VICENTE PÉREZ
El Cabildo de Tenerife tiene sobre la mesa una propuesta de donación de la histórica casa del corsario Amaro Pargo en el barrio de Machado (El Rosario),.
El ofrecimiento formal lo ha hecho el conocido periodista Francisco Pomares, quien adquirió hace unos años este inmueble, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), que se encuentra en muy mal estado por un abandono de décadas y los daños causados por buscadores de un tesoro inexistente.

Así lo expusieron los aparejadores y profesores de FP jubilados Ángel Adán y Beatriz García en una conferencia impartida en la iglesia de Machado (El Rosario), en la que explicaron su iniciativa de rescatar la deteriorada hacienda, hoy en día al borde de la desaparición, y como también aseguran en un comunicado sobre esa charla.
Hay que recordar que en su momento el Ayuntamiento de El Rosario, ya con Escolástico Gil de alcalde, intentó comprar esta casa a su entonces propietaria.

Pero como el Cabildo de Tenerife en 2016 y 2018 llegó incluso a aprobar la incorporación a sus presupuestos de una partida para adquirir este inmueble, el consistorio se dirigió a la corporación insular para aclarar qué Administración continuaría negociando con la dueña, sin obtener respuesta.
Y fue en esa época cuando la vivienda que perteneciera al corsario pasó a manos de su actual propietario, Francisco Pomares, lo que, junto con la indecisión mostrada entonces por el Cabildo, frustró un posible acuerdo para su compra por el Ayuntamiento.
Hace dos años, Angel y Beatriz se decidieron a divulgar los valores históricos de la casa y promover algún tipo de entendimiento entre las Administraciones públicas y el nuevo propietario para evitar que su deterioro fuera ya irreversible.

Según recuerdan en su comunicado y en la conferencia, las causas de su degradación son múltiples: años de abandono, el progresivo deterioro de las estructuras originales, así como saqueos de material noble -madera y piedra principalmente-, excavaciones ilegales realizadas “con la esperanza de encontrar un “tesoro inexistente fruto de una ignorancia peligrosa”.
Los ponentes insistieron en que ese tesoro, es decir el patrimonio mueble que perteneció a Amaro Pargo, «no está en la casa sino que se encuentra principalmente en diferentes iglesias y conventos formando parte del patrimonio histórico artístico canario; sin embargo, la propia casa sí es un auténtico tesoro, un legado que no puede perderse”.
EL FUTURO USO DEL INMUEBLE
Proponen que se transforme el espacio en un Centro de Interpretación del Camino Viejo de Candelaria, como ya sugirieron anteriormente estudios realizados por alumnado de la Universidad de La Laguna (ULL) en sus trabajos finales de grado, así como el escritor y dinamizador cultural Alfredo López Pérez, que se suma a esta iniciativa.
La idea del centro interpretativo responde a la relevancia que tuvo ese lugar, junto a la propia ermita de Machado, como punto de descanso para las peregrinaciones antiguas que se hacían desde La Laguna, hacia Candelaria, como demuestran algunos documentos, que indican que desde 1642 la casa se utilizaba como hospedaje contratado por los regidores del Cabildo de la época.
Posteriormente, en 1744, la casa fue adquirida por el corsario (que no pirata, como se le ha llegado a denominar) Amaro Pargo, según escritura encontrada por los historiadores Manuel de Paz Sánchez y Daniel García Pulido, publicada en el libro La Casa del Tesoro, lo que suma valor patrimonial al inmueble.
VOCES DE LA DEFENSA DEL PATRIMONIO

En una concurrida conferencia celebrada en la ermita de Nuestra Señora del Rosario, aprovechando las actividades previas a la Coronación Canónica de la Virgen del Rosario del 4 de octubre, los ponentes mostraron varias fotografías emotivas del deterioro que sufre esta antigua hacienda: grietas, muros derribados, techumbres hundidas, etc. ,que desde la muerte de su último morador Felipe Trujillo en 1975, cuando aún el inmueble lucía íntegro, ha sufrido una gran involución.
Insistieron en que la intervención para salvar lo que queda “no puede demorarse más para evitar su desaparición”. No se trata solo de recuperar restos, subrayaron, sino de reactivar el inmueble y su entorno como motor cultural y educativo vinculado a ese importante e histórico núcleo de población, Machado, que además fue origen del municipio de El Rosario.
“Se debe rescatar un tesoro de identidad patrimonial e histórica que ya está medio enterrado”, afirmó en la conferencia Beatriz García. “Si no actuamos ahora, dentro de diez años esta casa sólo existirá en los archivos”, advirtió Ángel Adán.

Los ponentes no ocultaron los retos a los que se enfrenta esta propuesta: la magnitud de las obras, la burocracia institucional, la financiación y la necesidad de respetar el carácter original del inmueble como BIC.
Pero también mostraron “esperanzas”: la existencia del citado ofrecimiento formal de donación por parte de su actual propietario, el apoyo creciente entre grupos culturales y la posibilidad real de que el Cabildo de Tenerife asuma dar impulso y financiación a este proyecto, junto a otras Administraciones públicas que deseen participar.