VICENTE PÉREZ
La situación del patrimonio arqueológico en Canarias es objeto de constantes críticas por parte de expertos en la materia, debido al expolio y destrucción que ha sufrido, y a las insuficientes medidas de protección. Pero pocas veces se ha mostrado un caso como el que acaba de denunciar en Facebook un grupo de trabajo e investigación sobre arqueología denominado El Legado: una cueva funeraria con restos de decenas de aborígenes canarios desenterrados y tirados por el suelo, cubriendo no solo el interior de la cavidad sino también el exterior.
La veracidad de las terribles imágenes de este atentado contra el patrimonio cultural canario ha sido confirmada por especialistas consultados por este diario, aunque no ha trascendido la isla en la que se encuentran, si bien han apuntado que se trata de un lugar de muy difícil acceso. Las imágenes están tomadas por un dron y por personal profesional y cualificado para ello, aseguran los autores de las fotografías.
Según se expone en el grupo de Facebook, de la situación de este yacimiento tiene constancia el Cabildo correspondiente, aunque apuntan que ya fue saqueado anteriormente y estudiado por los arqueólogos. «Se trata de una gran cueva funeraria colectiva expoliada desde hace mucho, dada la cantidad de material óseo es probable que hubiese individuos de diferentes generaciones», subraya El Legado.
«¿Acaso merecen los antiguos canarios ese destino?»
Los denunciantes de lo ocurrido con este cementerio aborigen aseguran que intentan despertar conciencias: «¿Acaso merecen los antiguos canarios este destino? Sería impensable hoy que alguien exhumara los cadáveres de un camposanto y los dejara arrojados en el mismo. ¿Entonces… por qué aquellos a los que le debemos en mayor parte lo que somos… son tratados de este modo?»
Los integrantes de El Legado se denominan «Grupo de trabajo e investigación del patrimonio histórico y arqueológico canario para su difusión y protección. Tras las huellas de los antiguos canarios», cuyo blog está compuesto por Jesús Díaz Mendoza, Jonay García Melián y Ayose Himar González Padilla
La nueva ley exige «respeto» a la «dignidad humana» de estos restos
La nueva Ley de Patrimonio Cultural de Canarias, que entrará en vigor la próxima semana y está publicada ya en el Boletín Oficial, declara Bien de Interés Cultural (BIC), «con la categoría de bien mueble de especial sensibilidad: las momias, fardos, mortajas funerarias y restos antropológicos de las poblaciones aborígenes», según su artículo 87. El texto legal especifica que «estos restos humanos deben preservarse con gran tacto y respeto por los sentimientos de dignidad humana que tienen todos los pueblos», precepto este que se ha incorporado a propuesta del profesor de Arqueología de la Universidad de La Laguna José Farrujia.
Esta normativa, como la vigente hasta ahora, declara además BIC con categoría de zona arqueológica «todos los sitios, lugares, cuevas, abrigos o soportes que contengan manifestaciones rupestres y naturales de interés histórico».
Las zonas arqueológicas, además, requerirán por ley de un plan especial de protección, tramitado y aprobado conforme a la normativa urbanística, previo informe preceptivo y vinculante emitido por el departamento de la Administración pública de la Comunidad Autónoma de Canarias competente en materia de biodiversidad.
Los denunciantes de lo ocurrido con este cementerio aborigen aseguran que intentan concienciar sobre la necesidad de que, cuando se encuentra un yacimiento, no se toque nada ni la mínima piedra, sino que quien ha dado con estos restos se ponga en contacto inmediatamente con el servicio de Patrimonio Histórico del respectivo Cabildo o dé parte al Seprona.