VICENTE PÉREZ
La consejera de Educación, Cultura y Universidades del Gobierno canario, María José Guerra, ha presentado su dimisión, decisión que adopta después de que este fin de semana haya renunciado también a su cargo el director general de Innovación, Ordenación y Calidad Educativa, Gregorio Cabrera, por no estar de acuerdo con que se deje a la dirección de cada centro educativo la potestad de reanudar o no clases presenciales antes de que acabe el curso para el alumnado que cambia de etapa, debido a la situación de pandemia y el estado de alarma.
Le sustituirá hasta final de curso el consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, José Antonio Valbuena, que compaginará ambas consejerías.
Este fin de semana CC.OO. había pedido la dimisión de los responsables de la Consejería, por considerar que no podían continuar en sus cargos «ni un minuto más» por su mala gestión de esta crisis que lleva a la enseñanza pública canaria hacia «el precipicio», al no existir aún un plan de desescalada claro para los centros educativos.
La consejera dimisionaria, que es catedrática de Filosofía Moral en la Universidad de La Laguna, ha hecho pública su decisión en declaraciones a la cadena SER en Tenerife. Afirma que no tenía conocimiento de la dimisión Cabrera, que se enteró por un mensaje de Whatsapp y se quedó «desconcertada», porque precisamente estaba preparando una orden, que ya está totalmente redactada, con las directrices para esta nueva fase de desescalada, y que ahora deberá firmar Valbuena.
Explica que, ante la «cascada o efecto dominó» de reacciones pidiendo su dimisión, habló con el presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres: «Le pedí el cese a petición propia o dimisión, como se quiera decir».
Guerra trata de justificar su gestión afirmando que se reunió las dos pasadas semanas con los sindicatos, con las asociaciones de padres y madres, con el sector de la concertada y dos veces con el Consejo Escolar de Canarias, y que «se planteó el plan» para esta nueva fase del desconfinamiento social en el ámbito educativo, que recogía propuestas planteadas por esos colectivos. A su juicio, no se pueden abrir los colegios e institutos de golpe y se ha tomado una decisión «prudencial».
Torres anunció este domingo que no habrá regreso a las aulas en este curso escolar, sino enseñanza telemática, salvo para alumnado que cambie de curso, de forma individual y voluntaria, y a partir del 1 de junio.
Con estas renuncias en Educación y Cultura, ya son dos las crisis interna que a cuenta de la gestión de coronavirus ha tenido el Ejecutivo canario formado por PSOE, Nueva Canarias, Sí Podemos y la Agrupación Socialista Gomera, pues a finales de marzo fue destituida la hasta entonces consejera de Sanidad, Teresa Cruz (PSOE).
El jefe del Ejecutivo regional agradeció a la dimisionaria » su esfuerzo en un tiempo muy difícil».
Reacciones de la oposición política

La portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Parlamento de Canarias, Vidina Espino, reivindica que Torres “debe remodelar su Gobierno sin más dilación”, para poner fin a la interinidad en que ahora mismo se encuentran las direcciones de dos áreas tan importantes como Sanidad y Educación. Para Cs, la gestión de Guerra tenía «muchas lagunas» y «se ha demostrado que su departamento carecía de liderazgo y que los problemas, en lugar de resolverse, se agravan”.
La portavoz del Partido Popular en el Parlamento de Canarias y presidenta de los populares canarios, Australia Navarro, señala que la crisis de la Covid-19 “está haciendo saltar por los aires las costuras de un Gobierno de Canarias más pensado para aparentar que para gestionar”. Apuntó que «la marcha de la consejera es la crónica de una muerte anunciada y una nueva vía de agua que se le abre al Gobierno canario”. “La pandemia del coronavirus», afirma la diputada del PP, «ha puesto en evidencia la fragilidad de un gobierno cogido con alfileres que el presidente Torres configuró pensando más en satisfacer demandas territoriales y partidistas en lugar de poner al frente de los distintos departamentos a los más competentes”.
La vicesecretaria de Coordinación Territorial de Coalición Canaria-PNC, Beatriz Calzada ha pedido al presidente del Gobierno canario que convoque de forma urgente a la comunidad educativa «para transmitirles instrucciones claras de cara a la apertura de las aulas el próximo 1 de junio para los alumnos de cambio de ciclo”. “Basta ya de improvisaciones;”, señala Calzada en un comunicado, “la dimisión de la consejera no puede ser ahora una excusa para perpetuar el caos y la desorganización en un área tan importante”.
VICENTE PÉREZ
La consejera de Educación, Cultura y Universidades del Gobierno canario, María José Guerra, ha presentado su dimisión, decisión que adopta después de que este fin de semana haya renunciado también a su cargo el director general de Innovación, Ordenación y Calidad Educativa, Gregorio Cabrera, por no estar de acuerdo con que se deje a la dirección de cada centro educativo la potestad de reanudar o no clases presenciales antes de que acabe el curso para el alumnado que cambia de etapa, debido a la situación de pandemia y el estado de alarma.
Le sustituirá hasta final de curso el consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, José Antonio Valbuena, que compaginará ambas consejerías.
Este fin de semana CC.OO. había pedido la dimisión de los responsables de la Consejería, por considerar que no podían continuar en sus cargos «ni un minuto más» por su mala gestión de esta crisis que lleva a la enseñanza pública canaria hacia «el precipicio», al no existir aún un plan de desescalada claro para los centros educativos.
La consejera dimisionaria, que es catedrática de Filosofía Moral en la Universidad de La Laguna, ha hecho pública su decisión en declaraciones a la cadena SER en Tenerife. Afirma que no tenía conocimiento de la dimisión Cabrera, que se enteró por un mensaje de Whatsapp y se quedó «desconcertada», porque precisamente estaba preparando una orden, que ya está totalmente redactada, con las directrices para esta nueva fase de desescalada, y que ahora deberá firmar Valbuena.
Explica que, ante la «cascada o efecto dominó» de reacciones pidiendo su dimisión, habló con el presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres: «Le pedí el cese a petición propia o dimisión, como se quiera decir».
Guerra trata de justificar su gestión afirmando que se reunió las dos pasadas semanas con los sindicatos, con las asociaciones de padres y madres, con el sector de la concertada y dos veces con el Consejo Escolar de Canarias, y que «se planteó el plan» para esta nueva fase del desconfinamiento social en el ámbito educativo, que recogía propuestas planteadas por esos colectivos. A su juicio, no se pueden abrir los colegios e institutos de golpe y se ha tomado una decisión «prudencial».
Torres anunció este domingo que no habrá regreso a las aulas en este curso escolar, sino enseñanza telemática, salvo para alumnado que cambie de curso, de forma individual y voluntaria, y a partir del 1 de junio.
Con estas renuncias en Educación y Cultura, ya son dos las crisis interna que a cuenta de la gestión de coronavirus ha tenido el Ejecutivo canario formado por PSOE, Nueva Canarias, Sí Podemos y la Agrupación Socialista Gomera, pues a finales de marzo fue destituida la hasta entonces consejera de Sanidad, Teresa Cruz (PSOE).
El jefe del Ejecutivo regional agradeció a la dimisionaria » su esfuerzo en un tiempo muy difícil».
Reacciones de la oposición política

La portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Parlamento de Canarias, Vidina Espino, reivindica que Torres “debe remodelar su Gobierno sin más dilación”, para poner fin a la interinidad en que ahora mismo se encuentran las direcciones de dos áreas tan importantes como Sanidad y Educación. Para Cs, la gestión de Guerra tenía «muchas lagunas» y «se ha demostrado que su departamento carecía de liderazgo y que los problemas, en lugar de resolverse, se agravan”.
La portavoz del Partido Popular en el Parlamento de Canarias y presidenta de los populares canarios, Australia Navarro, señala que la crisis de la Covid-19 “está haciendo saltar por los aires las costuras de un Gobierno de Canarias más pensado para aparentar que para gestionar”. Apuntó que «la marcha de la consejera es la crónica de una muerte anunciada y una nueva vía de agua que se le abre al Gobierno canario”. “La pandemia del coronavirus», afirma la diputada del PP, «ha puesto en evidencia la fragilidad de un gobierno cogido con alfileres que el presidente Torres configuró pensando más en satisfacer demandas territoriales y partidistas en lugar de poner al frente de los distintos departamentos a los más competentes”.
La vicesecretaria de Coordinación Territorial de Coalición Canaria-PNC, Beatriz Calzada ha pedido al presidente del Gobierno canario que convoque de forma urgente a la comunidad educativa «para transmitirles instrucciones claras de cara a la apertura de las aulas el próximo 1 de junio para los alumnos de cambio de ciclo”. “Basta ya de improvisaciones;”, señala Calzada en un comunicado, “la dimisión de la consejera no puede ser ahora una excusa para perpetuar el caos y la desorganización en un área tan importante”.
VICENTE PÉREZ
La consejera de Educación, Cultura y Universidades del Gobierno canario, María José Guerra, ha presentado su dimisión, decisión que adopta después de que este fin de semana haya renunciado también a su cargo el director general de Innovación, Ordenación y Calidad Educativa, Gregorio Cabrera, por no estar de acuerdo con que se deje a la dirección de cada centro educativo la potestad de reanudar o no clases presenciales antes de que acabe el curso para el alumnado que cambia de etapa, debido a la situación de pandemia y el estado de alarma.
Le sustituirá hasta final de curso el consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, José Antonio Valbuena, que compaginará ambas consejerías.
Este fin de semana CC.OO. había pedido la dimisión de los responsables de la Consejería, por considerar que no podían continuar en sus cargos «ni un minuto más» por su mala gestión de esta crisis que lleva a la enseñanza pública canaria hacia «el precipicio», al no existir aún un plan de desescalada claro para los centros educativos.
La consejera dimisionaria, que es catedrática de Filosofía Moral en la Universidad de La Laguna, ha hecho pública su decisión en declaraciones a la cadena SER en Tenerife. Afirma que no tenía conocimiento de la dimisión Cabrera, que se enteró por un mensaje de Whatsapp y se quedó «desconcertada», porque precisamente estaba preparando una orden, que ya está totalmente redactada, con las directrices para esta nueva fase de desescalada, y que ahora deberá firmar Valbuena.
Explica que, ante la «cascada o efecto dominó» de reacciones pidiendo su dimisión, habló con el presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres: «Le pedí el cese a petición propia o dimisión, como se quiera decir».
Guerra trata de justificar su gestión afirmando que se reunió las dos pasadas semanas con los sindicatos, con las asociaciones de padres y madres, con el sector de la concertada y dos veces con el Consejo Escolar de Canarias, y que «se planteó el plan» para esta nueva fase del desconfinamiento social en el ámbito educativo, que recogía propuestas planteadas por esos colectivos. A su juicio, no se pueden abrir los colegios e institutos de golpe y se ha tomado una decisión «prudencial».
Torres anunció este domingo que no habrá regreso a las aulas en este curso escolar, sino enseñanza telemática, salvo para alumnado que cambie de curso, de forma individual y voluntaria, y a partir del 1 de junio.
Con estas renuncias en Educación y Cultura, ya son dos las crisis interna que a cuenta de la gestión de coronavirus ha tenido el Ejecutivo canario formado por PSOE, Nueva Canarias, Sí Podemos y la Agrupación Socialista Gomera, pues a finales de marzo fue destituida la hasta entonces consejera de Sanidad, Teresa Cruz (PSOE).
El jefe del Ejecutivo regional agradeció a la dimisionaria » su esfuerzo en un tiempo muy difícil».
Reacciones de la oposición política

La portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Parlamento de Canarias, Vidina Espino, reivindica que Torres “debe remodelar su Gobierno sin más dilación”, para poner fin a la interinidad en que ahora mismo se encuentran las direcciones de dos áreas tan importantes como Sanidad y Educación. Para Cs, la gestión de Guerra tenía «muchas lagunas» y «se ha demostrado que su departamento carecía de liderazgo y que los problemas, en lugar de resolverse, se agravan”.
La portavoz del Partido Popular en el Parlamento de Canarias y presidenta de los populares canarios, Australia Navarro, señala que la crisis de la Covid-19 “está haciendo saltar por los aires las costuras de un Gobierno de Canarias más pensado para aparentar que para gestionar”. Apuntó que «la marcha de la consejera es la crónica de una muerte anunciada y una nueva vía de agua que se le abre al Gobierno canario”. “La pandemia del coronavirus», afirma la diputada del PP, «ha puesto en evidencia la fragilidad de un gobierno cogido con alfileres que el presidente Torres configuró pensando más en satisfacer demandas territoriales y partidistas en lugar de poner al frente de los distintos departamentos a los más competentes”.
La vicesecretaria de Coordinación Territorial de Coalición Canaria-PNC, Beatriz Calzada ha pedido al presidente del Gobierno canario que convoque de forma urgente a la comunidad educativa «para transmitirles instrucciones claras de cara a la apertura de las aulas el próximo 1 de junio para los alumnos de cambio de ciclo”. “Basta ya de improvisaciones;”, señala Calzada en un comunicado, “la dimisión de la consejera no puede ser ahora una excusa para perpetuar el caos y la desorganización en un área tan importante”.
VICENTE PÉREZ
La consejera de Educación, Cultura y Universidades del Gobierno canario, María José Guerra, ha presentado su dimisión, decisión que adopta después de que este fin de semana haya renunciado también a su cargo el director general de Innovación, Ordenación y Calidad Educativa, Gregorio Cabrera, por no estar de acuerdo con que se deje a la dirección de cada centro educativo la potestad de reanudar o no clases presenciales antes de que acabe el curso para el alumnado que cambia de etapa, debido a la situación de pandemia y el estado de alarma.
Le sustituirá hasta final de curso el consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, José Antonio Valbuena, que compaginará ambas consejerías.
Este fin de semana CC.OO. había pedido la dimisión de los responsables de la Consejería, por considerar que no podían continuar en sus cargos «ni un minuto más» por su mala gestión de esta crisis que lleva a la enseñanza pública canaria hacia «el precipicio», al no existir aún un plan de desescalada claro para los centros educativos.
La consejera dimisionaria, que es catedrática de Filosofía Moral en la Universidad de La Laguna, ha hecho pública su decisión en declaraciones a la cadena SER en Tenerife. Afirma que no tenía conocimiento de la dimisión Cabrera, que se enteró por un mensaje de Whatsapp y se quedó «desconcertada», porque precisamente estaba preparando una orden, que ya está totalmente redactada, con las directrices para esta nueva fase de desescalada, y que ahora deberá firmar Valbuena.
Explica que, ante la «cascada o efecto dominó» de reacciones pidiendo su dimisión, habló con el presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres: «Le pedí el cese a petición propia o dimisión, como se quiera decir».
Guerra trata de justificar su gestión afirmando que se reunió las dos pasadas semanas con los sindicatos, con las asociaciones de padres y madres, con el sector de la concertada y dos veces con el Consejo Escolar de Canarias, y que «se planteó el plan» para esta nueva fase del desconfinamiento social en el ámbito educativo, que recogía propuestas planteadas por esos colectivos. A su juicio, no se pueden abrir los colegios e institutos de golpe y se ha tomado una decisión «prudencial».
Torres anunció este domingo que no habrá regreso a las aulas en este curso escolar, sino enseñanza telemática, salvo para alumnado que cambie de curso, de forma individual y voluntaria, y a partir del 1 de junio.
Con estas renuncias en Educación y Cultura, ya son dos las crisis interna que a cuenta de la gestión de coronavirus ha tenido el Ejecutivo canario formado por PSOE, Nueva Canarias, Sí Podemos y la Agrupación Socialista Gomera, pues a finales de marzo fue destituida la hasta entonces consejera de Sanidad, Teresa Cruz (PSOE).
El jefe del Ejecutivo regional agradeció a la dimisionaria » su esfuerzo en un tiempo muy difícil».
Reacciones de la oposición política

La portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Parlamento de Canarias, Vidina Espino, reivindica que Torres “debe remodelar su Gobierno sin más dilación”, para poner fin a la interinidad en que ahora mismo se encuentran las direcciones de dos áreas tan importantes como Sanidad y Educación. Para Cs, la gestión de Guerra tenía «muchas lagunas» y «se ha demostrado que su departamento carecía de liderazgo y que los problemas, en lugar de resolverse, se agravan”.
La portavoz del Partido Popular en el Parlamento de Canarias y presidenta de los populares canarios, Australia Navarro, señala que la crisis de la Covid-19 “está haciendo saltar por los aires las costuras de un Gobierno de Canarias más pensado para aparentar que para gestionar”. Apuntó que «la marcha de la consejera es la crónica de una muerte anunciada y una nueva vía de agua que se le abre al Gobierno canario”. “La pandemia del coronavirus», afirma la diputada del PP, «ha puesto en evidencia la fragilidad de un gobierno cogido con alfileres que el presidente Torres configuró pensando más en satisfacer demandas territoriales y partidistas en lugar de poner al frente de los distintos departamentos a los más competentes”.
La vicesecretaria de Coordinación Territorial de Coalición Canaria-PNC, Beatriz Calzada ha pedido al presidente del Gobierno canario que convoque de forma urgente a la comunidad educativa «para transmitirles instrucciones claras de cara a la apertura de las aulas el próximo 1 de junio para los alumnos de cambio de ciclo”. “Basta ya de improvisaciones;”, señala Calzada en un comunicado, “la dimisión de la consejera no puede ser ahora una excusa para perpetuar el caos y la desorganización en un área tan importante”.
VICENTE PÉREZ
La consejera de Educación, Cultura y Universidades del Gobierno canario, María José Guerra, ha presentado su dimisión, decisión que adopta después de que este fin de semana haya renunciado también a su cargo el director general de Innovación, Ordenación y Calidad Educativa, Gregorio Cabrera, por no estar de acuerdo con que se deje a la dirección de cada centro educativo la potestad de reanudar o no clases presenciales antes de que acabe el curso para el alumnado que cambia de etapa, debido a la situación de pandemia y el estado de alarma.
Le sustituirá hasta final de curso el consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, José Antonio Valbuena, que compaginará ambas consejerías.
Este fin de semana CC.OO. había pedido la dimisión de los responsables de la Consejería, por considerar que no podían continuar en sus cargos «ni un minuto más» por su mala gestión de esta crisis que lleva a la enseñanza pública canaria hacia «el precipicio», al no existir aún un plan de desescalada claro para los centros educativos.
La consejera dimisionaria, que es catedrática de Filosofía Moral en la Universidad de La Laguna, ha hecho pública su decisión en declaraciones a la cadena SER en Tenerife. Afirma que no tenía conocimiento de la dimisión Cabrera, que se enteró por un mensaje de Whatsapp y se quedó «desconcertada», porque precisamente estaba preparando una orden, que ya está totalmente redactada, con las directrices para esta nueva fase de desescalada, y que ahora deberá firmar Valbuena.
Explica que, ante la «cascada o efecto dominó» de reacciones pidiendo su dimisión, habló con el presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres: «Le pedí el cese a petición propia o dimisión, como se quiera decir».
Guerra trata de justificar su gestión afirmando que se reunió las dos pasadas semanas con los sindicatos, con las asociaciones de padres y madres, con el sector de la concertada y dos veces con el Consejo Escolar de Canarias, y que «se planteó el plan» para esta nueva fase del desconfinamiento social en el ámbito educativo, que recogía propuestas planteadas por esos colectivos. A su juicio, no se pueden abrir los colegios e institutos de golpe y se ha tomado una decisión «prudencial».
Torres anunció este domingo que no habrá regreso a las aulas en este curso escolar, sino enseñanza telemática, salvo para alumnado que cambie de curso, de forma individual y voluntaria, y a partir del 1 de junio.
Con estas renuncias en Educación y Cultura, ya son dos las crisis interna que a cuenta de la gestión de coronavirus ha tenido el Ejecutivo canario formado por PSOE, Nueva Canarias, Sí Podemos y la Agrupación Socialista Gomera, pues a finales de marzo fue destituida la hasta entonces consejera de Sanidad, Teresa Cruz (PSOE).
El jefe del Ejecutivo regional agradeció a la dimisionaria » su esfuerzo en un tiempo muy difícil».
Reacciones de la oposición política

La portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Parlamento de Canarias, Vidina Espino, reivindica que Torres “debe remodelar su Gobierno sin más dilación”, para poner fin a la interinidad en que ahora mismo se encuentran las direcciones de dos áreas tan importantes como Sanidad y Educación. Para Cs, la gestión de Guerra tenía «muchas lagunas» y «se ha demostrado que su departamento carecía de liderazgo y que los problemas, en lugar de resolverse, se agravan”.
La portavoz del Partido Popular en el Parlamento de Canarias y presidenta de los populares canarios, Australia Navarro, señala que la crisis de la Covid-19 “está haciendo saltar por los aires las costuras de un Gobierno de Canarias más pensado para aparentar que para gestionar”. Apuntó que «la marcha de la consejera es la crónica de una muerte anunciada y una nueva vía de agua que se le abre al Gobierno canario”. “La pandemia del coronavirus», afirma la diputada del PP, «ha puesto en evidencia la fragilidad de un gobierno cogido con alfileres que el presidente Torres configuró pensando más en satisfacer demandas territoriales y partidistas en lugar de poner al frente de los distintos departamentos a los más competentes”.
La vicesecretaria de Coordinación Territorial de Coalición Canaria-PNC, Beatriz Calzada ha pedido al presidente del Gobierno canario que convoque de forma urgente a la comunidad educativa «para transmitirles instrucciones claras de cara a la apertura de las aulas el próximo 1 de junio para los alumnos de cambio de ciclo”. “Basta ya de improvisaciones;”, señala Calzada en un comunicado, “la dimisión de la consejera no puede ser ahora una excusa para perpetuar el caos y la desorganización en un área tan importante”.
VICENTE PÉREZ
La consejera de Educación, Cultura y Universidades del Gobierno canario, María José Guerra, ha presentado su dimisión, decisión que adopta después de que este fin de semana haya renunciado también a su cargo el director general de Innovación, Ordenación y Calidad Educativa, Gregorio Cabrera, por no estar de acuerdo con que se deje a la dirección de cada centro educativo la potestad de reanudar o no clases presenciales antes de que acabe el curso para el alumnado que cambia de etapa, debido a la situación de pandemia y el estado de alarma.
Le sustituirá hasta final de curso el consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, José Antonio Valbuena, que compaginará ambas consejerías.
Este fin de semana CC.OO. había pedido la dimisión de los responsables de la Consejería, por considerar que no podían continuar en sus cargos «ni un minuto más» por su mala gestión de esta crisis que lleva a la enseñanza pública canaria hacia «el precipicio», al no existir aún un plan de desescalada claro para los centros educativos.
La consejera dimisionaria, que es catedrática de Filosofía Moral en la Universidad de La Laguna, ha hecho pública su decisión en declaraciones a la cadena SER en Tenerife. Afirma que no tenía conocimiento de la dimisión Cabrera, que se enteró por un mensaje de Whatsapp y se quedó «desconcertada», porque precisamente estaba preparando una orden, que ya está totalmente redactada, con las directrices para esta nueva fase de desescalada, y que ahora deberá firmar Valbuena.
Explica que, ante la «cascada o efecto dominó» de reacciones pidiendo su dimisión, habló con el presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres: «Le pedí el cese a petición propia o dimisión, como se quiera decir».
Guerra trata de justificar su gestión afirmando que se reunió las dos pasadas semanas con los sindicatos, con las asociaciones de padres y madres, con el sector de la concertada y dos veces con el Consejo Escolar de Canarias, y que «se planteó el plan» para esta nueva fase del desconfinamiento social en el ámbito educativo, que recogía propuestas planteadas por esos colectivos. A su juicio, no se pueden abrir los colegios e institutos de golpe y se ha tomado una decisión «prudencial».
Torres anunció este domingo que no habrá regreso a las aulas en este curso escolar, sino enseñanza telemática, salvo para alumnado que cambie de curso, de forma individual y voluntaria, y a partir del 1 de junio.
Con estas renuncias en Educación y Cultura, ya son dos las crisis interna que a cuenta de la gestión de coronavirus ha tenido el Ejecutivo canario formado por PSOE, Nueva Canarias, Sí Podemos y la Agrupación Socialista Gomera, pues a finales de marzo fue destituida la hasta entonces consejera de Sanidad, Teresa Cruz (PSOE).
El jefe del Ejecutivo regional agradeció a la dimisionaria » su esfuerzo en un tiempo muy difícil».
Reacciones de la oposición política

La portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Parlamento de Canarias, Vidina Espino, reivindica que Torres “debe remodelar su Gobierno sin más dilación”, para poner fin a la interinidad en que ahora mismo se encuentran las direcciones de dos áreas tan importantes como Sanidad y Educación. Para Cs, la gestión de Guerra tenía «muchas lagunas» y «se ha demostrado que su departamento carecía de liderazgo y que los problemas, en lugar de resolverse, se agravan”.
La portavoz del Partido Popular en el Parlamento de Canarias y presidenta de los populares canarios, Australia Navarro, señala que la crisis de la Covid-19 “está haciendo saltar por los aires las costuras de un Gobierno de Canarias más pensado para aparentar que para gestionar”. Apuntó que «la marcha de la consejera es la crónica de una muerte anunciada y una nueva vía de agua que se le abre al Gobierno canario”. “La pandemia del coronavirus», afirma la diputada del PP, «ha puesto en evidencia la fragilidad de un gobierno cogido con alfileres que el presidente Torres configuró pensando más en satisfacer demandas territoriales y partidistas en lugar de poner al frente de los distintos departamentos a los más competentes”.
La vicesecretaria de Coordinación Territorial de Coalición Canaria-PNC, Beatriz Calzada ha pedido al presidente del Gobierno canario que convoque de forma urgente a la comunidad educativa «para transmitirles instrucciones claras de cara a la apertura de las aulas el próximo 1 de junio para los alumnos de cambio de ciclo”. “Basta ya de improvisaciones;”, señala Calzada en un comunicado, “la dimisión de la consejera no puede ser ahora una excusa para perpetuar el caos y la desorganización en un área tan importante”.
VICENTE PÉREZ
La consejera de Educación, Cultura y Universidades del Gobierno canario, María José Guerra, ha presentado su dimisión, decisión que adopta después de que este fin de semana haya renunciado también a su cargo el director general de Innovación, Ordenación y Calidad Educativa, Gregorio Cabrera, por no estar de acuerdo con que se deje a la dirección de cada centro educativo la potestad de reanudar o no clases presenciales antes de que acabe el curso para el alumnado que cambia de etapa, debido a la situación de pandemia y el estado de alarma.
Le sustituirá hasta final de curso el consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, José Antonio Valbuena, que compaginará ambas consejerías.
Este fin de semana CC.OO. había pedido la dimisión de los responsables de la Consejería, por considerar que no podían continuar en sus cargos «ni un minuto más» por su mala gestión de esta crisis que lleva a la enseñanza pública canaria hacia «el precipicio», al no existir aún un plan de desescalada claro para los centros educativos.
La consejera dimisionaria, que es catedrática de Filosofía Moral en la Universidad de La Laguna, ha hecho pública su decisión en declaraciones a la cadena SER en Tenerife. Afirma que no tenía conocimiento de la dimisión Cabrera, que se enteró por un mensaje de Whatsapp y se quedó «desconcertada», porque precisamente estaba preparando una orden, que ya está totalmente redactada, con las directrices para esta nueva fase de desescalada, y que ahora deberá firmar Valbuena.
Explica que, ante la «cascada o efecto dominó» de reacciones pidiendo su dimisión, habló con el presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres: «Le pedí el cese a petición propia o dimisión, como se quiera decir».
Guerra trata de justificar su gestión afirmando que se reunió las dos pasadas semanas con los sindicatos, con las asociaciones de padres y madres, con el sector de la concertada y dos veces con el Consejo Escolar de Canarias, y que «se planteó el plan» para esta nueva fase del desconfinamiento social en el ámbito educativo, que recogía propuestas planteadas por esos colectivos. A su juicio, no se pueden abrir los colegios e institutos de golpe y se ha tomado una decisión «prudencial».
Torres anunció este domingo que no habrá regreso a las aulas en este curso escolar, sino enseñanza telemática, salvo para alumnado que cambie de curso, de forma individual y voluntaria, y a partir del 1 de junio.
Con estas renuncias en Educación y Cultura, ya son dos las crisis interna que a cuenta de la gestión de coronavirus ha tenido el Ejecutivo canario formado por PSOE, Nueva Canarias, Sí Podemos y la Agrupación Socialista Gomera, pues a finales de marzo fue destituida la hasta entonces consejera de Sanidad, Teresa Cruz (PSOE).
El jefe del Ejecutivo regional agradeció a la dimisionaria » su esfuerzo en un tiempo muy difícil».
Reacciones de la oposición política

La portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Parlamento de Canarias, Vidina Espino, reivindica que Torres “debe remodelar su Gobierno sin más dilación”, para poner fin a la interinidad en que ahora mismo se encuentran las direcciones de dos áreas tan importantes como Sanidad y Educación. Para Cs, la gestión de Guerra tenía «muchas lagunas» y «se ha demostrado que su departamento carecía de liderazgo y que los problemas, en lugar de resolverse, se agravan”.
La portavoz del Partido Popular en el Parlamento de Canarias y presidenta de los populares canarios, Australia Navarro, señala que la crisis de la Covid-19 “está haciendo saltar por los aires las costuras de un Gobierno de Canarias más pensado para aparentar que para gestionar”. Apuntó que «la marcha de la consejera es la crónica de una muerte anunciada y una nueva vía de agua que se le abre al Gobierno canario”. “La pandemia del coronavirus», afirma la diputada del PP, «ha puesto en evidencia la fragilidad de un gobierno cogido con alfileres que el presidente Torres configuró pensando más en satisfacer demandas territoriales y partidistas en lugar de poner al frente de los distintos departamentos a los más competentes”.
La vicesecretaria de Coordinación Territorial de Coalición Canaria-PNC, Beatriz Calzada ha pedido al presidente del Gobierno canario que convoque de forma urgente a la comunidad educativa «para transmitirles instrucciones claras de cara a la apertura de las aulas el próximo 1 de junio para los alumnos de cambio de ciclo”. “Basta ya de improvisaciones;”, señala Calzada en un comunicado, “la dimisión de la consejera no puede ser ahora una excusa para perpetuar el caos y la desorganización en un área tan importante”.
VICENTE PÉREZ
La consejera de Educación, Cultura y Universidades del Gobierno canario, María José Guerra, ha presentado su dimisión, decisión que adopta después de que este fin de semana haya renunciado también a su cargo el director general de Innovación, Ordenación y Calidad Educativa, Gregorio Cabrera, por no estar de acuerdo con que se deje a la dirección de cada centro educativo la potestad de reanudar o no clases presenciales antes de que acabe el curso para el alumnado que cambia de etapa, debido a la situación de pandemia y el estado de alarma.
Le sustituirá hasta final de curso el consejero de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, José Antonio Valbuena, que compaginará ambas consejerías.
Este fin de semana CC.OO. había pedido la dimisión de los responsables de la Consejería, por considerar que no podían continuar en sus cargos «ni un minuto más» por su mala gestión de esta crisis que lleva a la enseñanza pública canaria hacia «el precipicio», al no existir aún un plan de desescalada claro para los centros educativos.
La consejera dimisionaria, que es catedrática de Filosofía Moral en la Universidad de La Laguna, ha hecho pública su decisión en declaraciones a la cadena SER en Tenerife. Afirma que no tenía conocimiento de la dimisión Cabrera, que se enteró por un mensaje de Whatsapp y se quedó «desconcertada», porque precisamente estaba preparando una orden, que ya está totalmente redactada, con las directrices para esta nueva fase de desescalada, y que ahora deberá firmar Valbuena.
Explica que, ante la «cascada o efecto dominó» de reacciones pidiendo su dimisión, habló con el presidente del Gobierno canario, Ángel Víctor Torres: «Le pedí el cese a petición propia o dimisión, como se quiera decir».
Guerra trata de justificar su gestión afirmando que se reunió las dos pasadas semanas con los sindicatos, con las asociaciones de padres y madres, con el sector de la concertada y dos veces con el Consejo Escolar de Canarias, y que «se planteó el plan» para esta nueva fase del desconfinamiento social en el ámbito educativo, que recogía propuestas planteadas por esos colectivos. A su juicio, no se pueden abrir los colegios e institutos de golpe y se ha tomado una decisión «prudencial».
Torres anunció este domingo que no habrá regreso a las aulas en este curso escolar, sino enseñanza telemática, salvo para alumnado que cambie de curso, de forma individual y voluntaria, y a partir del 1 de junio.
Con estas renuncias en Educación y Cultura, ya son dos las crisis interna que a cuenta de la gestión de coronavirus ha tenido el Ejecutivo canario formado por PSOE, Nueva Canarias, Sí Podemos y la Agrupación Socialista Gomera, pues a finales de marzo fue destituida la hasta entonces consejera de Sanidad, Teresa Cruz (PSOE).
El jefe del Ejecutivo regional agradeció a la dimisionaria » su esfuerzo en un tiempo muy difícil».
Reacciones de la oposición política

La portavoz de Ciudadanos (Cs) en el Parlamento de Canarias, Vidina Espino, reivindica que Torres “debe remodelar su Gobierno sin más dilación”, para poner fin a la interinidad en que ahora mismo se encuentran las direcciones de dos áreas tan importantes como Sanidad y Educación. Para Cs, la gestión de Guerra tenía «muchas lagunas» y «se ha demostrado que su departamento carecía de liderazgo y que los problemas, en lugar de resolverse, se agravan”.
La portavoz del Partido Popular en el Parlamento de Canarias y presidenta de los populares canarios, Australia Navarro, señala que la crisis de la Covid-19 “está haciendo saltar por los aires las costuras de un Gobierno de Canarias más pensado para aparentar que para gestionar”. Apuntó que «la marcha de la consejera es la crónica de una muerte anunciada y una nueva vía de agua que se le abre al Gobierno canario”. “La pandemia del coronavirus», afirma la diputada del PP, «ha puesto en evidencia la fragilidad de un gobierno cogido con alfileres que el presidente Torres configuró pensando más en satisfacer demandas territoriales y partidistas en lugar de poner al frente de los distintos departamentos a los más competentes”.
La vicesecretaria de Coordinación Territorial de Coalición Canaria-PNC, Beatriz Calzada ha pedido al presidente del Gobierno canario que convoque de forma urgente a la comunidad educativa «para transmitirles instrucciones claras de cara a la apertura de las aulas el próximo 1 de junio para los alumnos de cambio de ciclo”. “Basta ya de improvisaciones;”, señala Calzada en un comunicado, “la dimisión de la consejera no puede ser ahora una excusa para perpetuar el caos y la desorganización en un área tan importante”.






















































