PLANETA CANARIO
Aunque parezca increíble, Tenerife, que alberga el tercer mayor volcán del mundo y una isla volcánicamente activa, carecía hasta ahora de una planificación de emergencias para poner a salvo a su población en caso de una erupción. La última que aconteció en Tenerife fue la del Chinyero, en Guía de Isora, en 1909. Pero de entonces a la actualidad la Isla ha cambiado mucho: tiene más de un millón de habitantes muy repartidos por todo su territorio y está intensamente urbanizada, con lo que un episodio geológico de este tipo seria hoy en día más peligroso que en el pasado para vidas y bienes.
El Cabildo tinerfeño ya tiene elaborado ese documento: el Plan de Actuación Insular frente al Riesgo Volcánico de Tenerife (PAIV), promovido por el Servicio Técnico de Seguridad y Protección Civil de la institución insular y desarrollado por la cátedra de Reducción del Riesgo de Desastres de la Universidad de La Laguna (ULL).
Así, este Plan desarrolla la estructura organizativa y funcional en la isla, zonifica el territorio en función de su posible riesgo volcánico, establece los criterios y procedimientos adecuados para la evacuación y albergue de la población en caso de una emergencia volcánica y para el restablecimiento de los servicios esenciales afectados, así como los procedimientos de información a la población y los métodos de difusión y divulgación.

Las zonas con más riesgo se hallan en Santiago del Teide-El Tanque, Valle de Icod-Garachico, Santiago del Teide-Guía de Isora, y el estratovolcán Teide-Pico Viejo e Icod-La Guancha.
Los albergues masivos para la población en caso de una erupción son el Centro Internacional de Ferias y Congresos de Santa Cruz de Tenerife, el Pabellón de Deportes Insular Santiago Martín en San Cristóbal de La Laguna, el Auditorio de Tenerife Adán Martín, el Complejo Deportivo de Tenerife, el Palacio de Congresos Pirámide de Arona, el Centro de Eventos Magma Adeje o el Centro de Congresos del Puerto de la Cruz.
El documento fue presentado este viernes en rueda de prensa. El presidente del Cabildo, Pedro Martín, explicó que “este plan cumple con lo establecido en el Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por riesgo volcánico en la Comunidad Autónoma de Canarias (PEVOLCA), cuyo objeto es garantizar una respuesta coordinada de todas las administraciones públicas para hacer frente a posibles erupciones y a las emergencias derivadas de las mismas”, según informa la institución insular en un comunicado.

“La baja percepción social del riesgo volcánico hace que sea muy necesario reforzar en la sociedad la atención a estos fenómenos. Es por ello que el PAIV atiende a la formación y la información a la población de la verdadera importancia de la convivencia con los volcanes. 112 años sin erupciones puede ser muy poco tiempo desde el punto de vista geológico, pero en la ‘cultura’ de una sociedad es bastante, por lo que la percepción de ese riesgo se ha ido diluyendo con el tiempo”, recordó la consejera del Medio Natural y Seguridad, Isabel García.
“El equipo redactor de este Plan ha trabajado durante dos años y ya está en marcha un proyecto de implantación del mismo que implica trabajar de forma muy estrecha con los municipios de la Isla, especialmente los situados en su arco noroeste”, apuntó el director insular de Seguridad, Rubén Fernández García
Nemesio Pérez, coordinador del Instituto Volcanológico de Canarias ( Involcán) puso de relieve que los planes de emergencia se sustentan en tres pilares: “fortalecimiento de la comunicación de la alerta, poner en marcha un programa educativo sobre los peligros volcánicos, y la tercera tiene que ser una puesta en práctica, ensayarse a través de simulacros”.