VICENTE PÉREZ
Un total de 2.838 personas se encuentra sin hogar, la cifra más alta registrada en los últimos cinco años. Así lo indica el V Informe sobre Exclusión Residencial Extrema en Tenerife, elaborado por Cáritas de Tenerife en colaboración con el Cabildo a través del Instituto de Atención Social y Sociosanitaria (IASS).
El estudio, presentado en el Tenerife Espacio de las Artes dentro de las II Jornadas sobre Sinhogarismo, refleja un aumento del 23% respecto a 2023, y sitúa a la isla ante una emergencia habitacional que, según esta ONG de la Iglesia Católica ha pasado de ser coyuntural a estructural.
La investigación desvela que el sinhogarismo se extiende por los 31 municipios de Tenerife y abarca distintas realidades. No solo incluye a quienes duermen a la intemperie, sino también a quienes sobreviven en infraviviendas, caravanas o alojamientos temporales.
La metodología se apoya en la tipología ETHOS, una clasificación europea que define las diferentes formas de exclusión residencial.
Santa Cruz y los municipios más turísticos, a la cabeza
Por municipios, Santa Cruz de Tenerife concentra al 37,1% de las personas sin techo, seguida de los municipios turísticos por excelencia: Arona (10,8%), Adeje (9,5%) y Puerto de la Cruz (9,5%). Junto con La Laguna (8,4%) y Granadilla de Abona (6,3%), estos seis municipios concentran el 81,6% de los casos.
Cáritas vincula esta concentración al aumento del alquiler vacacional, el alza de precios y la escasez de vivienda social.
El informe describe también el perfil de quienes viven esta realidad. El 76,5% son hombres y el 23,5% mujeres, y casi tres de cada diez (29,2%) son de origen extranjero, muchos atrapados en lo que Cáritas denomina “laberintos administrativos”.
Casi la mitad de las personas encuestadas, el 49,9%, procedían de viviendas normalizadas antes de perder su hogar.
Entre las causas más frecuentes figuran la pérdida del hogar familiar (26,1%) y los impagos de alquiler (7,2%), lo que desmiente la idea de que el sinhogarismo se asocie exclusivamente a problemas previos de salud o adicciones. “Estas situaciones demuestran que cualquiera puede verse en la calle cuando falla el sistema”, explica el informe.
Insuficientes políticas públicas de vivienda
Cáritas subraya además las deficiencias del Plan de Vivienda 2020-2025 del Gobierno de Canarias, que preveía 5.000 nuevas viviendas sociales en cuatro años, de las cuales solo se han construido 1.152. A ello se suma que un tercio de las personas que solicitaron ayudas al alquiler entre 2024 y 2025 no pudieron acceder a ellas por falta de presupuesto, mientras las solicitudes totales crecieron hasta 27.500, unas 10.500 más que en el periodo anterior.
El informe habla abiertamente de “fallos sistémicos” que alimentan la exclusión: carencia de red de apoyo (43,1%), barreras administrativas (15,3%) y dificultades económicas (11,6%). Los desahucios por impago del alquiler aumentaron un 4,5% en 2024, situando a Canarias como la tercera comunidad autónoma más afectada del país.
Desde esta organización humanitaria se advierte que las actuales políticas “siguen siendo insuficientes” y que la exclusión residencial extrema se ha convertido en un síntoma del fracaso de las políticas de vivienda. Cáritas reclama que las administraciones asuman su responsabilidad como garantes de derechos y actúen de forma coordinada.
Casi el 60% padece enfermedades físicas o mentales
El impacto en la salud de las personas sin hogar es otro de los hallazgos más alarmantes. El 44,5% padece enfermedades crónicas, el 14,8% trastornos mentales graves, el 9,2% depresión y el 8,3% ansiedad. Además, el 23,5% convive con tres o más patologías simultáneas. “La exclusión no solo deja a la gente sin techo, también sin salud”, lamentan los autores del informe.
La dimensión emocional del problema es igualmente grave: el 87,3% se declara desesperanzado respecto al futuro, el 83,1% sufre insomnio y el 82,7% tristeza persistente. Estos datos confirman la estrecha relación entre la falta de vivienda y el deterioro físico y mental.
El documento presentado por Cáritas se alinea con el Marco Estratégico Insular para la Inclusión Social, promovido por el Cabildo de Tenerife, que plantea cuatro ejes de intervención: prevención, acceso a derechos, respuestas adaptadas y coordinación institucional. La ONG reclama que ese marco se traduzca en medidas concretas como el aumento urgente del parque de vivienda social, la agilización de empadronamientos y la creación de equipos puente entre la calle y los servicios sociales y sanitarios.

“La vivienda es un derecho humano, no un privilegio”, recordó Cáritas durante la presentación, citando la Declaración de Lisboa de 2021, en la que la Unión Europea se comprometió a que nadie duerma a la intemperie por falta de un alojamiento accesible y seguro.
“Detrás de cada cifra hay una historia, una persona que merece una oportunidad”, recordó Juan Rognoni, director de Cáritas Diocesana de Tenerife. “La vivienda no es solo un techo: es el primer paso para recuperar la salud, la dignidad y el proyecto de vida”.
Con este quinto informe, Cáritas reitera su compromiso con las personas sin hogar y su llamado a toda la sociedad. “Nadie es desechable”, insisten sus responsables. “La solución no pasa por ocultar la pobreza, sino por garantizar que cada persona tenga un lugar donde vivir con dignidad”.