VICENTE PÉREZ
El director del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, Itahiza Domínguez, reconoce que «es difícil saber realmente qué está pasando» bajo Las Cañadas del Teide para provocar un enjambre sísmico como el que ha ocurrido este 14 de noviembre.
En cualquier caso, deja claro a la sociedad que no se trata de una serie de terremotos equiparable a la que en septiembre de 2021 precedió a la erupción en Cumbre Vieja.
En declaraciones a PLANETA CANARIO, explica que el enjambre de este jueves es el quinto en la misma zona desde 2016 en una isla volcánicamente activa, por lo que es una anomalía que se repite desde entonces.
Por tanto, se trata de fenómenos «inherentes» a la actividad volcánica, apostilla el físico majorero.
De ahí que, a su juicio, «hay que estar atentos» a la evolución de estos procesos, pero destaca que para ello el IGN, con su red instrumental y su personal, se encarga de realizar un seguimiento para vigilar el riesgo volcánico, y de «tratar de entender lo que está pasando».
La «dificultad» para los vulcanólogos en el caso de Tenerife es que nunca se ha podido monitorizar una erupción volcánica (la última ocurrió en 1909), y solo se cuenta con los relatos de la población que nos han llegado de las erupciones históricas, atestiguando que venían precedidas de terremotos sentidos por los habitantes del lugar.
A su juicio, «habría que empezar a preocuparse si estos enjambres se repitieran cada semana, lo que activaría las alarmas, pero por ahora esto no es lo que ocurre».
Aunque han continuado algunos sismos aislados, el enjambre como tal ya «parece haber terminado», subraya Domínguez, quien recuerda que en la web del IGN se ofrece información sobre los sismos localizados.
Además, en caso de que sean sentidos, la población puede comunicar al IGN esta circunstancia rellenando un sencillo cuestionario anónimo online, información que resulta de gran utilidad para los científicos: https://www.ign.es/web/resources/cuestionario-macrosismico/cuesma.php
Ninguno del al menos medio millar de sismos de este enjambre ha sido sentido por la población, dada su baja magnitud.