VICENTE PÉREZ
El presidente de la Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro (Ashotel), Jorge Marichal, declara que está «muy de acuerdo» con «muchas» de las reivindicaciones de las manifestaciones del pasado sábado 20 de octubre, convocadas por colectivos ecologistas y sociales de Canarias, pero a renglón seguido cree que «se han equivocado al estigmatizar y utilizar como chivo expiatorio al sector turístico y al turista, que son el problema, sino la solución» para la economía del Archipiélago.
En declaraciones facilitadas por Ashotel a PLANETA CANARIO, el también presidente de la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) enfatiza que «quién no va estar de acuerdo en proteger nuestros espacios naturales, en hacer las cosas con arreglo a normas y con licencia, en que se no se haga un mal tratamiento de los residuos y que no se tiren al mar, en el acceso a una vivienda digna en Canarias».
Y en este sentido mostró además su «total respeto» por el derecho a manifestarse. Sin embargo, opina que se está enfocando de manera equivocada esta problemática, ya que, a su juicio, obedece a «la falta de infraestructuras o de que su crecimiento no es acorde al aumento poblacional de un 40% en los últimos 20 años».
A este respecto, Marichal coincide en la necesidad de corregir problemas como el inmobiliario, por falta de viviendas de promoción pública y privada, y eso ha llevado a que, con la irrupción de nuevos fenómenos del mercado turístico como el alquiler vacacional, se hayan multiplicado por dos y por tres los alquileres» para la población residente.
Pero, desde su punto de vista, las movilizaciones sociales «estigmatizan al turista y es una pena que los argumentos que se esgrimen sean nimios y las razones de fondo se pierdan» , porque los problemas que denuncian respecto a la vivienda para residentes, las aguas residuales, los espacios naturales y el transporte «no se van a arreglar en dos días, y si entre todos nos sentamos a hablar, esas soluciones llegarán antes que yendo a las playas a molestar a los turistas».
El dirigentes de Ashotel alude así a los miles de manifestantes que invadieron el 20 de octubre la playa de Troya, en Adeje, con lemas como «esta playa es nuestra» mientras cientos de turistas tomaban el sol o se bañaban en el mar.
«Es una lástima cómo los manifestantes no tienen otra manera de luchar que no sea amedrentar, asustar y acorralar a turistas que están en las playas disfrutando de vacaciones. Me entristece y me apena porque creo que los canarios no somos así», apostilla.
La versión de los colectivos convocantes del 20-O
Sobre este episodio en la playa de Troya, la coordinadora de colectivos convocante de estas movilizaciones en Tenerife ha dado su versión y ha desmentido que los manifestantes acosaran e insultaran a los visitantes, al tiempo que ha aclarado que no se trata de un movimiento social contrario al turismo, sino contra las consecuencias de su masificación y a favor de un cambio de gestión hacia un modelo de desarrollo sostenible económica, social y ambientalmente.
Según la Coordinadora del 20-O «a los turistas se les pidió, con respeto, que se fueran apartando del recorrido en la playa para precisamente evitar que se quedaran en medio; a lo cual todos accedieron de buena gana, pero dos turistas [que aparecen en una imagen publicada por algunos medios de comunicación] se negaron con una actitud bastante arrogante».
Marichal insiste en que manifestarse frente a los turistas es un error ya que es el sector que en los últimos 50 años ha sido el motor de la economía canaria.
El peso del turismo: 35,5% del PIB, 40% del empleo y 3.500 millones de impuestos
El turismo en Canarias mueve hoy el 35,5% de la riqueza (PIB) de las Islas, genera el 40% del empleo directo y en impuestos se traduce en unos ingresos de 3.400 millones de euros, datos que ponen de relieve en un comunicado conjunto Ashotel, la Asociación de Empresarios Turísticos de Fuerteventura (Asofuer), la Federación Turística de Lanzarote (FTL) y la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT).
«Con esa cifra se puede pagar todo el presupuesto canario de Educación de este 2024 (2.373 millones), todos los servicios sociales (711 millones), la industria y energía (139 millones) y el acceso a la vivienda y fomento de la edificación (122) o más del 80% del presupuesto total de Sanidad (4.108 millones)», esgrimen estas patronales.
No de la patronal a la tasa turística pero sí a cobrar en espacios protegidos
Tanto Ashotel como el resto de patronales turísticas de Canarias han expresado además su rechazo a la implantación de una tasa turística (impuesto que pagarían los visitantes por cada día de estancia en la isla), una de las reivindicaciones de las manifestaciones del día 20.
En esta línea, este empresariado ve “ineficaz” la proposición de ley presentada. en el Parlamento canario por el PSOE para implantar en Canarias un impuesto a las estancias turísticas, una medida que, a juicio de Ashotel, Asofuer, FTL y FEHCT, «no reducirá el número de visitantes y supone un castigo injustificado al turismo, como ha quedado demostrado en todos los territorios en los que se ha aplicado dicho impuesto, que solo restará competitividad al destino».
Sostienen que «un nuevo impuesto a la pernoctación no resulta útil como medida para gestionar los flujos turísticos, ni tampoco para abordar los auténticos déficits en infraestructuras que arrastra el Archipiélago y que no han dado respuesta al notable incremento de población de los últimos 25 años».
Y por otro lado, aducen estas asociaciones y federaciones empresariales, «supondría generar una clara situación de doble imposición a la actividad turística en las Islas, cuando precisamente se trata del sector de la economía que más contribuye a los ingresos públicos vía impuestos».
«Otra cuestión diferente», que comparten las patronales, es la aplicación de tasas por visitar» los tesoros» naturales de las Islas, tal y como se aplica ya en algunos espacios.
Esta medida sí creen que puede «incluso repercutir positivamente en la generación de empleo y en la mejora de los servicios de limpieza, seguridad y mantenimiento de estos lugares, y sería útil acompañada por otras medidas para gestionar correctamente el flujo de visitantes, medir el impacto sobre los espacios naturales y garantizar su óptimo estado de conservación».