VICENTE PÉREZ
El actual gobierno del Cabildo de Tenerife (gobernado por CC y PP) apuesta por el gas como combustible para la transición a otro modelo energético en Tenerife, cuyo objetivo se centra en reducir al mínimo las emisiones de dióxido de carbono en la isla. En cambio, en Gran Canaria, su Cabildo (con gobierno NC-PSOE) ha dado carpetazo al gas para la generación de la electricidad y como combustible más allá del ámbito portuario, y prefiere la implantación, directamente, de plantas de energías renovables, como la central hidroeléctrica de impulsión de Chira-Soria, ya en construcción, y las plantas eólicas en el mar.
El consejero de Industria de Tenerife, Manuel Fernández, y la directora insular de Proyectos Estratégicos, Alicia Leirachá, mantuvieron un encuentro de trabajo recientemente con la vice consejera de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias, Julieta Shallenberg, el presidente de la Autoridad Portuaria, Pedro Suárez, y responsables de Endesa, con la intención de abordar este asunto.
Manuel Fernández indica en un comunicado que “la intención del gobierno insular es recuperar el proyecto de la implantación del gas en Tenerife como energía de transición hacia un modelo energético más sostenible”, y al respecto puso de relieve que “nuestra voluntad es que, durante este mandato, se sienten las bases para rescatar el propósito de instalar la regasificadora en barco de Granadilla, una iniciativa que resulta fundamental, porque supone el primer paso hacia la descarbonización de la isla”.
La regasificadora es una planta que convierte el gas natural licuado de nuevo en gas mediante sistemas de vaporización, usando agua de mar.
La planta de regasificación de Enagas en Sagunto, cargó de gas natural licuado (GNL) al Hoegh Esperanza, el primer buque regasificadora en Alemania. / ENAGASHay que recordar que en 2021 la Autoridad Portuaria de Tenerife desestimó la solicitud administrativa de Enagás para ocupar una parcela de 120.000 metros cuadrados para instalar una planta regasificadora en Granadilla. El motivo de esta decisión es que el proyecto recibió dos informes desfavorables de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que, aunque no vinculantes, decantaron la no autorización del uso del gas en el mercado regulado canario por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico por silencio administrativo. Además, la Autoridad Portuaria indicó que la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable caducó en septiembre de 2020 y no ha había sido prorrogada.
En este sentido, el Cabildo se plantea la posibilidad de colocar una instalación flotante de gas natural en el puerto de Granadilla (alternativa que ya ha contemplado la Autoridad Portuaria) para que Tenerife “no pierda oportunidades y cumpla con la normativa”.
En la actualidad, el 80% de la producción de energía en Tenerife procede de carburantes fósiles, mientras que el 20% proviene de las energías renovables, según los datos del Cabildo.
En este sentido, Fernández destacó que “la utilización del gas como energía de transición nos permitirá un descenso significativo de las emisiones, y es el paso previo a la incorporación del hidrógeno y el biometano, en el proceso de abandonar el fuel y el gasoil”.
Fernández recordó que se sigue a la espera desde 2015 de que el Gobierno estatal convoque el concurso para renovar los equipos de producción energética de la central de Granadilla, que utilizarían el gas natural.
El consejero de Industria tinerfeño señaló que “si cumplimos con nuestros objetivos en cuanto a la descarbonización, en 2030, el cambio de modelo podría suponer un ahorro que se sitúa en torno a los 86 millones de euros al año, con respecto al modelo de producción actual”
Hay que recordar que en el anterior Gobierno canario (PSOE-NC-ASG-Sí Podemos) rechazó introducir el gas natural para su comercialización en Canarias, excepto para el uso de las centrales de generación de electricidad y de los puertos para el suministro a buques.
Pese a ser del PSOE, el anterior presidente del Cabildo, Pedro Martín, se desmarcó de la línea regional de su partido cuando, estando en el gobierno insular, mostró su apoyo a la introducción del gas natural y a la construcción de una regasificadora flotante en el puerto de Granadilla y justificó esta postura para que Tenerife no pierda su posición económica en el Archipiélago obre el tránsito de buques de mercancías al no poder suministrar fuel-oil al transporte de mercancías por mar a partir del año 2025, plazo fijado por la Unión Europea (UE) para prohibir las energías más contaminantes en los puertos de su ámbito de influencia.
Ya desde el pasado mandato CC en el Cabildo de Tenerife, que ahora cogobierna esta institución en pacto con el PP, defendía la regasificadora como combustible de transición y para abaratar los costes de energía eléctrica en Tenerife, máxime cuando en el puerto de La Luz y de Las Palmas ya se ha venido tramitado el proyecto para una regasificadora y una central eléctrica de que funcionará con gas licuado.