PLANETA CANARIO
El insecto conocido como picudo rojo supone una grave amenaza para la palmera canaria. Algo que ha quedado muy patente en Lanzarote, donde el 80% de los ejemplares de esta especie vegetal canaria está en peligro por esta plaga.
Por ello, la Consejería de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias y el Cabildo conejero han presentado este 1 de febrero el Plan de Control y Erradicación de la Diocalandra frumenti en las palmeras de la isla de Lanzarote, cuyo presupuesto total es de 2 millones de euros, aportando cada corporación 1 millón de euros.

Asimismo, tras realizarse un primer diagnóstico de la situación y ver su magnitud, con los primeros trabajos, ambos organismos públicos han acordado nuevas acciones, con refuerzo económico, añadiendo algunas fuera del convenio, con una asignación que podría ascender a los 4 millones de euros.
Este proyecto tiene como objetivo aumentar las zonas libres de plaga en la isla, así como el establecimiento de medidas fitosanitarias que eviten la reinfección, desde las zonas más afectadas.
Una plaga de origen asiático

El picudo de las cuatro manchas del cocotero, Diocalandra frumenti Fabricius (Coleoptera: Dryophthoridae) está declarada como plaga en Canarias desde el año 2007, aunque se detectó por primera vez en Maspalomas (Gran Canaria) en el año 1998.
En su lugar de origen, sudeste asiático, es plaga del cocotero, pero en Canarias ha encontrado un nuevo y atrayente huésped, la palmera canaria, Phoenix canariensis. Sobre esta palmera, el picudo de las cuatro manchas puede llegar a ocasionar la muerte de un ejemplar, cuando no se toman medidas para su control.

En el acto de presentación del convenio, el consejero, Mariano H. Zapata, explicó que se trata de “una plaga muy dañina desde el punto de vista medioambiental y estético” y con esta inversión “se tomarán todas las medidas necesarias para su erradicación, logrando así la protección de este símbolo natural, tan importante para esta y las demás islas, y que supone además un importante aporte a la economía de todas ellas”.
«Es hora de actuar con decisión y celeridad», considera el presidente del Cabildo, Oswaldo Betancort, que explicó durante la presentación que «el Plan que hemos trazado conjuntamente ambas Administraciones, con un presupuesto inicial de 2 millones de euros que pronto se ampliará, no sólo se enfoca en el control y erradicación de la plaga, sino también en la recuperación y protección a largo plazo de nuestro palmeral.
Nueve operarios se encargarán de llevar a cabo estas actuaciones, en colaboración con el departamento de Sanidad Vegetal de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria, y utilizando un sistema de trampeo desarrollado por el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias (ICIA).
Los trabajos, a cargo de la empresa pública Gestión del Medio Rural de Canarias (GMR), consistirán en la captura masiva de Diocalandra frumenti, por medio de trampas con feromonas, el tratamiento fitosanitario a palmeras afectadas, saneamiento y poda y/o eliminación de palmeras gravemente afectadas por la plaga.