VICENTE PÉREZ
Una investigación arqueológica se puede comparar con la exploración de un cuerpo humano, la elaboración y degustación de una tarta, la evaluación de un alumno en un colegio, el trabajo diario de una farmacéutica, la interpretación de una obra artística o la producción de guarapo.
Tan imaginativo ejercicio es lo que han hecho en La Gomera profesionales de diferentes disciplinas para ayudar a comprender en qué consiste el trabajo que desde la arqueología se realiza en la isla en busca del pasado aborigen de la población actual, siempre lleno de misterios por resolver, de piezas que encontrar para rellenar el puzle, de significados que dar. Es la verdad que los arqueólogos tratan de desenterrar, con exquisito cuidado.
La iniciativa se han plasmado en un documental que ha publicado el Programa Enseñas Patrimonio, que coordina y presenta Eduardo Mesa, promovido por la Dirección General de Cultura y Patrimonio Cultural. El vídeo refleja una propuesta ideada por Juan Carlos Hernández, arqueólogo del Cabildo de La Gomera y director del Museo Arqueológico de esta isa.
«En lugar de utilizar a profesionales del ramo de la arqueología, hemos invitado a vecinos de La Gomera a explicar cada fase de lo que es una excavación arqueológica, pues quién mejor para explicar un proceso por el cual nos vamos a apropiar de una historia que les pertenece; y para ello les propusimos que establecieran un paralelismo entre algún aspecto de su profesión y una excavación arqueológica», expone en el vídeo este técnico del Cabildo gomero.
El documental puede verse en el canal de Youtube del Programa Enseñas:
Y también puede verse el vídeo completo en la página de Facebook del programa:
Honorato Álvarez, cocinero: «Una tarta es como un yacimiento»
Y es así como el cocinero Honorato Álvarez nos propone imaginar que una deliciosa tarta confeccionada por él es como un yacimiento arqueológico, en el que se prospectan diferentes capas: «No sabemos lo que encontraremos al excavar, cuántas capas tiene, cuántos sabores hay, si se han mezclado, y la superior fue la ultima capa que puso quien la hizo».
Para este experto en gastronomía, «el resultado de una buena excavación arqueológica es como una buena tarta, que depende de los métodos de cocción, de los útiles que utilices, de los productos que tengas».
Eduardo Ponce, neurólogo: «Medicina y arqueología requieren rigor y no caer en sesgos»
Con su bata de médico y su fonendoscopio alrededor de su cuello, el neurólogo Eduardo Ponce, afirma que «como en medicina, en una intervención arqueológica primero hay que estabilizar y garantizar que no haya peligro; posteriormente, se realizan pruebas diagnósticas y se aplica el tratamiento óptimo, para lo cual necesitamos consultar a diferentes especialistas, en el caso de la arqueología en madera, cerámicas, monedas, restos óseos o semillas».
Advierte que ambas profesiones requieren «rigor y usar un método científico, , pues «no puede haber sesgos subjetivos que nos lleven a errores».
Vivián Raya, artista: «Una obra de arte y un yacimiento nos informan mucho del pasado»
Desde la visión de una artista plástica como Vivian Raya, una obra de arte y un yacimiento arqueológico tienen en común la cantidad de información que nos dan del pasado, lo cual «nos va a enriquecer siempre como sociedad».
Y destaca cómo las nuevas tecnologías permiten recrear capa a capa, mediante tratamiento informático, un yacimiento arqueológico, al igual que un lienzo sobre el que se pintado en distintas épocas.
Jesús Peña: la espátula del arqueólogo y del guarapero
En el caso de Jesús Peña, geógrafo, su vinculación familiar y profesional con la cultura del guarapo, o miel de palma, el método de la excavación arqueológica y el método para curar las propias palmeras y obtener la preciada y deliciosa sustancia tienen bastantes similitudes.
«Las más destacada», señala, «es ir decapando con un formón todos los días, incidiendo, quitando una capita para que mane el guarapo, y en el caso del arqueólogo, pues con la paleta va quitando todos los días una pequeña capa con mucha delicadeza para no estropear el sitio en el que estás trabajando».
Pablo Navarro, agente medioambiental: «Somos la Prehistoria del futuro»
Como agente de medio ambiente del Cabildo, Pablo Navarro, «los yacimientos son como cápsulas del tiempo que nos permiten estudiar el pasado, y nosotros mismos somos la prehistoria del futuro, por lo que es fundamental no alterar los yacimientos arqueológicos, ya que cualquier cambio puede dificultar la reconstrucción certera de nuestro pasado».
Y aquí traza un paralelismo entre arqueología y la investigación de incendios forestales, pues «en nuestro trabajo debemos investigar la causa del fuego y por eso el área de su inicio no podemos alterarla, como ocurre con un yacimiento arqueológico».
Recuerda que la actual Ley de Patrimonio Cultural de Canarias encomienda, entre otros, a los agentes de medio ambiente la protección del patrimonio etnográfico, cultural y arqueológico.
Lucía Pérez, farmacéutica: «En mi profesión y en la arqueología hay que clasificar y registrar todo»
¿Y cómo ve una farmacéutica la arqueología? Lucía Pérez Ramos, titular de una farmacia en Vallehermoso, no duda en comparar la labor de clasificación y ordenación de los elementos que se encuentran desordenados en un yacimiento, y luego se llevan a un museo, con su trabajo con las medicinas: «En nuestro caso, el museo sería como el mueble en el que guardamos los medicamentos», indica en el documenta de Enseñas Patrimonio.
En una excavación, «es muy importante todos los materiales que hay dentro, pero algo muy olvidado ha sido siempre la tierra o el sedimento, donde incluso hay partículas que nosotros no podemos percibir y que deben ser estudiadas por profesionales diferentes».
Sarabel Moreno, profesora: «Desconocemos cómo fue el desarrollo de los niños en la Prehistoria»
Sarabel Moreno Acosta, profesora de Historia en el CEO Santiago Apóstol, de Alajeró, sostiene que «desconocemos totalmente cómo fue el desarrollo de los niños y los adolescentes en las sociedades de la prehistoria del mundo» y en el caso de Canarias «tampoco aparecen datos sobre ese aspecto».
Trazando un paralelismo entre su labor docente y la arqueológica, apunta que en una excavación se hace un diario en el que queda registrado todo y luego se vuelca en una memoria final que recoge la información completa del proceso arqueológico; algo similar a lo que hace como profesora, pues tiene que hacer un seguimiento diario del proceso de aprendizaje de cada alumno y luego hacer una memoria final.
Ario Hernández: «¿Cómo vamos a entender lo que somos si no sabemos como fuimos?»
En el documental participa también un estudiante del IES San Sebastián de La Gomera, Ario Hernández, quien reflexiona sobre esta ciencia: «Las excavaciones arqueológicas sirven para recopilar nuestra historia, que al fin y al cabo es muy larga. Nuestra Prehistoria dura 1.500 años. Es mucha experiencia y no se puede perder».
«Nosotros, las sociedades que vienen ahora, necesitamos esas experiencias para resolver problemas que hayan pasado anteriormente, como por ejemplo, el cambio climático. También queremos esa información para entender cómo éramos, cómo fuimos. Si no, ¿cómo vamos a entender cómo somos hora?», plantea este joven.
Y destaca la importancia de que las investigaciones sobre el pasado de las islas «no se queden en un armario de la Administración o en una revista científica» a la que no accede la población, y mucho menos si está en inglés.