PLANETA CANARIO
La Plaza de Toros de Santa Cruz de Tenerife fue construida en 1893, con diseño del arquitecto Antonio Pintor, y desde entonces forma parte del paisaje urbano de la ciudad. Hoy en día es recordada por muchos acontecimientos que se celebraron en su interior: galas del Carnaval, conciertos musicales, mítines políticos, encuentros de lucha canaria…y por las corridas de toros, aunque, pese a ser construida con este fin, no es lo que más ha quedado en la retina de la sociedad tinerfeña.
Es de propiedad privada, su estado de abandono es lamentable y ni siquiera tiene un mínimo grado de protección legal por parte del Ayuntamiento chicharrero, que tampoco ha mostrado nunca demasiado interés en conservarla íntegramente, más bien al contrario, y ha sido el Cabildo de Tenerife el que desde 2014 intenta incluirla en Conjunto Histórico de Los Hoteles Pino del Oro, no para declararla monumento -categoría en la que tendría difícil encaje- sino para salvaguardar el inmueble con una categoría de protección inferior, pero en todo caso con la finalidad de que no desaparezca, aunque sea rehabilitado -con modificaciones, pero no las que alteren elementos significativos- y se dedique a nuevos usos.
El futuro de este recinto histórico volverá a ser debatido este viernes en el Pleno del Ayuntamiento, a través de una moción de Unidas Podemos, cuyo portavoz, Ramón Trujillo, propone apoyar su inclusión en el citado casco histórico, trámite promovido por el Cabildo tinerfeño que, en el primer intento iniciado en 2014, no lo logró porque una sentencia judicial declaró caducado la ampliación de Los Hoteles-Pino del Oro, y ahora lo ha vuelto a intentar, al reiniciar el trámite en diciembre de 2020, iniciativa que el Ayuntamiento ha recurrido.
Unidas Podemos plantea proteger la fachada y su configuración como plaza con graderíos
Trujillo plantea igualmente dar al antiguo coso taurino “la categoría de protección más adecuada para preservar sus valores patrimoniales, y en todo caso, la que permita conservar la fachada de manera íntegra así como la configuración interior como plaza con graderíos (valorándose restaurar total o parcialmente los originales) y el suelo de arena, por ser los elementos significativos desde el punto de vista del patrimonio histórico”.
Y en tercer lugar, el concejal de la alianza de izquierdas pide al Pleno municipal “propiciar su rehabilitación, por parte de sus propietarios privados, con soluciones arquitectónicas, técnicas y constructivas en toda la parcela respetuosas con el bien patrimonial”, según informa Unidas Podemos en un comunicado.
En 2008, en tiempos de Miguel Zerolo (CC) en la alcaldía, la Gerencia de Urbanismo convocó un concurso de ideas de común acuerdo con la propiedad, sometido a votación ciudadana, que ganó una propuesta que salvaba toda la fachada y mantenía el concepto de plaza interior.
En 2017, la entonces concejala de Urbanismo, Zaida González (PP), manifestó que el equipo redactor del Plan Especial de Protección de este casco histórico proponía no dar protección a la Plaza de Toros y derribar su fachada para construir un edificio de viviendas.
El Cabildo: «Un referente urbano e histórico cuya inclusión en el Conjunto Histórico está plenamente justificada»

Pero lo cierto es que el Servicio de Patrimonio Histórico del Cabildo tiene claro que el edificio no puede desaparecer, y en el expediente para la ampliación de Los Hoteles-Pino del Oro concluye lo siguiente: «El antiguo coso taurino no solo constituye un testimonio de la escasa representación del lenguaje historicista en la ciudad, sino que conforma un espacio que ha desempeñado un protagonismo histórico en el devenir de la ciudad de Santa Cruz, vinculado a la actividad taurina, inicialmente, y a todo una serie de usos posteriores.[…] No existe duda de que posee un valor simbólico muy destacado en la evolución histórica de la ciudad, de manera que sin este inmueble resulta difícil entender muchos aspectos de su historia reciente. Desde esta perspectiva, la Plaza de Toros es un referente urbano e histórico cuya importancia patrimonial justifica plenamente su inclusión en el Conjunto”.
De ahí que el portavoz de Unidas Podemos propugne “dar una segunda vida a este inmueble, de modo que, con los usos que se estimen más adecuados para la ciudad, contribuya a realzar nuestro paisaje patrimonial, para disfrute de los chicharreros y chicharreras, así como de quienes nos visiten”.
Advierte el edil de que el Ayuntamiento “no debe pasar por alto que los conjuntos históricos, además de ser nuestras señas de identidad, crean empleo y riqueza allí donde se han esforzado en recuperarlos, mientras que su abandono hace perder oportunidades de desarrollo económico y deteriora la imagen de una ciudad”.
El Ayuntamiento prefiere que se estudie ya el proyecto de los propietarios

Está por ver qué se aprueba en el Pleno, pero la vía de la catalogación expresa de antemano con una categoría de protección (puede ser integral o parcial) no goza de predicamento en el gobierno municipal (CC-PP), que prefiere que se negocie ya sobre la base del proyecto que los propietarios tienen para esta plaza, y que ya está en manos del Cabildo.
Como ha adelantado Tarife a Diario de Avisos, el gobierno municipal le propondrá a Unidas Podemos una enmienda transaccional en la que se insta al Cabildo y a la propia Gerencia de Urbanismo a crear una mesa técnica que defina y concrete la necesidad de ampliación del BIC Los Hoteles-Pino del Oro, así como instar también a ambas entidades a seguir colaborando, de la mano de los propietarios, para dar una salida al inmueble estudiando la propuesta ya presentada.
Según ha publicado dicho periódico, el proyecto pretende abrir la Plaza de Toros hacia la Rambla de Santa Cruz, mutilando parte de la fachada para que la acera tenga mayor ancho. e incluiría un aparcamiento subterráneo, una plaza pública, locales de ocio y viviendas. En 2018, los propietarios de la mayor parte de este espacio, la familia Hafner, dieron los primeros pasos para poner en marcha la rehabilitación.
El concejal de Urbanismo, en sus declaraciones esta semana al referido rotativo, afirma que, en todo caso, el Ayuntamiento hará “lo que digan los técnicos del Cabildo”. Mientras se tramita de nuevo su inclusión en el Conjunto Histórico y no se anule de nuevo por vía judicial, es el Cabildo quien manda legalmente, por lo que el proyecto de rehabilitación necesita del visto bueno insular sí o sí.