VICENTE PÉREZ
Tenerife es una isla volcánicamente activa, el Teide es el tercer volcán mayor del mundo tomado desde su base en el fondo marino y está considerado como uno de los potencialmente más peligrosos debido al intenso poblamiento de la isla, habitada ya por casi un millón de personas residentes, más los turistas.
En este contexto no debe extrañar que el Cabildo de Tenerife tenga programado para septiembre próximo un simulacro de respuesta ante una emergencia volcánica con personal de otros países europeos, dentro del UE-Modex, el Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea.
El municipio elegido es Garachico, que se encuentra en una zona con amenaza volcánica muy alta, y que ya en su historia conoce lo que son los efectos de una erupción volcánica, la de 1706, que marcó su devenir social y económico.
El Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de la villa de la Isla Baja han informado este lunes 24 de marzo en un comunicado de que continúan trabajando en la organización de este ensayo de emergencia volcánica. Para ello, el director insular de Seguridad y Emergencias, Iván Martín, mantuvo recientemente un encuentro de trabajo con el alcalde, José Heriberto González, para coordinar las actuaciones.
La consejera de Medio Natural, Sostenibilidad, Seguridad y Emergencias, Blanca Pérez, explica que para este simulacro se está trabajando «en varias líneas, desde la participación de la ciudadanía hasta la de los municipios al objeto de que entre todos podamos mejorar una respuesta global ante un evento de estas características». «Estamos en una isla volcánica, por lo que tenemos que estar preparados y monitorizar cualquiera de las acciones que se desarrollen”, subraya la alto cargo insular.
Por su parte, Iván Martín afirma que “el simulacro nos va a servir no solo para evaluar la capacidad de respuesta del municipio y de la Isla en general, sino identificar esas áreas de mejora y desplegar los planes de protección previstos”.
Conviene no olvidar que en el caso de la última erupción de La Palma, en 2021, la población no fue evacuada antes de que erupcionara el volcán Tajogaite, lo que ha supuesto críticas generalizadas de la población afectada a los entonces responsables del plan de emergencias y también al comité científico.
Este ejercicio práctico también llevará aparejadas actividades como charlas, cine al aire libre u obras de teatro, entre otras muchas, «con el fin de que todo el mundo pueda conocer la historia no solo de Garachico, sino de Tenerife en general”.
Hay que recordar que a fines de en enero pasado los integrantes del Comité Científico del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por riesgo volcánico en Canarias (PEVOLCA) coincidieron en calificar como “anómala” la actividad volcánica del Teide, aunque interpretaron que estos indicios “no parecen ser precursores de un proceso eruptivo a corto plazo, pero sí suponen un aumento en la probabilidad de que se produzca a medio largo plazo”.
Para estos expertos, los cambios sísmicos, geodésicos y geoquímicos que vienen detectándose desde 2016 podrían estar registrando un cierto aumento desde el año 2022, atribuible a un posible aumento de la presión en el sistema hidrotermal bajo la isla de Tenerife, que aconsejaría incrementar la vigilancia.
Por corto plazo entienden los científicos «meses o semanas», según ha precisado el consejero de de Política Territorial, Manuel Miranda, quien reconoció que se han detectado aumento de gases y de sismicidad y una pequeña deformación del terreno en el Teide.
Unas 60.000 personas residen en Tenerife en zonas con un grado de «amenaza» «alta» o «muy alta» de sufrir los peligrosos efectos de una erupción volcánica, según la zonificación establecida en el Plan de Actuación Insular por Riesgo Volcánico, tramitado por el Cabildo de Tenerife.
El área con amenaza «muy alta» abarca los municipios de Guía de Isora, Santiago del Teide, El Tanque, Garachico y parte de Icod de los Vinos (incluyendo su casco urbano), un espacio habitado por cerca de 38.000 personas, mientras que es «alta» en el propio estratovolcán Teide-Pico Viejo, y en el resto del valle de Icod y La Guancha, franja con unos 22.272 habitantes.
La erupción más probable, en el noroeste
Una zona con amenaza «moderada», en la que no se entra en detalles en el plan, abarcaría el círculo de Las Cañadas y se prolongaría hacia el valle de La Orotava hasta la costa, incluyendo también Los Realejos y Puerto del Cruz, mientras que otra zona de amenaza «baja» comprendería el resto del valle, su cumbre y Fasnia. El resto de las comarcas tienen una amenaza «muy baja», incluso el valle de Güímar, pese a que en 1705 se vio afectado por la erupción del volcán de Siete Fuentes o de Arafo.
En esta zona fue donde se produjo la última erupción en Tenerife, la del Chinyero, en 1909.