PLANETA CANARIO
Una marea humana volvió a dar vida este miércoles a la tradicional Fiesta del Charco en la Aldea de San Nicolás de Tolentino. Unas 10.000 personas participaron en este masivo chapuzón que homeneja las costumbres de los antepasados de la isla, al revivir una antigua técnica de pesca aborigen llamada embarbascada, que consistía en verter savia de plantas como el cardón o la tabaiba para provocar un efecto sedante a los peces de los charcos del litoral y, así, poder pescarlos con las manos.
Esta fiesta tiene lugar cada 11 de septiembre en el charco de agua marina situado en la costa del municipio grancanario, declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de Sitio Etnológico.
A un lado de esta laguna en el encuentro del barranco y el mar se halla El Alambique y la Cueva de El Roque, donde a mediados del siglo XIV se levantó una ermita en honor a San Nicolás de Tolentino y, al otro lado, el yacimiento arqueológico de Los Caserones.