PLANETA CANARIO
Un grupo de estudiantes pasó la madrugada de este martes acampañado dentro del edificio del Rectorado de la Universidad de La Laguna (ULL) como continuación de una concentración que tuvo lugar el lunes 9 de noviembre contra las políticas del actual equipo rector de este centro docente, que preside Rosa Aguilar, a quien piden su dimisión.
En un manifiesto leído durante este acto de protesta, estos estudiantes critican lo que consideran mala gestión de la pandemia en la ULL, el ratio de abandono del 45%, las prácticas de empresas no remuneradas o el elevado coste de las matrículas. También reprochan la inversión en videocámaras en lugar de ampliar la plantilla docente y reclaman una mayor representación del alumnado en el Consejo Social de la ULL.
Otro de los motivos de queja es la cesión del parquin de la Facultad de Bellas Artes al Ayuntamiento de La Laguna para un simulacro policial y militar, que acabó con la detención, y puesta en libertad con cargos, de dos jóvenes que se habían manifestado contra este acto. Las protestas están alentadas por la Plataforma de Estudiantes de Tenerife.
El equipo rector ha reconocido que el Gobierno canario incumplió su acuerdo de no cobrar las tasas por segundas y terceras matrículas a estudiantes afectados por el estado de alarma, y sobre el citado simulacro, alega que desconocía que se tratara de un ejercicio con prácticas de tiro, y que el Ayuntamiento solo le había informado de que sería un ensayo de rescate de personas atrapadas en un derrumbe de un edificio por parte de militares y guardias civiles.
El lunes, Rosa Aguilar habló con los estudiantes concentrados en el Rectorado, a quienes trató de dar explicaciones, sin éxito. «Si la comunidad universitaria no me quiere yo me voy, pero en total son 23 000 personas y aquí solo hay unos pocos», sentenció la rectora, en palabras recogidas por Periodismo ULL, el diario digital elaborado por el alumnado de Ciencias de la Comunicación de la ULL.
Según esta fuente, el Consejo de Gobierno de la Universidad propuso que cuatro estudiantes de los concentrados subieran al despacho para llegar a un acuerdo que satisficiera a ambas partes, a lo que los universitarios se negaron. Aguilar subió a su despacho y los manifestantes esperaron sentados a que volviera a aparecer con su renuncia. «Te damos cinco minutos para que firmes», exigieron. La rectora no volvió.
Los manifestantes, ante la ausencia de Aguilar, se colaron en el interior de los despachos. «Rosi, dimisión. Rosi, dimisión». El grupo se fue dispersando, excepto algunos pocos que se quedaron a pasar la noche.
PLANETA CANARIO ha solicitado vía email al Rectorado su versión de estos hechos, aunque no ha sido posible recabarla para incluirla en esta información.