PLANETA CANARIO
Un grupo de activistas ha protagonizado una protesta ante los puestos de Canarias en la Feria del Turismo (FITUR) en Madrid, portando carteles simulando tumbas (con los nombres de las islas) y los cuerpos pintados de negro, con la intención de representar «el futuro próximo al que se enfrentará» el Archipiélago «de seguir con este modelo de turismo de masas y crecimiento infinito».
A gritos de «»Canarias, paraíso de cemento y precariedad laboral», «bonanza turística, explotación laboral» o «líderes en turismo, líderes en pobreza», entre otras consignas, esta inesperada manifestación ha puesto un contrapunto a la promoción de las islas que el Gobierno canario, los cabildos, los ayuntamientos realizan en la que está considerada la mayor feria del mundo en el sector turístico, y en la que las Administraciones públicas aprovechan para vender los encantos del Archipiélago a los turoperadores.
Tras aclarar que no están en contra del turismo, sino a favor de un turismo sostenible, reivindican una moratoria turística, un replanificación del territorio, una ley de residencia (que además ponga límites al número de turistas anuales), limitar la compra de viviendas por extranjeros, protección «real» de los espacios naturales (con vigilancia y cupos de visitantes), incentivos fiscales a jóvenes emprendedores y una reforma integral de la Reserva de Inversiones de Canarias (RIC), según el texto que ha divulgado la asociación ecologista Salvar a Tejita.
«Hemos venido hasta la feria internacional del turismo para manifestar nuestro rechazo al modelo turístico suicida imperante en Canarias», afirma este grupo de ecologistas, que sostienen que se sienten rehenes de un modelo que nos ha hecho líderes de los peores estándares en los que se puede medir una sociedad que aspira a llamarse desarrollada: precariedad laboral, paro juvenil, población en riesgo de exclusión social… pero también somos líderes en corrupción urbanística, precio del suelo, destrucción de costa, etc». «Todo ello con cifras que rondan los 16 millones de turistas, que a nuestros gobernantes parece resultarles insuficientes», subrayan las manifestantes.
Critican que «en FITUR nunca te dirán que hay centenares de emisarios ilegales vertiendo aguas fecales al mar, que bañarte en estas idílicas playas podrá causarte una infección por E. coli, que puedes quedar atrapado por el tráfico en una cola 4 horas un día cualquiera, que, en realidad, esas fotos de playas paradisíacas son un engaño, los planos fueron cuidadosamente elegidos para no mostrarte la urbe de cemento que hay justo detrás».
Esta acción reivindicativa es, en palabras de sus protagonistas, «una llamada de socorro para alertar que las Islas Canarias están a punto de morir de éxito, de convertirse en un cementerio de 7 tumbas en el Atlántico»
En cualquier caso, insisten en que no están en contra del turismo, sino que «necesitamos poner todo el conocimiento e innovación para transitar hacia un modelo de desarrollo realmente sostenible que sepa aprovechar con inteligencia las espectaculares posibilidades que nos ofrece la naturaleza de nuestras queridas Islas Canarias».
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