VICENTE PÉREZ
El incendio en la mayor planta de compostaje de Tenerife ha seguido activo este martes 16, cinco días después de su inicio. Ya lo avisó el Cabildo: que el fuego podría durar días, mientras los bomberos, con palas, continúan refrescando y removiendo las 100.00 toneladas de materia vegetal acumuladas en un área de 3,5 km2.Esta planta, que es privada y está ubicada en la zona de Oroteanda (Arona), ya ardió en 2009, como ha recordado el Foro Canario contra la Incineración de Residuos, quien se pregunta por las inspecciones y controles que están previstas por ley a las industrias gestoras de residuos.
El Foro se pregunta cómo es posible que se puedan tener apiladas tal ingente cantidad de toneladas de restos de poda y maderas tipo palés al tiempo que plantea qué ha pasado con las medidas e infraestructuras previstas en el Plan Territorial Especial de Ordenación de Residuos (PTEOR) que se aprobó en 2009.
Y este martes 16 el Consorcio de Prevención y Extinción de Incendios y Salvamento de Tenerife ha emitido un comunicado en el que informa de una serie de aspectos relacionados con este suceso, entre ellos la de que la contaminación generada por este incendio «salvo momentos puntuales, no ha tenido una afección significativa y no ha exigido tomar medidas especiales», más allá de las recomendaciones a la población más sensible que evite exponerse a este aire porque «puede causar molestias respiratorias», sobre todo a las primeras horas de la mañana.
Asegura este organismo público que «los productos como bencenos, formaldehidos, acroleína y amoniaco son más propios de incendios de materias textiles, plásticos, derivados del petróleo y aceites y su presencia en este incendio ha sido testimonial y limitada al momento inicial del incendio en el que se quemó maquinaria, vehículos y su combustible».
Además, apunta el Consorcio de Bomberos que «en el momento que se inició el incendio, en la planta no se estaba realizando ningún proceso de compostaje; sólo había tareas de valorización de la madera con trituración y mezcla, lo que descarta otros posibles productos como metano».
La entidad consorcial que preside el Cabildo destaca que ha habido una «continua vigilancia de las columnas de humo y su contenido, contando con previsiones meteorológicas específicas para la zona y mediciones de contaminación realizadas por equipos de la Guardia Civil (TEDAX y NRBQ (Nuclear, Radiológico, Biológico y Químico)». El resultado de las mediciones» no arroja presencia significativa de productos tóxicos; sólo monóxido de carbono en los puntos más próximos al fuego, pero sin riesgo fuera de la zona de afección.
El Consorcio explica que para la extinción de este incendio se han establecido tres sectores: «uno de ellos es de pilas de madera, en su mayoría procedente de palets (madera sin tratamiento químico) y los otros dos sectores lo constituyen pilas de mezcla de madera triturada procedente de las pilas anteriores y material verde (restos agrícolas y de jardinería), de manera que la contaminación que genera este fuego «es similar a la que se produce en los incendios forestales».
En este incendio se está combinando la intervención de maquinaria pesada, camiones de extinción y helicópteros, junto a los bomberos que van rematando todo el material que se está removiendo y extinguiendo.
Los trabajos, según el Consorcio de Bomberos, se planifican en tajos seleccionados para que la dirección del viento permita la mayor visibilidad y menor afectación de humo, en equipos constituidos por un binomio de bomberos actuando con cada máquina y un mando coordinando y avisando de cada descarga de agua desde medios aéreos.
Según las condiciones de viento o de carga de humo y ceniza en la zona se reduce la intensidad de la remoción de materiales. Se hacen relevos continuados de personal, que se retira a la zona de descanso y avituallamiento junto al Puesto de Mando Avanzado. En estos descansos se renueva la mascarilla antipartículas.
En la gestión de esta emergencia se han coordinado el de Prevención y Extinción de Incendios y Salvamento de Tenerife (Bomberos Profesionales, voluntarios y Técnicos de Coordinación), Cabildo de Tenerife (especialmente BRIFOR y área de Medio Natural), Gobierno de Canarias (Protección Civil, GES Helicópteros y personal de tierra y CECOES – 112), Ayuntamiento de Arona (con especial intervención dela Policía Local), Guardia Civil (destacando TEDAX y NRBQ), SUNA (Empresa propietaria de la instalación siniestrada) y Balsas de Tenerife (Balten) con el fin de neutralizar la emergencia y gestionar el riesgo con la mínima afectación a la población, con profesionalidad y rigurosidad.