PLANETA CANARIO
El Festival y Mercado internacional de Cine Documental de Guía de Isora, Miradas Doc, arranca este viernes 27 de enero en la localidad del sur de Tenerife con un amplio programa de proyecciones y actividades entre las que destacan la proyección de más de 30 cintas a las secciones oficiales procedentes de más de 30 países.
En esta XVI edición, además recibirán el premio Mirada Personal se otorga a la cineasta japonesa Naomi Kawase, a la cual se dedicará una muestra especial. La sección ‘Mirada Encendida’, dedicada a las corresponsales de guerra, homenajea este año a Maruja Torres y también habrá un encuentro con el periodista Jesús Cintora. El país invitado este año será Cuba, a través de una retrospectiva de ocho documentales.
El presidente del Cabildo, Pedro Martín, destacó en la rueda de prensa de presentación del Festival que el Miradas Doc es una propuesta, consolidada ya en el tiempo, que ofrece “la posibilidad de ver documentales que ofrecen una visión distinta de los acontecimientos que ocurren en el mundo” y recalcó que la verdadera importancia de esta cita radica que exista también la posibilidad de generar en vivo “un foro de debate sobre aquello que se visto, y, lo más importante, que ese foro puedas hacerlo con los protagonistas o los directores”.
Pero Pedro Martín señaló, además, la gran importancia del Mercado Miradas Doc Market, “un espacio desde el que se abren puertas al mundo y permite que, desde un lugar como algunos decían alejado, se pueda trasladar contenido a televisiones y distribuidoras de todo el planeta”, y concluyó que esa especial atención internacional que se produce durante la celebración de esta cita “es un indicador del interés que despierta fuera de Tenerife una propuesta cultural como la que se plantea en Guía de Isora”.
La alcaldesa de Guía de Isora, Josefa Mesa, puntualizó que “el Ayuntamiento ha defendido el festival con uñas y dientes, porque, en MiradasDoc hemos pasado por todas las etapas”. “Este es un festival del sur, alejado de la capital y, sin embargo, se ha consolidado y su mercado es un referente en el ámbito europeo; muchos cineastas quieren estrenar su primera obra en MiradasDoc, se ofrecen oportunidades a los nuevos creadores”, dijo la alcaldesa.
Mesa destacó el papel del área formativa: “Creo que el festival no deja ninguna rama sin tocar”, al tiempo que destacó la importancia de la reflexión “sobre el mundo y sobre la vida a la que incitan las películas que pasan por la pantalla del Auditorio de Guía de Isora. “La pandemia no nos ha dejado una sociedad mejor y es necesario crear conciencia”, concluyó.
El director del Festival, David Baute, destacó que “hace quince años dimos el premio Mirada Personal a Abbas Kiarostami, un cineasta iraní que supo romper el límite entre la ficción y lo documental, que combatía con una poética visual la realidad, y 15 años después nos encontramos con la premiada Naomi Kawase, una mujer que también parte de un cine de lo real, con elementos mágicos, para hacer un cine osado, basado en lo vivido en un entorno rural –como Guía de Isora–, con todas las virtudes que tiene lo rural de comunidad, de tradición”.
La apuesta del Gobierno de Canarias por el cine documental se traduce también en un apoyo indudable a MiradasDoc a lo largo de su recorrido, porque “las instituciones debemos estar con proyectos consolidados y de este calado”, aseguró la coordinadora de Canary Islands Film, Natacha Mora, que participó en la rueda de prensa en representación del Instituto Canario de Desarrollo Cultural (ICDC).
Mora destacó la importancia de que en MiradasDoc el festival coincide con un mercado “muy enriquecedor; es un encuentro que favorece a toda nuestra industria. Cuando en las Islas hablamos de cine es necesario no solo hablar de los rodajes que vienen, sino de que tenemos nuestra industria a la que hay que apoyar”, dijo.
Por su parte, la presidenta de la Fundación CajaCanarias, Margarita Ramos, “la Fundación CajaCanarias ha mantenido una mirada nítida respecto a las bondades de esta iniciativa desde su nacimiento y en su conjunto pero, ejercicio tras ejercicio, y siguiendo el campo de visión que marca actualmente nuestro marco fundacional, les puedo asegurar que ha sido reconfortante al extremo enfocar nuestra vista hacia la gran labor didáctica que realiza el certamen desde la iniciativa EnseñanDoc, tan alineada con la actividad tendente a abrir los ojos a la creatividad de los más jóvenes que desarrollamos, de manera permanente, a través de “Despertares CajaCanarias”.
SECCIONES COMPETITIVAS
Concurso internacional, largometraje
Hay en la sección de largometraje internacional 8 películas: Películas como Guardian of the worlds, de Leïla Chaïbi, que nos presenta a un anciano que parece esconder en su mirada el dolor de los muertos a los que guarda, o Tsumu- Where do you go with your dreams? en la que Kasper Kiertzner sumerge al espectador en el doloroso aprendizaje de un grupo de jóvenes groenlandeses. Cuestiones como el genocidio armenio del que nos habla Aurora’s Sunrise, de Inna Sahakyan; los juicios de posguerra a los nazis, que Serguei Loznitsa aborda en The Kiev Trial o las matanzas de Darfur en Mary Jo will see you at 4, de Camille Ponsin. Conflictos muy presentes aún, como ocurre en la Siria devastada por el ISIS, escenario de Rojek, de Zayne Akyo; o en la castigada Ucrania, presente de forma tan tangencial como dolorosa en Landscapes, de Hernán Fernández y en A house mad of splinters, de Simon Lereng Wilmont. Películas todas ellas que «invitan a pensar en las heridas que quedan marcadas a fuego en el alma», como afirma Miguel Ángel Pérez Quintero, miembro del equipo de programación de MiradasDoc
Concurso internacional, cortometraje
Compiten en esta sección 11 películas: Camino de Lava, en la que Gretel Marín nos invita a afrontar debates de raza y género desde la dialéctica, o desde la poesía, en el caso de Canto Errante, de Génesis Valenzuela. Con Border Conversations, de Jonathan Brunner, sabremos del esfuerzo de quienes ofrecen ayuda en las fronteras. Sobre cómo enfrentarnos a la soledad pandémica se habla en Waiting Room, de Aleksandra Folczak. Suddenly TV, de Roopa Gogineni, llevará al público a los disturbios de Sudán; también se podrá entender cómo ayuda un carpintero a las víctimas de las bombas en Carpenter, de Xelîl Sehragerd o cómo cazar sonidos de guerras del pasado, en The sound of the time, de Jeissy Trompiz. Cartografíar viejos conflictos fronterizos con Concordia, de Diego Véliz; encontrar nuevas formas de afrontar la herencia colonial, con The porters, de Sarah Vanagt.
Finalmente, cada espectador y espectadora podrá asistir a lúcidas reflexiones sobre los espacios que nos rodean, con Post Soviet symphony, de Alexey Evstigneev y con Glimmen, de Ken Rischard.
Concurso Internacional, Ópera Prima
Las 5 películas concursantes en la sección Ópera prima son: Anhell69, la ópera prima de Theo Montoya, premiada en los últimos festivales de Gijón y Bilbao (Zinebi), que entrelaza la ficción con la no ficción para recrear un mundo personal marcado por las políticas y economías del narcotráfico colombiano. U Outside, de Olha Zhurba, que filma en Ucrania a su protagonista, en un periodo de quince años, para abrir reflexiones sobre el paso del tiempo, sobre qué significa el azar y el destino. Kash Kash, primer largo de Lea Najjar, que presenta el mundo de la colombofilia en Líbano en los intersticios de una fortísima crisis económica; Fragments from heaven, de Adnane Baraka, que ofrece una mirada antropológica del desierto magrebí, con la búsqueda de restos de meteoritos como leitmotiv; Sisterhood, del sierraleonés Mohamed Sessy Kamara, que narra la realidad de dos jóvenes que se ven obligadas a emigrar a Oriente Medio para trabajar como empleadas de hogar.
Concurso Nacional
En la categoría nacional, las 7 películas a concurso son: En palabras de Nayra Sanz, asesora de programación de MiradasDoc, la selección nacional y de ópera prima «destaca por la riqueza en el uso del lenguaje cinematográfico y la búsqueda de nuevas formas narrativas». Un espíritu que compone Searching for Heleny, de Esther Vital, la cual, mediante la utilización de muñecos de tejido, analiza la represión fascista en Brasil durante los años 60. O La Visita y Un Jardín secreto, de Irene M. Borrego, que parte de la recuperación de material de archivo para confrontarlo con documentación actual y reconstruir la vida de una enigmática pintora, Isabel Santaló.
Obras como The time after the rain, codirigida por Nina Solá, Pol Picas y Júlia Girós, que retrata tres generaciones de refugiados saharauis condicionadas por la historia de un país tan etéreo como erosionado por las contradicciones exógenas; o Robin bank, de Anna Giralt, que se aproxima, recurriendo al mundo tecnológico, al prófugo Enric Duran para reflexionar sobre la construcción de las estructuras capitalistas.
Inshallah, de Paula Bilbao, filma los migrantes africanos del campamento de Las Raíces, en La Laguna (Tenerife), acercándonos a la complejidad de sus vidas, también sus miedos y anhelos; Hafreiat, de Álex Sardá, parte de un proyecto arqueológico en Jordania para retratar las problemáticas de un país devenido paradigma turístico; La mala familia, de Nacho A. Villar y Luis Rojo, relata el reencuentro de unos amigos tras obtener un permiso carcelario uno de ellos. Obras en las que la cámara, con honestidad, dibuja unas vidas tan invisibles como cercanas.