VICENTE PÉREZ
Miles de personas (8.000, según los convocantes), se han manifestado este sábado 11 de junio en las calles de Santa Cruz de Tenerife, convocadas por el movimiento ecologista, para mostrar su oposición a proyectos que consideran destructores de la naturaleza, como la urbanización del Puertito de Adeje llamada Cuna del Alma -que fue el principal desencadenante de esta protesta- y para reclamar una moratoria en la construcción de nuevas camas turísticas, una ley de residencia y la ampliación de los espacios naturales protegidos, entre otras reivindicaciones.
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Al grito de «El Puertito no se toca» o «gobierno quien gobierne, Canarias se defiende», la multitudinaria marcha partió desde la plaza de Weyler y terminó ante el Cabildo de Tenerife, a cuyo gobierno (PSOE-Cs) consideran corresponsable, con el Ayuntamiento de Adeje (gobernado también por el PSOE) de permitir la urbanización del Puertito, a pesar de que recientemente la insitución insular ha paralizado las obras para recabar de la promotora un informe arqueológico sobre la zona, después de que la asociación cultural Tegüico denunciara la presencia de yacimientos guanches. En realidad, desde el pasado mandato, cuando cogobernaban PSOE y CC en el Cabildo, el Servicio Insular de Patrimonio Histórico había emitido un informe desfavorable a esta urbanización.
En cualquier caso, la manifestación no solo fue un alegato contra esta operación urbanística con 350 millones de inversión con capital belga junto al espacio natural protegido de La Caleta, sino contra una serie de causas medioambientalistas como la denuncia de los vertidos de aguas residuales al mar y la defensa de la depuración natural frente a las megainversiones que están adjudicando las administraciones públicas en depuradoras industriales.
De ahí que participara una plataforma de la Isla Baja (Tenerife) que lleva años batallando por el sistema natural de depuración, que aseguran es viable pero que, desde su punto de vista, no se aplica por intereses de multinacionales y «las comisiones».
Se mencionaron también obras públicas como el cierre del Anillo Insular de carreteras por el noroeste de Tenerife, que ocasiona un importante impacto ambiental en Santiago del Teide y el Tanque, pese a que más de 5 kilómetros de la futura autovía van en túnel, ya en construcción, y que será el mayor del Archipiélago. No se escapó de los ataques de los ecologistas tampoco el Gobierno de Canarias (formado por PSOE-NC-ASG y Sí Podemos).
La protesta la convocaron ATAN, Ben Magec-Ecologistas en Acción, Salvar La Tejita, Salvar El Puertito, Salvar Fonsalía, la fundación Telesforo Bravo, Juventud contra el ClimaL y ADNT. Otros colectivos ecologistas también se sumaron, como la Plataforma Salvar Chira-Soria, que se opone a la central hidroeléctrica que construirá y gestionará Red Eléctrica de España en el barranco de Arguineguín (Gran Canaria).
En el manifiesto al que se dio lectura ante el Palacio Insular, se pide además poner freno a nuevas grandes infraestructuras, «que lo único que harán es seguir destruyendo nuestra isla y sus espacios naturales», se reclama la creación de reservas marinas («vivimos rodeados de mar pero no existe ni una sola en Tenerife»), impedir que los espacios naturales protegidos queden «acorralados entre polígonos industriales y urbanizaciones» y más medios humanos y materiales para la vigilancia y protección de la naturaleza.
«La manifestación de hoy es para exigir, cueste lo que cueste, cambiar de rumbo radicalmente», se explica en el texto leído por los convocantes, que añaden que «ya no se trata de Salvar El Puertito, ni Salvar Fonsalía, ni Salvar La Tejita, ni Salvar Agaete. ni salvar los charcos, ni Salvar El Cotillo, Salvar Chira Soria, Salvar Quintanilla…, sino de Salvar Tenerife y Salvar Canarias para salvar nuestra naturaleza, y a nosotros mismos».
Consideran que las islas está «masificadas, sobrepobladas», porque «nunca ha habido límites, y la clase política nunca escucha a científicos, expertos y asociaciones que venimos alertando del colapso que ya sufrimos».
En realidad Canarias ya tuvo una moratoria turística, a principios del siglo, durante el gobierno canario que presidió Román Rodríguez y que desembocó en la aprobación de la Ley de Directrices de Ordenación, si bien poco a poco se fue revocando esa normativa que pretendía establecer un freno al crecimiento de la planta alojativa en Canarias y orientarla hacia hoteles de más calidad.
«Estamos en una situación en la que no están dando permiso para un hotel o carretera más, están dándonos un empujón más hacia el abismo, hacia la pérdida de todo lo que nos hace únicos y especiales en Canarias: su naturaleza, cultura y sus gentes», enfatiza el manifiesto.
Los colectivos convocantes han mostrado su satisfacción por la respuesta social a su llamamiento, pues es la manifestación con objetivos ecologistas más numerosa de los últimos años, aunque lejos de la que una vez reunión a más de 100.000 personas contra el tendido que pretendía instalar Unelco (hoy Endesa) a través de las medianías del sur de Tenerife, pasando por Vilaflor, cuyo alcalde de entonces, José Luis Fumero, logró aglutinar un masivo rechazo social a ese proyecto.
Aseguran estos grupos ecologistas que hoy en día «la población es mucho más consciente de su territorio y ya no es posible engañarla con palabras vacías de sostenibilidad y falsa protección de la naturaleza».
Uno de los momentos más emotivos de la manifestación fue la emisión, por megafonía, de unas declaraciones de César Manrique, el inolvidable artista conejero (fallecido en 1992), en las que advertía del daño de la especulación urbanística en Canarias y de la corrupción político empresarial que estaba poniendo en peligro el equilibrio ecológico en las islas, frente al modelo que él defendía, aprovechar el turismo para mejorar las condiciones de vida en Canarias sin destruir la naturaleza y enalteciendo la arquitectura tradicional del Archipiélago.
La voz de César Manrique, que durante su vida no dudó en coger el megáfono y ponerse delante de las palas en obras impactantes para el paisaje de Lanzarote, resonó en la plaza de España, con un reverencial silencio de los manifestantes, al punto de que algunas personas lloraron al escuchar esta grabación.
EL ÁLBUM DE LA MANIFESTACIÓN