VICENTE PÉREZ
El presidente del Gobierno estatal, Pedro Sánchez, ha insistido en que «lo peor» de la pandemia el coronavirus en términos de fallecimientos y contagiados «está por llegar», y esa «ola más dura» por venir en los próximos días «pondrá al límite nuestra capacidad moral y material» del país, por lo que advirtió de que la sociedad «debe prepararse psicológicamente para ello».
El mandatario, en una rueda de prensa este sábado, dio la razón a quienes consideran que esta pandemia es la situación más grave que ha vivido Europa desde la Segunda Guerra Mundial, y, en el caso de España, enfatizó que sólo los más ancianos que vivieron la posguerra recuerdan una crisis más dura, de modo que, salvo ellos, «las demás generaciones nunca han afrontado algo tan duro».
Afirmó que, como presidente del Gobierno, asume toda la responsabilidad de las medidas que se están aplicando y aseguró que son de las más rigurosas que se han tomado en el mundo contra el coronavirus COVID-1, al ser de los países más afectados.
La estrategia aplicada en nuestro país, dijo, «es la que avala la Organización Mundial de la Salud y sobre la que existe consenso general en la comunidad científica».
El jefe del Ejecutivo observó que están dando marcha atrás las naciones que anunciaron que no frenarían la expansión del virus para sí inmunizar a la población aunque tuviera altísimo coste en vidas.
Sobre este virus, apuntó que cada día se conoce mejor y que «su propagación es más alta que una gripe normal y su letalidad mayor que una gripe común». «Afecta como la gripe de forma muy grave a personas mayores y enfermos con patologías previas», añadió.
España se provee de 661.000 tests y 1,3 millones de mascarillas
Tras afirmar que «la humanidad no estaba preparada» para esta pandemia, insistió en que hay que mantener el confinamiento en las casas para ganar tiempo y que la propagación no sea tan rápida que comprometa la asistencia de los enfermos en los hospitales. «El riesgo está en todas partes, aunque el impacto no es uniforme en todo el territorio», observó, y centró las zonas más afectadas en Madrid, y, en menor grado, Cataluña y País Vasco.
Sobre una de las mayores críticas en esta emergencia, como es la falta de material de protección para el personal de emergencias y la población de riesgo, anunció que en las próximas horas España dispondrá de 1,3 millones de mascarillas. También avanzó que España estará en disposición de hacer 641.000 tests rápidos para detectar el coronovarus. En la actualidad se realizan entre 15.000 y 20.000 análisis de este tipo al día, pero son insuficientes.
Y señaló que el Gobierno está trabajando para que el material que necesita el sistema nacional de salud lo produzcan empresas españolas.
10.000 denuncias por quebrantar el estado de alarma
Como consecuencia de quebrantamientos del estado de alarma, se han presentado 10.000 denuncias y se han impuesto 334 sanciones por infracciones.
Reconoció que la crisis no es solo sanitaria sino que habrá una crisis económica, con efectos laborales y financieros, «sin precedentes», para cuya amortiguación, recordó, el Gobierno ha tomado ya una serie de medidas anunciadas en días anteriores.
Sobre los efectos del estado de alarma y el aislamiento social en los hogares, dijo que se ha notado en que la demanda de combustibles se ha reducido hasta un 80% menos en el caso del queroseno, el tráfico por carretera se ha reducido a una séptima parte del habitual, el transporte por carretera es once veces menor y hay un descenso de delitos del 50%.