VICENTE PÉREZ
Se trata, sin duda, del incidente que más ha llamado la atención de la opinión pública durante el incendio forestal que ha quemado más de 14.700 hectáreas en Tenerife: la investigación a un anciano en Güímar por apedrear un helicóptero cuando cargaba agua en la lucha contra el fuego.
El hombre, de más de 80 años, declaró en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Güímar.
Tras tomarle declaración, la autoridad judicial resolvió ponerlo en libertad, pero con cargos, al quedar investigado como presunto autor de un delito contra la seguridad aérea.

El anciano queda además con la obligación de comparecer ante el juzgado cuando sea requerido, mientras continúa la instrucción judicial de este caso.
El suceso ocurrió el pasado 22 de agosto, cuando un helicóptero del Cabildo de Tenerife que participa en las labores de extinción del megaincendio recibió una pedrada y tuvo que aterrizar de emergencia en el campo de fútbol del barrio güimarero de Fátima, debido a que el rotor de cola quedó dañado.
El incidente se produjo a las 9:30 horas horas en la zona de La Montañeta y gracias a la intervención diligente de la Policía Local y de la Guardia Civil se pudo identificar a esta pèrsona.

La presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, vinculó este hecho al miedo infundado de algunas personas a quedarse sin agua en las fincas agrícolas y perder su cosecha.
Con relación a este asunto, el consejero de Política Territorial del Gobierno canario, Manuel Miranda, aseguró que los helicópteros llevan un dispositivo GPS que mide el volumen de agua que se extrae de cada estanque, por lo que, «para tranquilidad de quienes ven que sus depósitos están mermando, hay que decir que se les repondrá el agua y se les indemnizará».