PLANETA CANARIO
Los agricultores canarios han notificado a sus aseguradoras daños en 9.597 parcelas a consecuencia de los vientos muy fuertes y localmente huracanados provocados por la reciente borrasca Dorothea, que ha afectado a 3.085 hectáreas en las islas de Tenerife, La Palma, La Gomera, El Hierro y Gran Canaria.
El consejero de Agricultura, Ganadería, Pesca y Soberanía Alimentaria del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero realizó este viernes, 20 de diciembre, una visita a la isla de El Hierro para conocer el estado de las fincas afectadas por esta depresión.
En las cuatro islas de la provincia occidental se han notificado daños en 9.462 parcelas.Tenerife ha sido la más afectada con 3.581 terrenos dañados, entre cítricos, hortalizas, planta viva, plátano y tropicales, lo que supone un total de 1.806 hectáreas.
La Palma ha comunicado la afección en 4.923 parcelas de estos mismos cultivos, que suman 1.044 hectáreas.
Tanto en La Gomera, con un total de 559 parcelas y 109 hectáreas afectadas, como en El Hierro, donde han sufrido daños 399 terrenos y un total de 66 hectáreas, el paso de Dortothea causó principalmente daños en explotaciones tropicales y plataneras.
Finalmente, en la provincia oriental Gran Canaria ha sido la única isla que hasta el momento ha reportado daños, con afección en 135 parcelas que abarcan 60 hectáreas dedicadas hortaliza, plátano y tomate.
Narvay Quintero conoce in situ los daños en El Hierro
En su visita a El Hierro, Quintero comprobó las consecuencias del impacto de la borrasca con un recorrido tanto por fincas dedicadas al cultivo de piña tropical como por las explotaciones plataneras en una visita junto al consejero del Medio Rural y Marino del Cabildo de El Hierro, David Cabrera y el alcalde de La Frontera, Pablo Rodríguez Cejas, así como los presidente de la SAT Frutas de El Hierro, Pablo Carmona, y de la Cooperativa Insular del Campo de Frontera, Pedro Miguel Ángel Acosta.
Asimismo, Quintero cerró la jornada de trabajo con una reunión con el presidente del Cabildo, Alpidio Armas, en la que abordaron la evaluación de los daños ocasionados por Dorothea, así como las posibles medidas de apoyo a implementar.
El consejero autonómico explicó que “los técnicos de los seguros ya han comenzado a realizar las valoraciones, si bien el Gobierno canario tiene que esperar a los informes de daños redactados por los Cabildos para valorar medidas de apoyo y la recuperación del potencial agrícola, así como considerar si se su cumplen las condiciones para la definición de desastre natural”.
En este sentido, el responsable del área informó de que “en las islas de La Gomera y El Hierro Agroseguro ha comenzado a peritar los cultivos de plátano y a partir del lunes, comenzará la valoración en La Palma y Tenerife, si bien para analizar los daños en la piña tropical habrá que esperar hasta la primera semana de enero”.
Asimismo, recordó que en materia de seguros agrarios el Ejecutivo canario es “uno de los que más destina a este concepto con 4,5 millones de euros, el máximo que permite la legislación europea”, al tiempo que se refuerza el apoyo a aquellas explotaciones que están aseguradas a través de ayudas como el POSEI o las que se concederán próximamente para compensar los efectos de la sequía”.
La necesidad de una respuesta institucional coordinada
Por su parte, Pablo Rodríguez Cejas subrayó que “tal y como se preveía por la intensidad de los vientos registrados durante los días pasados, los daños serán cuantiosos, por lo que es importante dar una respuesta conjunta adecuada y digna desde las administraciones a los agricultores que han perdido prácticamente todo”.
Asimismo, David Cabrera indicó que “nos hemos dirigido al Gobierno de Canarias y la Delegación del Gobierno de España en las islas para solicitar apoyo y ahora nos estamos coordinando para evaluar la afección y compensar daños de todo tipo, en plantas, sistema de riego e infraestructuras”.
Pedro Miguel Acosta aseguró que “hay muchos daños en instalaciones e invernaderos destinados al cultivo de piña y también en la fruta en la planta” mientras que Pablo Carmona explicó que “esta planta tiene muy poca raíz y como consecuencia del movimiento de los vientos con el paso de los días empezará a secarse o, incluso sí da la fruta, perderá parte de su peso, lo que afecta a su comercialización en el mercado”.
