VICENTE PÉREZ
El documento de trabajo para la elaboración de la Ley de Biodiversidad y de los Recursos Naturales de Canarias, elaborado por la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno canario plantea que la futura ley permita la caza de gatos. Es decir, matarlos a tiros.
En concreto, el texto sometido a proceso participativo, y al que han tenido acceso los colectivos animalistas, estipula que todos los gatos sin identificación visible que se encuentren en terrenos donde la caza esté permitida podrán ser cazados, una medida que se aplicaría en todas las Islas.
Esta propuesta ha suscitado el rechazo de la Red Canaria de Abogados por el Bienestar Animal y su Medio Ambiente (CABAMA), que ha pedido al Gobierno canario «soluciones éticas para la conservación del medio ambiente, que las hay, y que no todas consistan en matar a los animales, una medida que, aparte de ser inmoral, no da el resultado pretendido».
La elaboración de la Ley de Biodiversidad se antoja en este sentido polémica, porque en los últimos meses ya se han producido duras críticas de asociaciones defensoras de los animales por la erradicación de una colonia de 27 gatos en Tacoronte, por encargo del Cabildo tinerfeño, con el argumento del daño que provocaban a los nidos de pardelas, a raíz de una denuncia de una sociedad ornitológica. Varios colectivos animalistas han exigido conocer dónde están los gatos, con la sospecha de que los hayan matado, aunque el Cabildo lo ha negado de forma tajante.
Se da la circunstancia de que los ayuntamientos de Santa Cruz de Tenerife y La Laguna han acordado recientemente por acuerdos plenarios mostrar su rechazo a la matanza de animales asilvestrados en Anaga, por considerarlo un método cruento, y abogan por apañadas (capturarlos vivos), aunque en sendas mociones aprobadas, a iniciativa del PP, solo se mencionaban cabras y ovejas, debido a los planes del Cabildo y del Gobierno canario para Erradicarlas por sus daños a la flora endémica.
Así las cosas, lo cierto es que el borrador de la futura ley contempla la revisión y modificación de determinados artículos de la normativa reguladora de los animales domésticos y de la caza de Canarias, con la modificación de la Ley de Caza de Canarias y de su reglamento de desarrollo así como la modificación, tanto de la Ley 8/199 1, de 30 de abril, de protección de los animales, junto con su reglamento de desarrollo.
El documento de trabajo recoge además como prioritario que los ayuntamientos eviten y erradiquen las colonias felinas. Sin embargo, la Red CABAMA advierte que en el texto no aparece el método de Captura, Esterilización y Retorno (CER) «a pesar de ser científico y el más efectivo para el control de poblaciones felinas.
A la Red de Abogados Animalistas también le llama la atención que se permita declarar zona cinegética para cazar una especie que sea perjudicial para otra especie cinegética. «Es decir, se permite la caza de una especie que impide que se cace otra, algo que no tiene sentido», afirman estos juridistas.
Otra medida que propone el Gobierno canario es permitir la reintroducción de especies de caza vivas al medio natural con el consentimiento del Cabildo Insular correspondiente.
Propone también el documento que los hurones que tengan los particulares antes de la aprobación de la Ley de Biodiversidad sean esterilizados, pero esto no aplicará para los hurones que tengan los cazadores, «los cuales podrán reproducirse sin control cuando se pierdan o sean previsiblemente abandonados», critican estos abogados animalistas.
La propuesta de la nueva Ley de Biodiversidad prohíbe la adopción de hurones por particulares (solo serán conservados aquellosadoptados antes de que se apruebe la Ley), «por lo que nos tememos que el fin de los hurones abandonados en el medio sea incluirlos como especie cinegética», expone la Red CABAMA.