PLANETA CANARIO
El Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín ha puesto ya en funcionamiento su quinto acelerador lineal para el tratamiento de la Oncología Radioterápica, según informa en un comunicado la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias. En este sentido, se trata de un equipo de última generación que sustituye al más antiguo del servicio y que supone una mejora para los pacientes al proporcionar mayores dosis por sesión, menos sesiones y toxicidad y mayor eficacia.
El aparato, que forma parte del equipamiento adquirido a través de los fondos donados por la Fundación Amancio Ortega, permitirá tratar cada día a una media de 40 pacientes, comenzó a funcionar en horario de mañana, y progresivamente se completará el horario habitual de tratamiento de los aceleradores de este Servicio, es decir de 08.00 a 22.00 horas.
Con este sistema, los tratamientos se acortan en un 50% respecto a los tiempos que emplea la tecnología convencional, logrando disminuir el número de sesiones, la máxima curación en casos seleccionados, los mínimos efectos secundarios derivados del tratamiento y una menor toxicidad, así como una mayor comodidad para los pacientes.
Esta donación forma parte de los 310 millones de euros que ha destinado a la Sanidad pública el propietario de Inditex, y el empresario más rico de España. Haa supuesto de momento que los equipos de radioterapia avanzada para el tratamiento del cáncer se hayan multiplicado por tres en los hospitales públicos españoles.
Por otra parte, según el diario Público,esta cuantiosa donación permite el empresario un beneficio fiscal de entre 108 y 123 millones de euros, ya que la normativa tributaria permite desgravar en el IRPF y el Impuesto de Sociedades, respectivamente, el 35% de las aportaciones empresariales y el 40% de las societarias a las fundaciones que realizan donaciones de este tipo. En ambos casos, con un límite en el 10% de la cuota anual pero con la posibilidad de distribuir el exceso en los diez ejercicios siguientes.
«Una buena parte de ese dinero lo pone la Administración a través del beneficio fiscal», explica Carlos Cruzado, presidente de Gestha, el sindicato de los técnicos de Hacienda, para quien «el beneficio fiscal no deja de ser un gasto público». Cruzado admite que esta operativa, con la que Ortega y las empresas que dirige recuperarán más de un tercio del coste del programa vía desgravaciones, tiene «un punto de perversión. Cuando hablamos de la donación no solemos pensar en que conlleva beneficios fiscales». Los descuentos en la tributación se irán aplicando en declaraciones sucesivas, conforme se vayan ejecutando los pagos.