PLANETA CANARIO
La Policía Nacional, en una operación conjunta con Agencia Tributaria, en colaboración con las autoridades francesas (DNRED) ha intervenido un carguero, de nombre Natalia, que portaba 20 toneladas de hachís.
Han sido detenidos los 11 tripulantes del buque, todos de nacionalidad siria, y ha sido intervenida la droga, que se encontraba en la bodega de la embarcación, según informa el Cuerpo Nacional de Policía en un comunicado.
El abordaje del barco ha sido realizado por dos patrulleras de Vigilancia Aduanera, a unas 40 millas al sudeste de Fuerteventura.
El mercante corría un serio riesgo de hundimiento; de hecho, es habitual que estas organizaciones utilicen embarcaciones en mal estado, para las que es su último viaje, es decir, una vez hayan cumplido con éxito su travesía se procede a su destrucción o desguace.
La investigación se inició en enero de este año y estaba centrada en una empresa naval localizada en Líbano, que proporcionaba diversos servicios de logística relacionados con transporte marítimo a clientes privados. Precisamente esta empresa estaba vinculada a la aprehensión de 13,6 toneladas de un carguero de su propiedad en 2016 en Libia.
En el marco de esa investigación, apoyada por el CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado) y el Centro de Coordinación Marítima, los agentes observaron cómo en julio de 2021, uno de los buques de su propiedad, localizado en Turquía, realizaba una serie de cambios significativos en el registro de la embarcación, lo que hizo levantar las sospechas. Estas alteraciones eran la variación en su nombre, que pasó a denominarse Natalia y su bandera que dejó de pertenecer a Togo para ser de Palau.
Los investigadores realizaron un seguimiento del área geográfica de actuación y la vinculación de la empresa a anteriores aprehensiones, constatando cómo por la derrota del barco desde su salida de Turquía cruzaba el mar Mediterráneo, confirmado las sospechas iniciales, ya que se dirigía hacia Marruecos.
Toneladas de hachís en las bodegas

Tras detectar la cercanía del mercante a las aguas de Canarias, se decidió su urgente interceptación, por lo que los dos patrulleras del Servicio de Vigilancia Aduanera partieron la noche del pasado sábado en busca del objetivo.
El pasado domingo 8 de agosto se localizó la embarcación, de bandera de Palau, a unas 40 millas del sudeste de Fuerteventura. Una vez controlado y asegurado, los funcionarios detectaron que el mercante se encontraba en serio riesgo de hundimiento, al contar con importantes vías de agua y deficiencias en el motor.
Los operativos pudieron comprobar que además de realizar un transporte ordinario de yeso, el mercante portaba, en su bodega, una cantidad importante de hachís, por lo que se procedió a la detención de sus once tripulantes.
Barco para el desguace
La embarcación fue trasladada al Puerto de Las Palmas y atracó en el mismo en la noche del domingo. El mal estado del buque, con múltiples vías de aguas y riesgo de incendio en máquinas, obligó a un arduo trabajo de los funcionarios para mantenerlo a flote.
Habitualmente, las organizaciones dedicadas al tráfico marítimo utilizan este tipo de embarcaciones caracterizadas por su mal estado y que se consideran de último viaje, es decir, una vez hayan cumplido con éxito su travesía se procede a su destrucción o desguace.
Este lunes 9 de agosto se llevó a cabo un registro más exhaustivo de la embarcación en el que se localizaron un total de 638 fardos que suman 19.876 kilos de hachís. Además, en una de las áreas comunes de la embarcación se localizaron cerca de 26 kilos de polen, que habrían sido introducidos por la tripulación con el fin de obtener ellos mismos un pequeño beneficio de la ilícita actividad.
Los detenidos, todos ellos sirios, serán puestos a disposición judicial de la Audiencia Nacional en las próximas horas.