VICENTE PÉREZ
El histórico barrio de El Toscal, donde las alegrías en rehabilitación de patrimonio histórico son más bien pocas -la mayoría de las viviendas catalogadas se halla en regular o mal estado de conservación- ha sido noticia esta semana por la inauguración de la Casa Siliuto, antaño llamada Casa Lázaro.
Se trata de un inmueble de 1902 que goza de protección en el catálogo arquitectónico de la capital tinerfeña y que fue la primera obra en la isla del arquitecto Federico Solé (catalán de nacimiento que vivió en Tenerife casi 2 años), con un uso proyectado de vivienda unifamiliar con la tipología de villa ajardinada muy en línea con los hoteles que la Sociedad de Edificaciones y Reformas Urbanas había comenzado a utilizar en lo que se había llamado el barrio de los Hoteles (hoy declarado conjunto histórico, como El Toscal).
La edificación, que luce sus mejores galas estos días, se ha recuperado como Casa de la Juventud, por lo que su uso se ha destinado a actividades para los jóvenes. El proyecto de rehabilitación, cuya ejecución ha costado casi un millón de euros aportados por el Ayuntamiento y el Cabildo de Tenerife, lo elaboró el arquitecto Rafael Escobedo de la Riba.

La apertura oficial de sus puertas tuvo lugar el pasado martes, en el transcurso de un acto en el que participaron el alcalde de la capital, José Manuel Bermúdez, y los respectivos presidentes del Cabildo y del Gobierno de Canarias, Carlos Alonso y Fernando Clavijo, quien, en un golpe de optimismo -que nunca viene mal en el que está considerado uno de los cascos históricos peor gestionados de Canarias- auguró que representará “el pistoletazo de salida para la dinamización de El Toscal, un barrio de referencia en la identidad de Santa Cruz”.
Bermúdez confesó que esta obra “es un ejemplo práctico del triple compromiso del Ayuntamiento: con la rehabilitación del patrimonio histórico [hay inversiones previstas por valor de 25 millones en inmuebles de titularidad pública], con el impulso de un barrio y con la juventud”.
Y en este punto el alcalde dijo esperar que en poco tiempo entre en vigor el Plan Especial de Protección de El Toscal, a partir de lo cual «habrá seguridad jurídica para que los propietarios puedan invertir con garantías en la rehabilitación de los inmuebles privados y las empresas, en la generación de nuevas actividades económicas y en la creación de empleo”.
Un documento, el de este plan, polémico donde los haya, por el choque entre los partidarios de su conservación y los intereses inmobiliarios, pero que, tras una larguísima tramitación, en 2015 todo parecía haber llegado a su fin, con la aprobación definitiva en el pleno del Ayuntamiento. Pero no fue así, pues, con la llegada del edil del PP Carlos Garcinuño como responsable de Urbanismo (posteriormente destituido), un informe jurídico externo determinó que el plan contenía visos de ilegalidad y fue necesario su modificación, que saliera de nuevo a exposición pública y que se alcanzara un nuevo acuerdo con el Cabido, cuyo informe es vinculante.
De casa a caso Siliuto, con condena a un exedil de CC
Pero el proceso para darle una segunda juventud a la Casa Siliuto no ha sido un camino de rosas. Activistas vecinales del barrio recuerdan que el primer paso fue evitar que la casa fuera derribada por intereses inmobiliarios especulativos, tan frecuentes en este barrio acosado por manzanas de mayor edificabilidad.
En 2003 el Ayuntamiento la compró, pero quienes firmaron esa compraventa lo hicieron a un precio superior al que realmente valía, por lo que de casa pasó a caso Siliuto, una causa penal en la que la Audiencia Provincial condenó al exconcejal de CC Norberto Plasencia a cuatro años de cárcel y 17 de inhabilitación especial además de tener que devolver 300.000 euros a las arcas públicas. El Consistorio, a través de «un plan tramado» por el exedil, adquirió el inmueble por 612.000 euros, casi el doble de su valor real, que los técnicos municipales cifraron en 332.000 euros.
Las obras de rehabilitación también sufrieron problemas, trabajos no previstos que encarecieron el coste y fue preciso resolver el contrato con la adjudicataria y volver a adjudicarlas.
Pero todo eso ya es pasado, y el reluciente inmueble, antes deteriorado como muchos en el barrio, ya exhibe su galanura en un entorno donde ahora contrasta con las viviendas que tiene enfrente, dos bellas casas canarias terreras, de las originales de este conjunto histórico, que el Cabildo de Tenerife ha forzado al Ayuntamiento a preservar de la piqueta, como además pedían las asociaciones más combativas del barrio.
Jornadas de puertas abiertas y programa de actividades
La Casa Siliuto será gestionada, inicialmente, por el área municipal de Juventud y Educación con personal adscrito al programa Distrito Joven. Abrirá los siete días de la semana, de 10:00 a 20:00 horas, con un programa de actividades y talleres. Hasta el 15 de marzo habrá unas Jornadas de Puertas Abiertas para quien quiera conocerla, excepto el Martes de Carnaval.
Para usar los servicios que ofrece será necesario contar con comprendidas entre 14 y 30 años. A su disposición habrá sala de ordenadores, sala de estudios (con aulas búho en época de la EBAU y exámenes), realización de maquetas en un estudio de grabaciones profesional, sala de juegos para el disfrute del tiempo de ocio, además de dos terrazas al aire libre y wifi gratuita, según detalla el Ayuntamiento en un comunicado.
El programa de actividades incluye talleres gratuitos de maquillaje de Carnaval (del 26 al 28 de febrero), iniciación a DJ (del 26 de febrero al 2 de marzo), tendencias en maquillaje (11, 12, 20 y 21 de marzo), teatro (11, 12, 18, 19, 25 y 26 de marzo, 1, 2, 8 y 9 de abril), pintura al aire libre (13, 14, 18 y 19 de marzo), hip hop comercial (15, 16, 22, 23, 29 y 30 de marzo), concentración mundo anime-ghibli (15 de marzo) o diseño de uñas (del 26 al 28 de marzo).
ASÍ HA QUEDADO LA CASA SILIUTO. Originalmente llamada Casa Lázaro, cuya rehabilitación ha concluido ya el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, es una construcción ecléctica (mezcla de estilos arquitectónicos) del año 1900. Se ubica en la calle de San Antonio, corazón del conjunto histórico de El Toscal. Fue la primera obra en la isla de Federico Solé (catalán de nacimiento que vivió en Tenerife casi 2 años), con un uso proyectado de vivienda unifamiliar con la tipología de villa ajardinada muy en línea con los hoteles que la Sociedad de Edificaciones y Reformas Urbanas había comenzado a utilizar en lo que se había llamado el Barrio de los Hoteles. El proyecto de rehabilitación fue elaborado en la Gerencia Municipal de Urbanismo por el arquitecto José Ángel Afonso Tosco, junto a varios colaboradores. Las imágenes de este vídeo proceden del Ayuntamiento santacrucero (interior de la vivienda ya rehabilitada) y de las publicadas en la prensa provincial durante las obras.
Posted by Asociación Nuestro Patrimonio on Sunday, 30 December 2018
Sala de actos y estudio de grabación
Con una superficie construida de más de 597 metros cuadrados, la casa, situada en el número 12 de la calle San Antonio, ofrece en sus 456 metros cuadrados de superficie útil interior y 369 metros cuadrados exteriores los usos establecidos por la Red Insular de Casas de la Juventud.
En su interior dispone de un salón de actos con aforo para un centenar de personas, salas de ensayo y multifuncionales, un estudio de grabación y un espacio destinado a servicios informáticos.
La empresa encargada de su rehabilitación, Construcciones Felipe Méndez, completó los refuerzos estructurales de fachada, la demolición y reconstrucción de la última planta, el andamiaje y rehabilitación parcial de fachada, el bloqueo de humedades procedentes del Teatro San Martín, la protección contra incendios de los forjados de madera, las acometidas generales, la rehabilitación en taller de carpinterías y pavimento y el trazado de instalación eléctrica, agua y saneamiento.
La Casa de la Juventud es un espacio inclusivo y adaptado para su uso por personas con discapacidad auditiva. Se convertirá igualmente en la sede del Consejo Municipal de la Juventud y será punto de información juvenil.