VICENTE PÉREZ
Un yacimiento aborigen situado en el corazón del macizo de Anaga, en Tenerife, ha sido objeto de un atentado contra el patrimonio cultural de Canarias. El acto puede considerarse expolio, y no una mera acción vandálica, porque los autores han logrado sustraer el grabado con la correspondiente lámina de roca, lo cual ha llamado la atención de los vecinos que han denunciado este hecho a través del grupo de Facebook de la Asociación Centro Cultural Taganana y Asociación de Vecinos La Voz del Valle.
El hecho delictivo ha afectado a un yacimiento guanche conocido como Piedra de los Escalones o Piedra de Taganana, y que, si bien no está declarado formalmente Bien de Interés Cultural (BIC), la realidad es que se hallaba documentado y todo vestigio de este tipo tiene de manera automática esta protección legal conforme a la Ley de Patrimonio Cultural.
«Para nosotros este expolio es un auténtico desastre, es difícil expresar la rabia y el coraje que sentimos, y nos reafirma en que a veces los bienes arqueológicos si mucha gente sabe dónde están es peor», ha manifestado a PLANETA CANARIO el presidente de esta asociación de vecinos, Luján González, recién distinguido con el Premio Tenerife Rural por su labor de investigación y promoción de los valores del mundo rural.
El representante vecinal mostró su asombro por cómo se perpetró este expolio. «Eso han debido de cortarlo con una radial, realmente no entiendo cómo pudieron hacerlo, porque lograron separar un aparte de la roca; desde luego parece un trabajo de expertos», manifestó, con gran consternación Luján González.

A su juicio, esto demuestra que en ocasiones «la gente, cuando por ignorancia da a conocer esos lugares a otras muchas personas, puede contribuir a que los expolien; y es duro tener que reconocer que como mejor están esos yacimientos es perdidos entre los montes», aunque, eso sí, se mostró partidario de que «al menos los expertos los estudien para conocer mejor la cultura de nuestros antepasados, pero sin decirse dónde están para evitar que los destrocen o se los lleven».
El presidente de La Voz del Valle es consciente de que «no se puede poner un guardia ni rejas ni una cámara de vigilancia» en todos los yacimientos, porque a la larga eso puede no servir para nada si alguien quiere destrozarlos o robarlos, ya que están en lugares deshabitados y al aire libre», aunque sí cree necesario una mayor implicación de las Administraciones públicas en el cuidado de nuestro patrimonio cultural.
En este sentido, confirmó que ya el Cabildo de Tenerife está al tanto de este atentado y hará la correspondiente investigación al respecto. «Lo terrible»; lamenta, «es que esto ya no tiene solución, no tiene remedio lo que han hecho los ladrones arqueológicos: lo que ya se ha destrozado no se puede reponer aunque se recuperara, y es una pena, porque estos letreros guanches ahí llevaban no sé cuantos siglos, y fueron una lugar de uso ceremonial».
En Facebook, los vecinos han querido denunciar públicamente «el abandono continuado y sistemático del patrimonio cultural» por las instituciones públicas, «incapaces de vertebrar herramientas eficaces de protección de bienes históricos de nuestro pueblo, así como su ineficacia a la hora de difundir y concienciar en el respeto a las huellas de quienes vivieron en nuestras tierras desde antiguo».