PLANETA CANARIO
Francisco García Betancor nada como un pez en el agua. A sus 95 años, este deportista acaba de conseguir tres récords de España en su categoría de veteranos de esa edad.
Nacido en Las Palmas de Gran Canaria en 1926 pero afincado en la otra isla capitalina, forma parte del Club Tenerife Masters, con el que ha competido en campeonatos nacionales e internacionales.
Lo suyo es un desafío al tiempo, no solo el del cronómetro que mide su progresión en el agua, sino un ejemplo de que a cualquier edad se puede intentar hacer deporte, y en su caso a un nivel realmente admirable.
Y es que durante la segunda jornada de la Liga de Otoño Másteres, celebrada el pasado sábado 13 en la piscina Acidalio Lorenzo de Santa Cruz de Tenerife, batió tres marcas nacionales.

Francisco García nadó los 50 metros libres en 1 minuto, 22 segundos y 80 centésimas, los 50 metros espalda en 1:46.73 y los 100 metros espalda en 3:45.75. Unas marcas que son nuevos récords de España en su categoría.
Esta hito y su pasado palmarés le valió además que el presidente de la Federación Canaria de Natación, José Maroto Artiles, le entregara una placa de reconocimiento por sus destacados logros en este deporte a una edad tan avanzada.

Entrevistado en el diario MARCA, Francisco García confiesa que le gustaba nadar desde niño, «siempre en la playa, en Las Palmas, y también en la Piscina Julio Navarro; pero, cuando me vine a vivir a Tenerife con 82 años para acompañar a mi hija, abrieron esta piscina cerca de casa y estoy encantado».
Se pone a punto en la piscina de El Polvorín del barrio de Taco, en La Laguna. «Entreno primero a espalda y luego voy haciendo algo de croll, vuelvo a hacer espalda otra vez. Me gusta variar, pero me paso la hora que tenemos asignada casi de seguido y sin parar. También estoy incorporando algo de braza porque me hace ilusión poder hacer algo en este estilo en un futuro».
Sus tres récords nacionales los ha cosechado a pesar de que en diciembre sufrió un pequeño infarto. Pero es un hombre fuerte, que da una lección de pundonor deportivo y alegría vital. Todo un ejemplo para los deportistas de cualquier edad.