PLANETA CANARIO / FOTOS: D. G. PATRIMONIO CULTURAL
Era una de las insistentes reivindicaciones de la Asociación de Vecinos El Valle de Taganana: salvar las obras de arte religioso en la tan recóndita como abandonada Hacienda de Las Palmas de Anaga. Y finalmente así lo han hecho el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife.
La compleja ubicación de este Bien de Interés Cultural (BIC) del siglo XVII ha requerido la colaboración de un grupo de bomberos para trasladar tres de los bienes que se encontraban en el interior de la ermita de San Gonzalo hasta el taller de restauración.
Se trata del lienzo de la Virgen de Candelaria, su marco-retablo de madera y la escultura de San Gonzalo de Amarante, elementos con un valor cultural significativo con más de trescientos años de antigüedad.
Esta intervención de urgencia incluye la evacuación, la restauración y el depósito de este patrimonio artístico religioso en la iglesia de Taganana.
Además de estas piezas, la propietaria del BIC también ha cedido a las Administraciones públicas tres esculturas de pequeño formato que fueron retiradas de la ermita con anterioridad como medida de prevención ante actos vandálicos, exactamente dos imágenes de Cristo crucificado y una vera efigie del Cristo de Tacoronte.
Tras las labores de restauración de cinco de los seis bienes recuperados, estos serán custodiados por la Diócesis Nivariense en la ermita de Santa Catalina de manera provisional.
En la gestión del patrimonio cultural canario “a veces surgen episodios memorables como este”, en el que se requiere la coordinación de distintas administraciones “para evitar la pérdida de unos bienes excepcionales que se encuentran aislados y sufriendo el deterioro del paso del tiempo”, asegura en un comunicado Miguel Ángel Clavijo, director general de Cultura y Patrimonio Cultural del Gobierno de Canarias.
Estas obras “forman parte de la memoria colectiva e identitaria del pueblo de Taganana”, por lo que es importante que no se desvinculen del Macizo de Anaga, “de tal manera que van de un BIC de carácter eclesiástico a otro en la misma comarca”, sostiene.
Para Isabel de Esteban, directora insular de Planificación Territorial y Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife, “ha sido un día histórico para el patrimonio cultural de la isla”, ya que, tras una década de reclamaciones, “por fin se da respuesta a las peticiones vecinales y sociales”.
La colaboración interadministrativa “ha sido esencial durante estos últimos meses de trabajo para llevar a cabo este rescate” que materializa el compromiso del “Cabildo de Tenerife con la recuperación de su historia”, concluye.
Antes de la llegada de personal de Bomberos de Tenerife, el equipo restauración-conservación liderado por Candelaria García y personal técnico del Gobierno de Canarias se encargó de retirarlos y prepararlos para el traslado, como proteger la capa pictórica del lienzo y otros elementos del retablo con el fin de que no sufrieran excesivamente a lo largo del sendero de dos kilómetros.
“Ha sido un proceso bastante complicado pero muy gratificante” porque “era urgente sacarlos de aquí para restaurarlos en las mejores condiciones”, asegura la restauradora.
Es la primera vez que los bienes muebles de la Hacienda de Las Palmas de Anaga son “intervenidos con criterio científico”, teniendo en cuenta la “reversibilidad de los procedimientos y el uso de materiales adecuados”, adelanta García.
Para evitar el deterioro paulatino de estos elementos y la pérdida de información histórica, esta intervención financiada por la Dirección General de Cultura y Patrimonio Cultural es crucial.
Cabe recordar que la Hacienda de Las Palmas de Anaga, declarada BIC en la categoría de Monumento en 2014, constituye un magnífico ejemplo de arquitectura rural histórica de la isla, siendo una de las haciendas rurales más antiguas que se conservan en este entorno.
Su caserío está vinculado al auge del cultivo del viñedo durante el siglo XVII, como centro de explotación agrícola y vivienda temporal del propietario, mientras que la ermita anexa satisfizo los servicios religiosos del vecindario disperso del lugar.
Esta intervención de urgencia es la primera fase de un proyecto más amplio, en el que se valorarán las distintas posibilidades que ofrece este complejo arquitectónico a pesar de su estado ruinoso.
En este sentido, el Gobierno de Canarias y el Cabildo de Tenerife tienen el propósito de mantener su colaboración de cara a futuras propuestas que impulsen la recuperación de la historia del Macizo de Anaga.