VICENTE PÉREZ
La compañía saudí Cepsa comenzará este lunes a desmontar la refinería de Santa Cruz de Tenerife, que comenzó a refinar en 1930, para, en su lugar, promover la construcción de un nuevo barrio en la ciudad, el proyecto llamado Santa Cruz Verde, cuyas líneas generales acordó con el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. Los tanques de combustible pasarán a ubicarse en el polígono industria de Granadilla.
El inicio de los trabajos se celebrará con un acto institucional en el que participará la vicepresidenta tercera del Gobierno estatal y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, así como el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres; el alcalde de Santa Cruz de Tenerife, José Manuel Bermúdez; el presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, y el consejero delegado de Cepsa, Maarten Wetselaar.

Dejó de refinar en 2013 cuando se avivó la polémica por su contaminación de dióxido de azufre sobre la ciudad, al punto de que la Justicia llegó a abrir una causa penal por presuntos riesgos para la salud de la población, a denuncia de los entonces concejales el médico Guillermo Guigou y el abogado Ángel Isidro Guimerá (del partido Ciudadanos por Santa Cruz), este último fallecido posteriormente.
La Consejería de Sanidad obligó en la pasada década a Cepsa a reducir casi un 30% sus emisiones, medida ante la cual primero advirtió que no la podría cumplir, luego que sí, y finalmente no volvió a refinar.

Estudios científicos han asociado contaminantes emitidos por esta industria a ingresos hospitalarios o aumento de mortalidad por enfermedades cardiorrespiratorias. La Dirección General de Salud Pública concluyó que, en el periodo 2000-2005, las muertes en Santa Cruz se incrementaron entre el 5,9% y el 12,5%% por cada aumento del 10% en el dióxido de azufre (SO2). En el caso de este gas, un trabajo financiado por la Sociedad Española de Cardiología y el Ministerio de Ciencia concluyó que la exposición a concentraciones elevadas de este gas (medido en el área metropolitana) es un factor precipitante de ingresos de pacientes en el Hospital Universitario de Canarias -entre los años 2007 y 2011- con síndrome coronario agudo y lesiones obstructivas significativas.
En 2014 se publicó que Cepsa incumplió el máximo legal de superaciones del límite horario de SO2 tres años en la última década en que estuvo refinando, así como del tope diario en dos de esos años. El valor máximo horario se sobrepasó 384 veces en ese periodo y 40 el diario; y 11 ocasiones el umbral de alerta, lo que provocó, según la ley, un riesgo para la salud.
Un proyecto en varias fases

La primera fase del proceso de retirada gradual de unidades de la refinería, que se extenderá hasta 2025, será llevada a cabo siguiendo un cronograma consensuado con el Gobierno canario antes de cada actuación, garantizando en todo momento que ninguna comprometa la actividad ni el servicio que actualmente presta la instalación, para no afectar al suministro energético de las Islas, según explica el Gobierno canario en un comunicado.
La primera actuación del plan de trabajo acordado se iniciará en próximas fechas y abarcará la retirada y recuperación del suelo de la unidad conocida como Merox. Una vez concluidas las intervenciones de la primera fase, se abordará la siguiente, focalizada en el entorno donde se encuentran los tanques de almacenamiento de crudo, para la cual Cepsa ya se encuentra tramitando los proyectos y permisos administrativos preceptivos.
La puesta en marcha de un nuevo parque de almacenamiento en el puerto de Granadilla, para el que Cepsa ya tiene una concesión administrativa y que se espera que sea una realidad en 2025, junto a un mayor uso de otras instalaciones con las que ya cuenta la compañía en la Isla, permitirá el inicio de los trabajos de esta segunda fase, que conllevarán la desinstalación de los restantes equipos de la refinería, al completo, y la remediación voluntaria de los suelos, expone la nota del Gobierno canario.

Esta última fase dará luz verde al proceso de construcción del nuevo espacio verde de la ciudad, que marcará un hito en los objetivos de desarrollo sostenible de las agendas de las administraciones competentes involucradas y de Cepsa.
Cepsa ha informado de que su compromiso con el desarrollo sostenible y la transición ecológica han llevado a la compañía a dar pasos decisivos en la consecución de estos objetivos. La energética ha trasladado en la reunión de hoy que aspira a convertirse en referente gracias a la puesta en marcha de diferentes líneas de acción que afectan a todas sus áreas de negocio, a los procesos de generación de sus productos y a las soluciones energéticas que ofrece a la ciudadanía.
La futura reconversión de la Refinería Tenerife -añadieron en su exposición- es una muestra más de ese compromiso, y ello sin dejar de ofrecer sus servicios a los canarios, garantizando en todo momento el abastecimiento energético de las Islas.
Hay que recordar que en junio del año 2018, el Ayuntamiento de la capital tinerfeña y la compañía Cepsa sellaron un acuerdo histórico para que la ciudad recuperarse los terrenos de la Refinería, bajo la denominación del Proyecto Santa Cruz Verde 2030.