», y sobre todo, «que cuenten con el apoyo y la implicación de la sociedad”.
«Lucharemos donde haga falta por defender nuestra costa; no descartamos organizar movilizaciones, para que la Administración recapacite y se detenga esta iniciativa empresarial y privada”, advierte el movimiento vecinal de la zona.